El actor español protagonista de la serie de Netflix, "Entrevías" y ganador del Goya por "As bestas" y "El Reino" está este fin de semana en Montevideo con dos funciones agotadas de su unipersonal humorístico, "Chungo"
"Chungo es Luis Zahera poniendo en ridículo a Luis Zahera con toda su pinta, toda su imagen que tiene de personaje duro y hacerlo vulnerable", dice, precisamente,Luis Zaherasobre el monólogo que lo trae a Uruguay y que ayer presentó en Life Punta Shopping en Punta del Este y hoy está en el teatro El Galpón con dos funciones agotadas.
El cariño con el que ha sido recibido en esta su primera visita a Uruguay, se debe a que Zahera es uno de los rostros más conocidos de las películas y las series españolas. Para algunos distraídos y uno se tiene que incluir en esa lista, perdón fue toda una revelación su aparición en As Bestas de Rodrigo Sorogoyen como el terroríficoXan, el papel que le dio el primero de sus dos premios Goya; el otro había sido, cinco años antes, por ElReino también de Sorrogoyen en 2017.
Pero antes y después Zahera (que tiene 59 años y nació en La Coruña) ha desarrollado una carrera enorme y exitosa. Eso incluye series como Entrevías que está en Netflix y que lo tiene en sus 30 episodios. Su Ezequiel Fandiño, el subinspector de la policía con una agenda propia es el personaje, dice, por el que la gente lo para en todas partes.Y eso ahora incluye Punta del Este, donde, dice, se ha sacado un montón de selfies y le han mostrado un montón de cariño, incluyendo un hombre que lo saludó, siguiendo la costumbre local, con un beso, un gesto que a Zahera le encanta de nosotros.
Chungo, la excusa para esta charla telefónica con El País, se anuncia como "90 minutos de comedia non stop en la que el actor realizará un recorrido lleno de anécdotas tanto de su vida profesional como personal". Una forma distinta de ver a este actor español que ha acompañado tantas veladas de streaming.
¿Cómo lo está tratando Uruguay?
¡Ostras, me están tratando especialmente bien! Estoy muy impresionado del trato y de la preciosidad que es Punta del Este. Me gustó mucho eso de la parte brava, la parte mansa porque me recuerda mucho a mi tierra, Galicia aunque allá está más destrozado urbanísticamente y acá está precioso. Igual veo muchas grúas y me gustaría que se conservara mejor ese litoral tan maravilloso.Pero así es el progreso, qué se le va a hacer.
Después de todo, Xan, su personaje en As Bestas tenía razón...
Efectivamente, uno se siente un poco como él cuando ve cómo el progreso avanza inexorablemente y uno quiere que prevalezca la naturaleza. Pero luego está el interés y por la plata baila el mono, como decía mi padre.
Hablando de personajes, ¿por cuál de los tantos que ha hecho lo para más la gente por la calle?
Cuando estaba en Sin tetas, no hay paraíso, pues me llamaban El Pertur y ahora me llaman Ezequiel por Entrevías. Es siempre por lo que se esté emitiendo. Aquí en Punta del Este todos me llaman Ezequiel y me piden fotos y me abrazan y me besan.El uruguayo es, me llama la atención, muy cariñoso: varios varones que se me acercaron, me abrazaron y uno me dio un beso.Me parece preciosísimo eso y ojalá nunca lo perdáis.
Ya que estamos con sus papeles, lo voy a llevar bastante atrás. Su primera aparición en una película fue como extra en "Divinas palabras", la adaptación de Valle Inclán que hizo García Sánchez. ¿Cómo llegó ahí, o sea, cómo llegó al cine?
Porque el marido de mi hermana Maite trabajaba en la producción y nos metió a mi hermana y a mí. Fue pura cuña familiar. Y ahí ya me empezó a gustar así todo un poco y luego ya me metí en el Ditea (que significaba Difusión del Teatro de Aficionados). Y a partir de ahí siempre estuve en el sitio adecuado en el momento justo.
¿Y cómo ha sido eso?
Cuando era niño había dos canales de televisión pero cuando empecé a trabajar, pues, salieron las televisiones autonómicas en España. Luego cuando llegué a Madrid salieron Telecinco y Antena 3 y ahora que ya soy mayor, hace unos años irrumpieron las plataformas que nos catapultaron a todos.Me considero un suertudo y después, un privilegiado.
No fue a una escuela de actuación, sino que fue aprendiendo a medida que avanzó su carrera. Ahora, con los años de trabajo encima y dos Goya y otros premios, ¿cómo sería el "método Zahera" de actuación?
Lo que en España le llamamos la tabla. Si tuviera que resumir ese método, y espero no parecer pretencioso, sería arriesgar, arriesgar. Me empecé a caracterizar porque cambiaba los textos. y era porque quería decir otras cosas y porque generalmente escriben para los protagonistas y los secundarios están más desdibujados.Así que le añadía mi mundo, mis experiencias. En esta profesión es muy importante tener vida recorrida. Entonces, se trata, si te lo permite el director y las circunstancias están dadas, de ir un poquito más allá, no quedarte simplemente en lo que pone la letra sino que intentar crear algo, darle una vuelta, hacer lo tuyo y que sea único.
Usted mencionaba a las plataformas, y ellas tienen protocolos de producción y un fuerte control sobre los contenidos. ¿Hay espacio para un actor de arriesgar en un ecosistema que parece tan controlado como el del streaming?
Egoístamente porque soy un poquito popular, a mi un poquito me dejan hacer. Pero luego en las plataformas hay muchos directores jóvenes, mucha sangre nueva, a los que les gusta esto y quieren ir un poco más allá. No es tan raro ahora modificar cosas,. Lo que importa es la escena, así que si puedes enriquecerla un poco, darle autenticidad o una vuelta, por qué no.
¿Cuáles son sus modelos como actor?
Veía muchas películas con mi padre y a él le fascinaba Spencer Tracy y yo tenía fijación con él. Luego empecé a trabajar con Luís Tosar, con Javi Gutierrez, Candela Peña, Lola Dueñas, Vicente Romero y se volvieron referentes para mí. Ahora estoy rodando una película con Leonardo Sbaraglia y estoy encantado. Por el camino te vas encontrando con gente maravillosa pero me quedaría con Bette Davis y Spencer Tracy, aquellos actores que amaba mi padre.
Ahora mencionaba a algunos de sus compañeros de ruta en la actuación. ¿Se siente parte de una generación de grandes intérpretes españoles?
Es un buen momento para la interpretación por el nivel contenidos que manejan las plataformas y que algunos le aciertan y llegan al público o te entristecen en el corazón, que es lo que tenemos que hacer en esta profesión maravillosa que tenemos.
Llega a trabajar hasta en cuatro (o cinco) proyectos por año. ¿Por qué trabaja tanto?
Porque tengo que ir al psicólogo a que me enseñe a decir que no.
Tiene el sí fácil...
Es que me gusta este trabajo. Cumplo 59 años, mi familia no tenía muchos medios y me educaron a trabajar duro para llegar a un sitio. Entonces, ahora que llegué a un sitio que es esa pequeña cumbre que hacen los alpinistas, pues uno está contento, quiere llegar a todo. Igual reconozco que los años me pasan factura. Y eso que llevo una vida de trabajar, comer y dormir. Pero lo estoy disfrutando mucho y me planteo estar unos añitos así, ganar dinero, la verdad sea dicha, y sobre todo disfrutar este momento maravilloso que me tocó. Hago deporte, me cuido, bebo mucha agua, no salgo de noche, llevo un régimen militar.
Pero entonces trabajo, disciplina y disfrute son elemento centrales de ese "método Zahera" del que le estaba hablando.
Sí, y por eso el "método Zahera" está siendo un poco aburrido últimamente. Pero no tengo otra manera, si no reviento.