"La novicia rebelde" con un acento histórico
Desde el viernes 25 de abril y hasta el 10 de mayo, el destacado director español Emilio Sagi pondrá en escena este musical en el Teatro Municipal de Santiago. "Tiene un contenido profundo asociado a las repercusiones de los actos ciudadanos en la política", sostiene Sagi.
En Austria, en los años 30 del siglo pasado, Maria es una novicia que es contratada para hacerse cargo de la educación y el cuidado de los siete hijos del capitán Von Trapp, un viudo un tanto antipático y amargado por la reciente muerte de su esposa. Sin embargo, ella va devolviendo la alegría al hogar y se gana el cariño de los niños.
Basada en el libro de memorias "La historia de los cantantes de la familia Trapp", de Maria von Trapp, el musical "La novicia rebelde" se estrenó en 1959 y seis años más tarde su historia pasó a la pantalla grande y se convirtió en un clásico de Hollywood.
En 2025, el filme protagonizado por Julie Andrews y Christopher Plummer, cumple 60 años de vida, y en vista del aniversario el Teatro Municipal de Santiago decidió programar este título, desde el 25 de abril al 10 de mayo, con dos elencos de cantantes líricos y la Orquesta Filarmónica bajo la conducción de su director residente, Pedro-Pablo Prudencio. Entre otros solistas, las sopranos Vanessa Rojas y Camila Guggiana se alternarán en el papel de Maria, y los barítonos Javier Weibel y Patricio Sabaté darán vida al capitán Von Trapp (más información en www.municipal.cl).
"Cada vez es más común que las casas de ópera, a nivel mundial, programen musicales. Así lo hice en Francia con el montaje de 'El cantor de México', de Francis López, porque el director del Teatro Châtelet quería atraer nuevos públicos", señala en un palco del escenario de Agustinas el régisseur español Emilio Sagi.
Siguiendo esa línea de apertura hacia otros géneros, el profesional también estrenó este musical en 2009, en el teatro parisino, con el título de "The sound of music". Sagi señala que es prácticamente la misma producción que se verá en Chile, con sus inolvidables canciones en inglés, pero con algunos cambios significativos, "ya que todos los vestuarios y la escenografía fueron creados en los talleres del Municipal, por Pablo Núñez y Daniel Bianco. Es un poco un remake de lo que se hizo en París, donde tuvo un gran éxito: estuvo en el cartel más de un año y luego se repuso", dice.
"No fue una invasión"
La obra se sitúa en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis han tomado el poder en Austria, por lo que la familia Von Trapp emprende la huida. "En el musical ese contexto aparece un poco edulcorado y se deja de lado el pulso histórico y social del relato, pero ese es un aspecto que me interesa plasmar y así lo hice en París y lo haré en Santiago", comenta el exdirector del Teatro Real de Madrid, quien explica que puede parecer "cursi" el guion de una novicia que se casa con un capitán, "pero tiene un contenido profundo asociado a las repercusiones de los actos ciudadanos en la política. Austria votó por la anexión al Tercer Reich. No fue una invasión. Fue un voto político y, lamentablemente, eso tuvo una consecuencia tremenda: con miles de judíos deportados y fallecidos en campos de concentración".
El director de escena define al capitán Von Trapp como "un hombre consecuente, que se opone a la anexión. Al final queda patente su insumisión y cruza las montañas, con su familia, para ser libre. Me interesa mostrar al público una historia de amor muy bonita, familiar, llena de nostalgia, pero dentro de un contexto problemático".
El régisseur también destaca la música como uno de los factores que han contribuido a la supervivencia de la obra. "Las melodías son fantásticas, excepcionales. Te quedan en la cabeza, sobre todo las canciones del pastor solitario, el 'Do-Re-Mi' y 'Edelweiss'. Junto con ello, el musical es muy rico y tiene temas que no están en la película. En el musical, por ejemplo, cantan la baronesa y el tío Max".
En España, tanto la película como el musical se conocen con el nombre "Sonrisas y lágrimas", a diferencia de Chile, "y aunque me gusta el título con el que se nombra esta obra en Latinoamérica, para mí, la novicia no es muy rebelde. Al revés. La madre superiora le dice 'tienes que volver a la casa Von Trapp y buscar tu propia vida'. Maria, finalmente, acata", afirma Emilio Sagi, quien regresará al Teatro Municipal de Santiago, a partir del 7 de octubre para la régie de la ópera "Werther", de Massenet.
300 trajesPablo Núñez lleva varios meses diseñando el vestuario de esta producción. "Como son dos elencos, hay cerca de 300 trajes. Solo en los niños son 98 prendas y Maria se cambia diez veces a lo largo de todo el musical", comenta. Y añade que el trabajo "ha sido un tour de force para todo el taller de vestuario del Municipal".
El diseñador considera que estamos ante una obra muy realista que corresponde a un período histórico difícil. "Con el nazismo en ciernes. El año 1938, además, es una transición. Todavía no llegamos a la década del 40, con una mayor masculinización de la ropa de la mujer", dice. Para Pablo Núñez, el gran desafío en "La novicia rebelde" ha sido llegar "a un punto medio en el realismo: sin sobrepasarse, sin caer en un glamour o parecer muy pobre. La familia Von Trapp, además, era sobria. El capitán lo era, como exmilitar". Junto con ello, explica, el vestuario de los niños sufre un cambio y "eso se nota cuando Maria entra a la casa", señala el jefe del área de vestuario del Teatro Municipal.