Domingo, 04 de Mayo de 2025

Justin Bieber, un ídolo de la música que no hace giras ni discos pero está en el centro de la polémica

UruguayEl País, Uruguay 29 de abril de 2025

El cantante canadiense ha realizado apariciones públicas donde se ha mostrado con actitudes que han preocupado a sus seguidores debido a peleas, fotos en la calle y actitudes controvertidas.

Victoria Molnar/ Buenos Aires
Es complejo de entender. Y tampoco fácil de explicar. Pero de lo que no cabe duda es de que Justin Bieber (London, Canadá, 31 años) está pasando por una época que no está entre las más brillantes de su vida. La dificultad reside en saber el porqué. Cierto es que ni él ni nadie, pese a fama y fortuna, es intocable a la enfermedad, la tristeza o los simples baches de la vida, pero también lo es que el artista podría estar en un momento de gloria: juventud, dinero, pareja estable, su primer hijo, una pausa laboral, nuevas y diferentes ideas en el horizonte, un cambio en sus equipos... Pero todo eso, precisamente, puede ser la causa de ese algo que le asedia.

Las apariciones públicas del cantante lo demuestran. Es una mezcla de todo: actitudes, peleas, miradas, declaraciones. El remate se ha producido en las dos últimas semanas. Tres videos suyos sorprendieron a muchos. Primero, de hace unos días, en un bar con varias estrípers y bailarinas, siendo consciente de que le grababan. Era el 27º cumpleaños de la rapera Janae Nierah Wherry, conocida como Sexyy Red, y él salió con ella en Los Ángeles para celebrarlo, vestido con un abrigo de piel y collares de oro, con un cigarrillo electrónico en una mano, perreando junto a la artista ante los móviles que lo apuntaban.


El segundo fue en Coachella, el mediático festival que se ha celebrado estos días en el desierto de California. Allí se le vio junto a su esposa, Hailey Bieber, con quien dio una fiesta tras el show de Lady Gaga. Y ahí un fan le captó en un concierto junto a su mujer y su hermano, Jaxon, de 15 años. Se le ve sin camiseta, bailando y fumando lo que parece marihuana. Entonces, Hailey aparta a Jaxon de Justin y se lo lleva hacia un lado del escenario.

En el tercer vídeo, se ve al cantante enfrentándose con unos fotógrafos al salir de una cafetería en Palm Springs, cerca del festival. "Lo único que os importa es el dinero, no los seres humanos", les espeta. "¡Dinero, dinero, dinero, dinero!", les grita sin parar. El viernes publicaba un vídeo en el que grababa a los paparasi que le esperaban en una de sus salidas: "Esto tiene que parar", escribía. "Me golpean desde todos los ángulos. Y no soy ninguna víctima. Me mudé a Los Ángeles sabiendo que aquí está jodido. Pero, ¿podemos alinearnos y cambiar esta mierda o vamos a dejar que estos malditos muchachos sigan tratándome como una mierda y no cambiaremos las leyes ni nada? La gente ha tenido que morir por esta mierda, la princesa Diana es la primera que me viene a la mente", denunciaba la persecución mediática en un mensaje publicado pocas horas después.


Sus maneras despreocupadas y adolescentoides en un país, Estados Unidos, tremendamente conservador con las costumbres familiares y donde puede pasar factura que un hombre adulto, con una carrera, casado y con un bebé de ocho meses, aparezca de manera tan pública consumiendo drogas y en actitud errática, ha alertado a sus seguidores, pero también a su entorno y a la prensa.

De tabloides como TMZ a clásicos del entretenimiento como The Hollywood Reporter, pasando por la revista People, se preguntan qué le pasa a Bieber y hablan con su entorno para intentar, con poco resultado, dar con un motivo. Pero todos parecen estar de acuerdo en el mal momento. "Enfrenta muchos demonios ahora mismo", dijo una fuente cercana en People. "Ha tomado decisiones muy malas, que han impactado en amistades, dinero y negocios. La gente está preocupada por él". En The Hollywood Reporter, un antiguo miembro de su equipo afirmaba: "Verle desintegrarse así es ver la encarnación de alguien que no está viviendo según su propósito. Está perdido. Nadie le protege porque no hay nadie que se atreva a decirle que no. Si le dices que no, te han reventado".


¿Qué ha pasado?

Probablemente, varias cosas. Una de ellas es que hace cuatro años que el canandiense no lanza disco. El último fue Justice, en marzo de 2021 (donde se incluía el que puede considerarse su último gran hit, "Peaches"). Si para junio no saca álbum, será la pausa profesional más larga de su carrera. También han pasado tres años desde su última canción, "Honest", junto al rapero Don Toliver, que pasó bastante desapercibida: Bieber tiene más de 15 canciones que han superado los mil millones de reproducciones en Spotify; esta tiene menos de 140 millones. Ese hiato profesional no es común para un artista de su talla.

Además, tampoco actua en directo: llevó Justice de gira solo a medias, ya que tuvo que cancelarla por una parálisis facial, algo que le ha pasado factura económica. Según The Hollywood Reporter, al no cumplir su contrato con la promotora, que le había pagado 40 millones de dólares de adelanto, tuvo que devolverle más de 20 millones.

Se podría decir que Bieber ha estado más centrado en su vida personal, huyendo del estrés, cosa que es cierto, en parte. En setiembre de 2019 se casó con la modelo, y el pasado agosto nació su primer hijo, Jack Blues. En sus siete años de relación, el cantante y la fundadora de la marca cosmética Rhode han visto cómo a menudo se hablaba de crisis en la pareja. En enero, él dejó de seguirla en redes sociales. Bieber salió a desmentir que hubiera sido así y lo achacó a que "alguien" lo había hecho.

A quien sí ha dejado de seguir y ha perdido en este tiempo es quien le ha acompañado y guiado durante años, su manager, Scooter Braun. Ya más empresario que agente, Braun dejó de representar a artistas como Demi Lovato o Ariana Grande en verano de 2023. También a Bieber. Le dejó de seguir en redes en enero, pese a que fueron de la mano desde que el artista tenía 13 años y empezó a colgar sus vídeos caseros en YouTube, y Braun le descubrió y lo lanzó a la fama global. Él supo dotarle de su aura de superestrella y acallar sus pecados, como cuando en 2014 fue detenido por conducir borracho. Además, fue Braun quien le prestó a Bieber esos 20 millones para cubrir los costes de la gira. Aún no los devolvió.

https://www.youtube.com/watch?v=fRh_vgS2dFE
Ambos están unidos también por una serie de personas que está complicadas. Tras descubrir a Bieber, Braun le puso en brazos de Usher para que le ayudara a crecer en ese ambiente; ahora, el canadiense ha dejado de seguir al rapero. Además, de ese mundillo también formaba parte Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, rapero y empresario encarcelado por cinco acusaciones: dos delitos de tráfico sexual, dos de transporte para ejercer la prostitución y uno de asociación ilícita. Tiene cientos de denuncias de hombres y mujeres de todo el país por acoso, abuso y violación, varios de ellos menores.

Se desconoce cómo ha sido la relación entre Combs y Bieber, pero sí que formó parte del rito de paso a la madurez del joven. Hay ciertos detalles: por ejemplo, que el canadiense pasó 48 horas con Combs cuando tenía 15 años, como contaron en un vídeo hace unos años que volvió a salir a la luz hace unos meses, tras los escándalos del rapero. También que celebraron algunos cumpleaños del joven juntos.

Más allá de detalles escabrosos cierto es que no hay muchos artistas como él, solistas jóvenes con largas carreras y bases amplias de fans. Es un arma de doble filo, por otro lado: él reconocía hace unas semanas que a veces se odia a sí mismo, que se siente "poco auténtico" y tiene "problemas de ira", pocos días después de hablar de su gran síndrome del impostor: "Siento que no estoy preparado y que no estoy cualificado la mayoría de los días". Por ahora, su refugio es la fe, que ha encontrado en una comunidad llamada Churchome en la acaudalada Beverly Hills. Comandada por un pastor de apenas 44 años llamado Judah Smith, que es, además, su guía espiritual, acude a sus servicios por Zoom y también en persona. "Hablamos y rezamos mucho, pensamos mucho juntos", contó Smith sobre su célebre parroquiano en una entrevista con The Daily Beast. Tienen tatuajes a juego. Según quienes les conocen, Smith influye enormemente en las decisiones vitales y profesionales del cantante. Habrá que esperar a ver cuánto dura esa influencia en la vida del volátil Justin Bieber.

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