‘Daremos un apoyo directo a pequeños arroceros para que no se pierda su producción’
Noelia Cigüenza Riaño - subeditora de economía y negocios@noe_cig
Los arroceros llevan meses pidiendo ayuda al Gobierno por los bajos precios a los que les están pagando la cosecha los molineros, y ante las pérdidas de entre 1,5 y 2 millones de pesos por hectárea que están sufriendo, las cuales comprometen su capacidad de producción, decidieron el lunes irse a paro
Noelia Cigüenza Riaño - subeditora de economía y negocios@noe_cig
Los arroceros llevan meses pidiendo ayuda al Gobierno por los bajos precios a los que les están pagando la cosecha los molineros, y ante las pérdidas de entre 1,5 y 2 millones de pesos por hectárea que están sufriendo, las cuales comprometen su capacidad de producción, decidieron el lunes irse a paro. En entrevista con EL TIEMPO, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, habla sobre el paquete de medidas que les proponen para salir de esta crisis y qué hacer de manera estructural para poder ser más competitivos. "No hay precios competitivos", asegura. Los arroceros dicen que no aguantan más los bajos precios que les están pagando. ¿Qué diagnóstico hace? La cadena arrocera tiene problemas estructurales. Por ello, desde septiembre instalamos una mesa de diálogo con todos los actores. La industria está pagando un precio que parece estar muy al ras de los costos de producción y los agricultores, principalmente de Tolima y Huila, los cuales producen arroz alrededor de los distritos de riego, vienen reclamando la atención del Gobierno y nos han pedido intervenir el precio. ¿Y tomarán la decisión de regularlo? No tenemos libertad absoluta en la cadena arrocera. El ministerio lo que está estudiando es imponer un régimen de libertad vigilada. La Ley 81 de 1988 habla de establecer una política de precios cuando hay una distorsión que no protege o no garantiza que los productores tengan buenos ingresos. Haremos un estudio de la productividad del área sembrada y de la capacidad de absorción de la industria para saber si es necesaria o no esa política. No se trata de una regulación del mercado, sino de una vigilancia de precios, la actividad es libre. ¿Podría ser similar a lo que hoy ocurre con los precios de la leche? Sí, estamos evaluando si podemos fijar unos precios de referencia similar a como se hace con la leche, diciendo que es uno u otro valor en función de muchas variables y condiciones. ¿Qué medidas concretas les han propuesto a los arroceros en la mesa de negociación? Un paquete de propuestas a temas estructurales por 50.000 millones de pesos, que incluyen alivios financieros de colocación de crédito barato para pequeños y medianos productores con una tasa subsidiada y un incentivo de capitalización rural que les permita agruparse para poder tener un crédito que fomente el acopio, la transformación, el secado o la trilla. Además, contamos con unos alivios apalancados por el Fondo de Solidaridad Agropecuaria (Fonsa), y con el Banco Agrario se puede revisar la situación de las carteras y la colocación de condiciones para aliviar a los que hoy se encuentran en una situación difícil. ¿Y qué hacer para bajar los costos de producción? Esperamos que 76 partidas de insumos agropecuarios sigan entrando al país a costo cero para poder bajar los costos de producción. Igualmente, poder apalancar recursos a través del Fondo de Acceso a Insumos Agropecuarios (Faia)por 7.000 millones de pesos. Además, estamos analizando tener un proceso de maquila de arroz de pequeños productores que nos permita ayudar a mover los inventarios. ¿Los arroceros que ya no aguantan más tendrían algún tipo de ayuda inmediata? Habría un apoyo directo para pequeños y medianos productores que están sacando su cosecha en este primer semestre y no puedan cubrir su costo de producción. Este mecanismo contaría con al menos 10.0000 millones de pesos. Tenemos la apuesta de que la cuota de fomento arrocero, que es una cuenta de más de 60 años, que tiene un presupuesto aprobado de 28.000 millones de pesos para el 2025, pueda destinar parte de sus recursos para poder hacer lo que establece la Ley 101 de 1993 y es que pueden intervenir de alguna u otra manera en regular la oferta y la demanda con el propósito de no afectar los ingresos de los productores. ¿Sería como un pequeño subsidio puntual para ellos? Se trataría de un apoyo directo para alivianar el precio en sus ingresos y lograr que no se pierda la producción. Sin embargo, en el marco del libre mercado hay que ser muy cuidadoso para no tener elementos que distorsionen y nos lleven en el segundo semestre a tener una inmensa producción arrocera, que podría afectar al conjunto de productores porque ante una sobreproducción el precio tendería a bajar. ¿También están revisando bajar las tarifas de uso de agua que pagan? Sí, el Ministerio de Agricultura se ha comprometido a acompañar a los productores de arroz de los distritos de riego en una conversación con la cartera de Ambiente para poder construir una tasa diferencial del uso del agua que permita reducir costos de producción. ¿Considera que la industria estaría incurriendo en algún tipo de prácticas desleales, como piden averiguar los agricultores? La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) está adelantando investigaciones para analizar si en el mercado del arroz hay alguna actuación de competencia desleal o irregular frente al libre mercado que nos permita decir si estos precios están distorsionados por una intervención irregular o no protegida por el sistema jurídico. Los arroceros también piden salvaguardias comerciales para proteger al sector arrocero de los TLC con Estados Unidos y la Comunidad Andina. ¿Qué opina? El Ministerio de Comercio ha estado sentado en esta mesa desde su instalación y se encuentra estudiando todas las condiciones que tiene el mercado andino para poder garantizar y salvaguardar la producción nacional. Además, está analizando los temas estructurales del TLC con Estados Unidos. En concreto, para ese país tenemos unos mecanismos de compensación que favorecen a la industria. Un comité donde están miembros de Fedearroz e Induarroz establece cuánto arroz entra, se hacen unas subastas y a partir de ellas hay unos ingresos de compensación que deberían estar dirigidos a fortalecer la competitividad. Es momento de evaluar cómo se han invertido estos recursos y qué hacer para que la cadena sea sostenible y competitiva. ¿El arroz colombiano es competitivo? Hoy tenemos un arroz con unos costos de producción que no permiten un precio competitivo en el mercado exterior. Tenemos unos retos inmensos frente a abrir mercados externos, mejorar nuestras buenas prácticas y ordenar la producción. Nosotros logramos mantener el abastecimiento interno y lo que demuestra el estado de los stocks es que en efecto tenemos más arroz del que consumimos. ¿Qué hacer para poder competir con nuestros pares de la región? Necesitamos revisar la estructura de costos de producción y las condiciones técnicas y de calidad de nuestras semillas para garantizar la calidad y poder ser competitivos. Por ejemplo, hay que revisar el costo del arriendo de la tierra pues representa más del 20 por ciento, lo que denota que tenemos una distorsión en la actividad. Además, tenemos una situación con los arroceros de Tolima y de Huila que están asociados a los distritos de riesgo. Creemos que ahí hay elementos por revisar. De otro lado, la cosecha grande que viene en el segundo semestre no tiene riego y parte de lo que hemos discutido con los arroceros de Arauca, Casanare y Meta son sistemas de adecuación de tierras, riego y drenaje para que la producción de arroz no sea estacional, puedan diversificar su ciclo productivo y quizás que esta primera cosecha del año, que es entre 2 y 2'5 millones de toneladas de arroz, pudiera distribuirse y no tener ese exceso en el segundo semestre de 3,5 millones de toneladas que eleva los inventarios. Hay que ordenar la cadena, volverla competitiva, abrir mercado hacia el exterior y necesitamos que eso sea un acuerdo de todos los actores. El presidente Gustavo Petro dijo que se podría proponer comprar la sobreproducción de arroz. ¿Se hará? Tenemos un mecanismo de compras públicas y ya venimos estudiando la posibilidad de garantizar una absorción de estos inventarios. El problema es cómo lograr que impacten directamente al pequeño y al mediano productor, porque la gran industria no me permite hacer la diferencia. La apuesta fundamental del Gobierno es poder fortalecer los procesos cooperativos y asociativos de pequeños y de grandes y empezar a ampliar no solo nuestra capacidad de almacenamiento, sino de transformación. Por ello, hemos insistido en que Fedearroz, como administrador del fondo de fomento arrocero que maneja sus recursos públicos, pueda destinar parte de su presupuesto también para mirar cómo mejoramos en competitividad y también atender la situación de precios. ¿Se busca crear un fondo de estabilización de precios como lo tienen otros sectores como el café? Sí, nosotros tenemos el compromiso de acompañar en el Congreso de la República la propuesta que ya está en trámite de crear un fondo de estabilización de precios para el arroz. ¿Y se podría volver a instaurar el incentivo al almacenamiento? Nosotros hemos puesto esa discusión en el marco de la cadena y los actores no están en común acuerdo con el incentivo del almacenamiento. Por ello, para poder tenerlo necesito que la industria también esté de acuerdo. ¿Espera llegar a un acuerdo pronto con los arroceros? Esperamos llegar a un acuerdo y poder promover una reunión de alto nivel de los productores arroceros con el Gobierno Nacional para seguir evaluando las políticas estructurales que ayuden al sector. Los manifestantes reclamaron esta semana su presencia en la mesa de diálogo que se lleva a cabo en El Espinal, en el Tolima. ¿No ha tenido contacto con ellos? Yo he estado activa y permanentemente conectada con el equipo, la viceministra (Geidy Ortega) ha estado allí de tiempo completo y está el equipo del Ministerio del Interior. Aquí en Bogotá se sentó el ministro de Comercio (Luis Carlos Reyes), yo atendí a los productores que también están en la mesa de diálogo hace menos de un mes aquí en mi oficina. Necesitamos construir la propuesta para poder empezar a andar en las rutas de trabajo.