Economistas observan efectos positivos para varios sectores de actividad en Uruguay y repercusiones indirectas vinculadas a la atracción de inversiones.
Redacción El País El gobierno argentino de Javier Milei puso fin ayer (si bien lo anunció el viernes a última hora) al cepo cambiario que limitaba a US$ 200 por mes la compra de dólares a particulares. Desde ayer rige un esquema de bandas de flotación similar al que tuvo Uruguay hasta junio de 2002 que implica que el dólar se mueva entre un "piso" de 1.000 y un "techo" de 1.400 pesos argentinos. ¿Qué efectos tendrá esto para Uruguay? El País consultó a analistas locales para ver las repercusiones.
Ya ayer el dólar aumentó xx% (ver nota aparte), cuando con el cepo cambiario lo hacía en forma controlada 1% por mes.
Según el análisis del economista jefe de Adcap Grupo FinancieroFederico Filippini, "el mercado recibirá positivamente este nuevo marco, ya que indica la disposición del gobierno a priorizar los fundamentos económicos por sobre los intereses electorales. Esperamos una mayor inflación, menor crecimiento y una mayor volatilidad en las tasas de interés, particularmente en el corto plazo".
Este grupo financiero argentino proyecta que "el tipo de cambio se estabilice por debajo de los 1.340 pesos argentinos en el mercado oficial, lo cual sería considerado un éxito por parte del gobierno".
"Aun así, es probable que haya cierta turbulencia en el corto plazo mientras el tipo de cambio busca un nuevo equilibrio", añadió Filippini.
Para el argentino Grupo Mariva "el gobierno (de Milei) parece dispuesto a asumir el precio de retrasar la desinflación para disipar las dudas sobre su capacidad de acumular reservas internacionales".
Según su análisis es esperable "un tipo de cambio oficial más alto (por encima del centro de las bandas), un mayor acceso a divisas para las empresas y condiciones más favorables para que los particulares operen tanto en el mercado oficial como en el financiero" y eso debería "conducir a una reducción significativa de la brecha cambiaria, cercana a cero".
Efectos en Uruguay
¿Cómo puede afectar este nuevo esquema cambiario a Uruguay? Parael economista José Antonio Licandro, esas son "buenas noticias" para Uruguay ya que si este regimen cambiario se mantiene, la brecha entre el dólar oficial y el blue sería cada vez menor, lo que evitaría la salida de uruguayos a hacer turismo de compras al país vecino.
Desde el año pasado, Argentina ya no se percibe tan barata para los uruguayos, ya que la brecha de precios entre ambos se normalizó. Según Licandro, este escenario continuará así y si bien el levantamiento del cepo cambiario no golpearía al comercio y al turismo en Uruguay, señaló que continuarán existiendo diferencias de precios en zonas fronterizas.
Por su parte, el economista Mathias Consolandich de la consultora Exante, resaltó que el levantamiento del cepo no es total y que aún existen restricciones. Por este motivo, consideró que Argentina está "lejos de un esquema de libre convertibilidad como el de Uruguay".
Sin embargo, remarcó que la estabilización de Argentina la volverá más competitiva, lo que repercutirá también en el sector inmobiliario y la industria manufacturera uruguaya.
Licandro sostuvo que la decisión del gobierno argentino busca bajar la inflación y adoptar un tipo de cambio libre a largo plazo. "El tipo de cambio seguiría funcionando como ancla para los precios", indicó.
Quien coincidió con las repercusiones positivas para Uruguay y la región fue el vicepresidente de la Unión de Exportadores (UE), Facundo Márquez. "La liberación de la moneda hace que Argentina reciba mayores inversiones", señaló.
Inversiones
La liberación del mercado de cambios en el vecino puede implicar una mayor atracción de inversiones en ese país, ya que permite a las empresas remitir sus utilidades al exterior y llevaría a afianzar el crecimiento economico.
Por su parte, Licandro sostuvo que Uruguay como socio comercial de Argentina, se beneficia de forma indrecta complementando el comercio vecino. "Uruguay nunca dejó de ser seguro", resaltó y agregó que este escenario produce una importante imagen de estabilidad en la región para los inversores.
En ese sentido, Consolandich sostuvo que las empresas contarán con una mayor libertad. "El desmantelamiento completo del cepo es condición necesaria para que Argentina pueda crecer de manera sostenida", afirmó.
En tanto, Licandro resaltó la consolidación de un superavit fiscal y una mayor estabilidad de la economía por parte del gobierno argentino, lo que incluso impulsaría a Milei hacia una posible reelección.
Márquez resaltó los beneficios en materia de importación de bienes y servicios por parte de Argentina. Además, observó la posibilidad de repatriar dividendos como un elemento positivo para la captación de inversiones en la región de forma indirecta. "Para Uruguay, la normalización de la región siempre es positiva", expresó.
Sin embargo, hizo hincapié en la importancia de seguir con atención el comportamiento del sector agrícola argentino ante la posibilidad de liquidar las divisas de exportaciones.
Los economistas estuvieron de acuerdo en que aún el escenario es complejo e inestable pero que la economía argentina se perfila hacia una mayor normalización de forma paulatina.
Acuerdo con el FMI
La decisión del gobierno argentino de terminar con el cepo cambiario está estrechamente relacionada con el prestamo otorgado por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$ 20.000 millones, que tiene previsto un primer desembolso de US$ 12.000 millones ahora y un total de US$ 15.000 millones de libre disponibilidad para fin de este año.
Licandro explicó que la eliminación del cepo cambiario se genera porque los regímenes de flotación le permiten a los países ser más flexibles ante shocks externos y que aquellos con tipo de cambio fijos están más expuestos a sufrir cambios de precios internacionales o movimientos de capital.
Por otra parte, consideró que en principio, la banda de flotación que puso el gobierno argentino es amplia y se seguirá ensanchando hasta lograr que a largo plazo el Banco Central no intervenga en el mercado de cambios.
Por su parte, Consolandich coincidió en que esta banda de flotación inicial es de un importante porcentaje y resaltó que el acuerdo con el FMI también implica desembolsos adicionales por parte de otros organismos multilaterales como el BancoMundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que tienen previstos unos US$ 6.000 millones y otros instrumentos con los que se prevén desembolsos por otros US$ 2.000 millones.
Como resultado del acuerdo, Argentina tendrá más reservas disponibles, lo que según el economista, es una parte fundamental del acuerdo ya que "le brinda al Banco Central la capacidad de atenuar la volatilidad que pueda haber en el tipo de cambio y mitigar los efectos sobre la inflación".
Por otra parte, Licandro señaló que la jornada de ayer tuvo señales positivas, tanto a nivel local como internacional, pero para que esto se mantenga requiere de que el Banco Central pueda sostener las reservas durante los próximos meses.