Adiós a los niños

No, no se trata de la película francesa escrita y dirigida por Louis Malle y estrenada en 1987, sino de una frase que espetó tía Waverly esta semana con ocasión de la calamitosa baja de la natalidad en el país. "!No solo seremos menos y más viejos, mijito, sino incluso menos chilenos¡".
La situación es ciertamente preocupante. Algunos inteligentes sugieren educación sexual temprana y uso de ciertas hormonas sofisticadas; otros, quizá no tan inteligentes, el sentido común de promover la familia y la procreación, lo que es bastante más simple, sencillo, barato y... !natural¡ "Pero ya ves lo que pasa en nuestro edificio, mijito. Hay más perros que niños. Yo, al menos, hace años que no veo un niño; y hay jóvenes que no tienen uno sino dos y hasta tres perritos en casa. Nosotros tenemos al pobre Braulio, pero eso es otra cosa: yo ya soy nonagenaria y tú, un solterón castigado por la vida. !No se nos puede comparar¡".
Es triste a veces, por las tardes, ver gente paseando a sus perritos donde años atrás se veían coches. Y no es que hoy haya pocos, simplemente no hay. Adiós a los niños, entonces, y adiós, en cincuenta años más, a Chile; si las cifras siguen como están.
¿Por qué no premiar de algún modo la paternidad/maternidad? No cabe duda de que muchas veces suele ser heroica. ¿Ayudas para la escolaridad, la alimentación, la salud? No serían malas ideas. Pero todo en la sociedad parece oponerse a la familia, ni qué decir a la familia numerosa, solo para millonarios...