Por Tecnóloga,@Techtulia
Los efectos del llamado Día de la liberación de EE
Por Tecnóloga,@Techtulia
Los efectos del llamado Día de la liberación de EE.UU. que el presidente Donald Trump anunció el 2 de abril son una verdadera incógnita global, que algunos han calificado incluso como el fin de la globalización.
Lo cierto es que detrás de la ?liberación de EE.UU.? se está configurando una guerra comercial entre los titanes globales que nos enfrenta a un futuro sombrío, uno al que el planeta no ha estado expuesto desde el final de la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué impacto puede tener en el sector de innovación tecnológica del Perú el nuevo escenario global?
En el Perú, donde la tecnología y la innovación han comenzado a ocupar un lugar relevante en nuestras aspiraciones de desarrollo, estas medidas pueden representar un obstáculo significativo. Y aunque no somos un actor principal en el comercio global de la tecnología, las ondas expansivas de estas decisiones llegan a nuestro país con fuerza. El sector tecnológico peruano, que apenas está creciendo y consolidándose, enfrenta un desafío evidente: el acceso a herramientas e insumos tecnológicos provenientes de mercados como Estados Unidos y Asia se encarece con estos aranceles.
No se trata solo de un problema de costos. La innovación requiere acceso a lo mejor y más reciente de la tecnología, desde servidores avanzados hasta software de inteligencia artificial y dispositivos de última generación. Si estas herramientas se vuelven inaccesibles o demasiado costosas, el impacto no será solo financiero: las empresas peruanas podrían verse obligadas a frenar proyectos estratégicos o incluso a replantear sus ambiciones.
Además, el impacto de los aranceles no se limita a las empresas establecidas. En el ecosistema de start-ups, donde la agilidad y la innovación son esenciales, la falta de financiamiento puede ser letal. Los inversionistas, enfrentados a un panorama más incierto, tienden a ser más cautelosos con su capital. Sin las inyecciones de recursos que necesitan para crecer, muchas start-ups tecnológicas podrían ver truncadas sus ideas antes de siquiera llegar al mercado. Y esto no es solo una pérdida para los emprendedores, sino para el país, que depende de la innovación para diversificar su economía y crear empleo de calidad.
Sin embargo, este no es un momento para rendirse. Si algo nos ha enseñado la historia es que las crisis, aunque difíciles, también pueden abrir puertas. La adversidad obliga a pensar diferente. Por ejemplo, las empresas tecnológicas peruanas podrían diversificar sus proveedores, buscando alternativas en mercados menos afectados por los aranceles. También podrían apostar por la producción local de ciertos componentes o explorar modelos de economía circular para reducir su dependencia de las importaciones. En esa ruta, puede ser crucial explorar las posibilidades que ofrece la IA generativa.
Con todo, este es un llamado de atención para los que mueven el sector de la innovación tecnológica en el Perú. En lugar de solo observar cómo las tensiones comerciales afectan al país, habría que retomar nuevas medidas de fomento a la innovación y la adaptación tecnológica. Incentivar la creación de start-ups, facilitar el acceso al financiamiento y promover la colaboración público-privada en proyectos de innovación no solo ayudaría al sector tecnológico, sino que también fortalecería la economía en general.