Jueves, 24 de Abril de 2025

La reclusa que dio el discurso al Papa en la cárcel cuenta cómo ese episodio cambió su vida

ChileEl Mercurio, Chile 24 de abril de 2025

Durante su condena se convirtió al catolicismo. Desde hace cinco años está en libertad y, además de trabajar, hace charlas para contar su experiencia y demostrar que "uno comete errores, pero lo importante es darse cuenta y cambiar tu vida".

Una de las visitas que hizo el Papa Francisco durante su viaje a Chile en enero de 2018 fue una alegría para cientos de mujeres. Más de 400 privadas de libertad del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín recibieron al Sumo Pontífice por más de 40 minutos.
Esa fue la primera vez que Francisco visitó una cárcel de mujeres y las reclusas estuvieron muy expectantes de su llegada promovida por la hermana Nelly León, capellana del recinto.
Pero ella no fue la única impulsora. Una de las reclusas, Jeannette Zurita, le pidió en la celebración de Navidad a Ricardo Ezzati (en ese momento arzobispo de Santiago) que les regalara una visita de Francisco. En entrevista con "El Mercurio" cuenta cómo ese episodio le cambió la vida y dice que durante su condena en la cárcel renunció a su fe evangélica para convertirse en católica (en la capilla se bautizó, hizo la comunión y la confirmación).
"Él (Ezzati) siempre nos llevaba regalos (para Navidad) y justo ese año no nos llevó y se excusó. Y justo yo era la que tenía que darle la bienvenida y le dije que cuando su Santidad el Papa pise tierra chilena, lo trajera de regalo. El monseñor me dijo 'difícil lo que me pide, pero vamos a tratar de hacer todo lo posible'".
Un par de días después se enteró de que Francisco asistiría al recinto penitenciario y que ella sería la encargada de dar un discurso para el Pontífice. Lo recuerda emocionada y afirma que "el Papa fue la persona que miró a las personas del patio trasero, las personas privadas de libertad, las que estamos fuera de la sociedad (...). Nos marcó para bien a todas nosotras, porque nos sentimos visibilizadas por primera vez. Jamás nadie llega a verte a la cárcel, solamente los más cercanos, y llegó él". Y agrega que "nos dio una importancia, nos hizo sentir que valíamos realmente. Fue una experiencia que voy a atesorar".
Zurita dice que el discurso lo escribió en conjunto con la hermana Nelly León y que pese a las recomendaciones de la Santa Sede, decidieron mantener su versión original: "Mi discurso lo revisó el Vaticano y cuando me lo entregaron era otro discurso. Era totalmente frío y le dije a la madre Nelly que no lo iba a decir porque no me representa ni a mí ni a nadie. La madre lo leyó y me dijo: 'Ya, vas a decir tu discurso'".
En sus palabras al líder religioso, Zurita dijo que representar a las privadas de libertad era "una gran bendición" y reconoció que la cárcel es un lugar "muy ingrato": "No cualquier persona llega acá más que nuestras madres, los hijos, y uno que otro esposo (...). Se sufre, y aún más fuerte es el dolor no por estar encerrados, sino por estar lejos de los hijos".
Además, aprovechó de darle "infinitas gracias por estar aquí" al Pontífice y de disculparse por su condena: "Papa Francisco, pedimos perdón a los que hemos herido con nuestro delito. Sabemos que Dios nos perdona, pero también pedimos perdón a la sociedad".
No retroceder
Aunque su condena terminaba en 2025 (fue sentenciada a 15 años por tráfico de drogas), Zurita fue dejada en libertad en 2020 por buena conducta. Durante su presidio, estudió para ser esteticista y ahora se dedica a ello en una clínica estética de La Dehesa: "Desde que salí no he dejado de trabajar y me dedico a eso, me ha ido súper bien. Gracias a Dios cambié totalmente mi vida. El Papa fue un cambio total porque ya no podía retroceder, no puedo fallarle a toda esa gente que confió en mí y no puedo fallarme a mí misma tampoco".
Hoy, Zurita cuenta su historia en colegios, talleres y centros del Sename, "tratando de demostrar que las cosas se pueden cambiar, que de repente uno comete errores, pero lo importante es darse cuenta y cambiar tu vida".
Nelly León, también directora de la Fundación Mujer Levántate, asegura que Jeannette Zurita "cambió su vida después de la visita del Papa". Además, detalla que la visita también generó un espacio de pertenencia en la cárcel, que incluyó que las reclusas prepararan mil grullas de papel, así como mensajes en listones que colgaron del techo, entre otros.
La visita, dice, fue "un regalo" porque "la invisibilidad de las mujeres privadas de libertad y los hombres es tremenda".
Y agrega: "Era un Papa con corazón de madre, así que eso es lo que atesoramos".
Eso sí, al día siguiente de la visita papal, recuerda que las reclusas sintieron "un momento como de soledad, como de orfandad. Hubo una gran fiesta y se acabó la fiesta y se sentía que algo faltaba. Pero después, hablándolo con ellas mismas, sintieron un momento de Dios".
León dice que le harán un homenaje al Pontífice el Día de la Madre y destaca que cada 16 de enero celebran "el aniversario de la venida del Papa a visitarnos".
Además, Zurita y León tienen planificado asistir el 14 de diciembre al "Jubileo de los presos" en la Plaza de San Pedro, en Roma: "Nuestra intención (previa a la noticia) era saludarlo. Yo lo vi dos veces más estos últimos años y él me preguntó por ella (Zurita), que cómo estaba la mujer que le dio el discurso en la cárcel".
''Nos marcó para bien a todas nosotras, porque nos sentimos visibilizadas por primera vez. Jamás nadie llega a verte a la cárcel, solamente los más cercanos, y llegó él".
JEANNETTE ZURITA EXPRIVADA DE LIBERTAD
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