Una lucha que se debe dar
Gianella Aloise, Dina Boyadji, Viviana De Luca | Montevideo
@| En el Día de la Mujer del año 2025
Gianella Aloise, Dina Boyadji, Viviana De Luca | Montevideo
@| En el Día de la Mujer del año 2025.
En la edición del semanario Búsqueda del 27 de febrero al 6 de marzo 2025, una interesante nota de opinión, titulada "Dónde están las feministas", llama la atención. Realiza un homenaje a los movimientos feministas uruguayos que recuperaron las calles en los últimos diez años. Se marca como punto de inflexión de estos movimientos, la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Seguidamente se menciona que, logrado saldar el tema, es decir, que se aprobara la despenalización del aborto que fortaleció a los movimientos feministas locales, estos pasaron a poner la energía en otros temas.
Ante este relato, es necesario preguntar: ¿cuáles son las razones que han provocado un cambio dramático en las reivindicaciones reclamadas por estos movimientos, mutando de aquellos iniciales de mujeres que lucharon por el derecho a sufragar, que lucharon por la aprobación de la ley de la silla, que lucharon por el derecho a educarse, que lucharon por licencias maternales, que lucharon por acceder a los mismos derechos que los hombres, a promover el pseudo derecho a matar a sus pares y a aliarse con los grupos de la diversidad sexual?
Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud Pública, desde la aprobación de la ley de aborto hasta el 31 de diciembre de 2023, han muerto por aborto 106.631 niños. Si como informa el Censo 2023, el 52% de la población de Uruguay está compuesta por mujeres y el 48% por hombres, significa que en esos años han muerto 55.448 niñas y 51.183 niños.
¿Entonces, estos movimientos feministas son realmente de mujeres a favor de las mujeres? Parecería que en realidad lo que buscan es su extinción: alentando el aborto (que es matar a las gestadas, y la mayoría lo hace en el mejor período para ser madres), o retrasando su reproducción (cada vez más mujeres buscan ser madres al fin de su período reproductivo, lo que produce que algunas no lo logren, sufriendo muchas de ellas abortos espontáneos), o promoviendo la nuliparidad (nunca ser madre).
Ojalá las mujeres uruguayas reaccionemos y honremos la dignidad de todas las vidas, las propias y las de nuestras pares que están en el vientre materno y obviamente también la de los varones concebidos, porque hoy esa es la lucha que necesitamos dar, salvar de la muerte a tantas niñas y niños concebidos. Las cifras oficiales indican que cada día en Uruguay mueren por aborto 30 concebidos: 16 niñas y 14 niños. He aquí un aspecto relevante, vital, en el que las mujeres debemos involucrarnos sin la más mínima demora.