Lunes, 10 de Marzo de 2025

Viaje a la región patagónica que deslumbró a Charles Darwin por los paisajes y la fauna

ArgentinaLa Nación, Argentina 7 de febrero de 2025

Los Miradores de Darwin brindan unas vistas panorámicas del cañón Hacer este viaje es como abrir una de las páginas de El origen de las especies de Charles Darwin

Los Miradores de Darwin brindan unas vistas panorámicas del cañón



Hacer este viaje es como abrir una de las páginas de El origen de las especies de Charles Darwin . Es volver sobre los principios de la teoría de la evolución, trasladarse a un ecosistema prístino donde lo salvaje y virgen se torna cotidiano.

Llegar a Puerto Deseado no es tarea fácil. Se debe tener paciencia, amor por la ruta y sobre todo tiempo. El viaje de tres horas desde Comodoro Rivadavia se inicia por la costa del mar Argentino para continuar en la estepa. La ruta nacional 3 y la poco explorada 281 hacen el camino. Sobre el final y a la distancia se aprecia la belleza de la ciudad pesquera enclavada entre el mar y la ría Deseado . El suelo que acompaña la ruta denota la actividad volcánica del lugar.

La ciudad posee una rica historia. "En 1520, el imperio español, bajo la expedición de Magallanes-El Cano ingresó en la ría a causa de un fuerte temporal, de aquí el primer apodo de Bahía de los Trabajos Forzosos, por los muchos que le dieron los malos tiempos que tuvo que soportar", cuenta Roxana Goronas, habitante y guía de Puerto Deseado, durante una caminata . En una visita al Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino se ven las dos especies que la habitan: Magallanes y penacho amarillo

Siguiendo las pistas de aquellos exploradores se ingresa al Museo Municipal Mario Brososki . Es el único museo de arqueología y conservación subacuática en el país, dedicado a cuidar y exhibir las piezas y objetos que se rescataron de la corbeta Swift, hundida en la ría Deseado en 1770. En la sala principal, rodeado de objetos históricos, la guía aclara: "El 17 de diciembre de 1586, el corsario inglés Thomas Cavendish entró al estuario con sus barcos entre ellos el Desiré. Llamó al puerto Port Desiré . De aquí desprende el actual nombre".

Uno de los paseos destacados es al Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino . Se navega las aguas del mar Argentino y se recorrer a pie la isla. En los 20 km de navegación se avistan toninas overas, delfines australes y un sin fin de aves, donde se destacan el petrel gigante y el albatro . Caminando sobre las rocas se inicia un minitrekking hasta el faro de la isla. En la primera etapa se descubre a los pingüinos de Magallanes que descasan junto a sus pingüineras. A lo lejos y sobre la costa una colonia de 300 lobos marinos disfruta del sol y las olas. Los pichones de los pingüinos de penacho amarillo nacen entre diciembre y febrero

Junto al faro la guía señala con su mano una serie de ruinas antiguas. Por un lado, las calderas que se utilizaban para extraer el aceite para las luminarias en Europa, por otro la estructura para la explotación del guano de cormorán y los rústicos reservorios de agua. Tras la explicación se inicia la segunda etapa de la excursión. Un leve descenso a pie sobre las rocas lleva a la gran colina de pingüinos de penacho amarillo, muy diferentes a los de Magallanes.

"Esta especie es graciosa, amistosa y practica para avistar. Los pequeños se dejan fotografiar a corta distancia", explica la guía. También cuenta sobre sus costumbres: que ponen dos huevos, uno más grande que el otro. Que es común que al más chico lo abandonen, que los pichones nacen en diciembre y febrero y que aprenden a nadar solos, sin ayuda de los padres.

Después de un rato hay tiempo para verlos salir del mar e incluso bañarse en los piletones de las rocas. Así discurre la visita a la isla de los pingüinos. Ya embarcados y listo para partir sorprende un grupo de 300 lobitos de dos pieles que despliega un show sobre el agua. El publico festeja el momento entre sonrisas y flashes. El gran cañón: la ría, desde los panorámicos Miradores de Darwin

Otra de las excursiones imperdibles es navegar la ría Deseado . El grupo intercultural, protagonizado por alemanes, franceses, ingleses y argentinos abre sus oídos ante la presentación de Javier, el capitán.

Durante el paseo y gracias a la quietud del agua, se observa una basta cantidad de aves, entre ellas cormoranes, albatros, pato crestón, paloma antártica, ostero y varias especies de gaviotas y macas. La navegación se desarrolla en la ría y en algunos pequeños cañadones inundados para observar la flora y fauna en detalle . En el final se desciende a una pequeña isla para observar a las pingüineras de Magallanes. La vista es un éxito y si algo falta era la puesta del sol sobre la ría. Puerto Deseado

Por la estepa

Los primeros rayos del sol ingresan por la ventana marcando el inicio de un nuevo día. Tras el ritual del desayuno y con la camioneta cargada se inicia el periplo de 110 km hasta el lodge del "Campamento Darwin". El paisaje del camino es la estepa y algunas ondulaciones pronunciadas del terreno cercanas al cruce de la ría. Por la ventana se observan guanacos, choiques y con suerte algún puma. Tras dos horas de ripio se llega a la Estancia Cerro del Paso, ubicada sobre la margen sur de la ría Deseado y a 40 km de su desembocadura. La estepa y algunas ondulaciones pronunciadas del terreno cercanas al cruce de la ría le dan vida al paisaje

Los anfitriones y administradores del lugar son Facundo, Federico y Benjamín. Lo primero que se hace es recorrer el casco, junto a las palabras de Facundo: "La estancia era un punto importante en el transporte de mercadería en Patagonia. Los carros cargados de lana y productos agropecuarios llegaban al Boliches Ramos Generales, donde esperaban a las chatas navieras que hacían transbordo de la mercadería hacia los buques de altamar en Puerto Deseado". Cada ambiente cuenta una historia, cada uno tiene una decoración especial dando vida a un viaje de época. El living tiene su particularidad, los objetos arqueológicos y una basta colección de libros sobre el naturalista Charles Darwin llaman poderosamente la atención. La visita continúa en el antiguo taller de esquila, que ahora funciona como centro de visitantes. Allí el anfitrión vuelve abrir las viejas hojas de la estancia: "Perteneció a José Font, alias Facón Grande líder del levantamiento obrero Patagónico conocido como la Patagonia Trágica".

El atardecer se vive sobre los acantilados que encierran el cañadón por el que caracolea la ría Deseado . El paisaje es imponente. La formación de altas paredes macizas se eleva con fuerza sobre los márgenes mientras el lecho arenoso y al descubierto crean una sensación lunar. Mientras el sol se escapa en el horizonte y ante la piedra de Darwin, Federico toma la palabra: "El 23 de diciembre de 1833 Charles Darwin navegó el curso de este río extraño, que nace en el mar, corre tierra adentro según las mareas, y más tarde vuelve para atrás, desembocando en el mar por donde llegó. Fascinado por la fauna que iba encontrando a su paso, Darwin recorrió la ría en un bote a remo y vela para acampar en un cañadón. Durante el recorrido, que continuó a pie por las márgenes de la ría, iba registrando todo lo que observaba, mientras su dibujante Martens copiaba en papel los paisajes con islas y salientes rocosas ahora llamadas Miradores Darwin." Una cueva particular con pinturas rupestres que dejaron los antiguos pobladores hace más de 4500 años

Ya de noche y ante la mirada de algunas estrellas, la camioneta se abre por la estepa virgen. A minutos del cañadón, sobre una pared rocosa y en altura, se halla una cueva particular. En ella se pueden apreciar pinturas rupestres que dejaron los antiguos pobladores aborígenes . Las manos sobre la pared datan de entre 7000 y 4500 años. Junto a la luz de la vela y en silencio se contempla esta obra de arte. De regreso en la estancia espera Nahuel, el chef, para coronar el día con una cena a base de langostinos y un pure de papas especial.

El último día se repite la visita al cañadón y a la piedra de Darwin. Imitando al naturalista se arma una tienda de campaña para luego llevar adelante un cordero patagónica a la cruz. En la ventana hasta el almuerzo se navega en kayak la ría, se realiza una caminata por el lecho del viejo riot y también se reviven algunas anécdotas del mismo Charles Darwin con libro en mano. El lugar inspira ciencia, misterio y lindos recuerdos de aquel hombre que fue por algo más, que fue por su teoría, la gran teoría de la evolución que marcaría un antes y un después en la ciencia y la sociedad mundial. Al mediodía se disfruta del rico almuerzo y de las charlas que nacen sobre la mesa. Por la tarde se recorre el cañadón en bicicleta deteniéndose en los miradores.

Después de una larga jornada esteparia culmina la visita al campamento Darwin . Las caras lo dicen todo como también los corazones, colmados por la historia, la magnitud y la presencia de la más rica Patagonia.




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