Miércoles, 23 de Abril de 2025

Poderes en tiempos de caos

ColombiaEl Tiempo, Colombia 23 de abril de 2025

Ana Murillo
En un mundo de cambios acelerados, donde la palabra ‘transformación’ ya no es tendencia sino supervivencia, muchas empresas siguen apostando por lo mismo de siempre: eficiencia operativa, procesos más ajustados, recortes, tecnología

Ana Murillo
En un mundo de cambios acelerados, donde la palabra ‘transformación’ ya no es tendencia sino supervivencia, muchas empresas siguen apostando por lo mismo de siempre: eficiencia operativa, procesos más ajustados, recortes, tecnología. Pero, ¿y si la clave para prosperar hoy no estuviera solo en los márgenes, sino en algo más humano? Hablamos de la eficiencia emocional, ese activo que aún no aparece en los tableros financieros pero que sí se refleja en la productividad real, en la retención de talento y en la capacidad de una empresa para adaptarse sin romperse. El 80% de los trabajadores en Colombia experimentan estrés laboral crónico (Team Consultor 2024). El dato es contundente: estamos exigiendo resultados en contextos donde las personas están agotadas, confundidas y, en muchos casos, desconectadas emocionalmente de lo que hacen. Lo más crítico es que ese desgaste no solo afecta el bienestar individual, sino que impacta directamente los números del negocio. Y mientras tanto, el contexto no da tregua. Aunque la inversión en startups en Colombia mejoró en el 2024, las transacciones se redujeron 16% (Asociación de Capital Privado de América Latina, Lavca), dejando claro que ahora el mercado es más selectivo, se buscan inversiones con menos riesgo y apoyando portafolios existentes y con modelos probados en el mercado. Hoy, más allá que buscar unicornios, necesitamos empresas que avanzan con prudencia, que se preparan para los tiempos difíciles y que sobreviven en los entornos más hostiles porque han cultivado algo más valioso que la velocidad: la resiliencia. Necesitamos más liderazgo que parta de la resiliencia y del apoyo al cambio, bajando la ansiedad de los equipos y del flujo de caja cada vez más apretado, ayudando a navegar la tormenta de la geopolítica moderna y la incertidumbre que el super ciclo tecnológico (IA + Biotech + Internet de las cosas) está creando en nuestros contextos. En Colombia, donde más del 70% de las empresas son familiares y generan 60% del empleo formal (Centro de Investigación y Economía, Cien), este enfoque puede ser transformador. Porque el verdadero poder de estos negocios no está solo en su historia, sino en cómo conectan generaciones distintas para construir futuro. La integración generacional no es un tema soft: es una ventaja competitiva que pocas empresas están sabiendo aprovechar. Cuando los jóvenes traen nuevas ideas y los mayores aportan experiencia, el negocio gana perspectiva, agilidad y sentido, incluso el staff cost mejora, integrando generaciones y no buscando eficiencias a toda costa. Pero para que esto funcione, se necesita liderazgo consciente, con la capacidad de escuchar, traducir y conectar visiones distintas. Hoy más que nunca, estrategias más humanas y el liderazgo enfocado en la resiliencia son las nuevas ventajas competitivas. Las empresas que logren esa mezcla serán las que lideren no solo el mercado, sino el futuro.
Consultora. anita@lanerddelfuturo.com
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