En el final de la campaña el candidato del Frente Amplio marcó, en entrevista con El País, cuáles son sus prioridades. La lista es encabezada por atender la situación de las personas en situación de calle, las que se quintuplicaron, según sostiene, en el último quinquenio.
-¿Cómo viene transitando esta última semana de campaña hacia el 11 de mayo?-Con mucha expectativa. Empezamos a rodar muy temprano, en enero. Al contrario de lo que podíamos pensar en aquel momento, nos encontramos con mucho entusiasmo, producto de la victoria de
Yamandú. En esa primera recorrida que hicimos por el departamento nos encontramos mucho más gente de lo que pensábamos. Lógicamente, eso es una motivación. En los 32 municipios hemos visto una efervescencia, producto de la disputa territorial, que hizo que la campaña fuera mucho más movida. Creo que es unánime que la campaña nacional fue fría. Costó calentar los motores. Por suerte, en esta instancia, vimos a la militancia muy activa desde el inicio. Encaramos este tramo final pensando sinceramente que la elección no está ganada. Ni a nivel departamental, ni en los municipios. Hay que pelear el voto hasta al final. Creemos, no obstante, que la ciudadanía nos va a renovar la confianza, producto de estos veinte años de gestión.
-Las encuestas le vienen dando muy bien...-Siempre es mejor que te den bien a que te den mal, pero las tomamos como un insumo más. Entendemos que hay una cantidad de gente con la que tenemos que ir a conversar. Hay mucha gente nueva en Canelones. Crecimos 13% de un censo a otro. Es gente que pretende ser escuchada. En ese desafío estamos. Como yo digo: rompiendo la burbuja del
Frente Amplio y hablando con los vecinos en todas las instancias.
-¿Habría que reformular el sistema electoral?-Habría que repensarlo. Es un ciclo muy largo y, a veces, parece que estamos los cinco años de campaña. Yo empecé a trabajar en la interna con la campaña de Yamandú, y en enero del 2024 ya estábamos en la calle. Creo que perfectamente podría comprimirse todo el ciclo electoral en un año, y que la gente llegue menos fatigada a las elecciones departamentales.
-¿Fue lo mejor que el Frente Amplio concurriera a la elección en Canelones con un candidato único?-Es el único departamento en el que esto sucede. Lo que puedo decir es que hoy está toda la fuerza política en forma monolítica, con un despliegue muy grande y un esfuerzo militante realmente imponente.
-Del otro lado, en la Coalición Republicana, tienen tres candidatos. ¿Los ve como un bloque monolítico o como una alianza de intereses?-Entiendo que es un acuerdo electoral puntual. El Partido Colorado pretendía conformar coalición en los 19 departamentos. El Partido Nacional no, en la medida en que eso no le resultaba atractivo en los departamentos que, en los papeles, ya tenía ganados. Por otra lado, la votación del Frente Amplio en el interior hizo que hayan intentado una coalición de hecho, lo que ha sido un negocio redondo para el Partido Nacional.
-No pasa así en Canelones...-En Canelones no van con programa único. Además, tienen alguna cuestión interna. El Partido Colorado, el Frente Amplio y Cabildo Abierto están impulsando una ley de ingresos a las intendencias por concurso o sorteo. En su momento, el Partido Nacional bloqueó esa iniciativa, y ahora no la acompaña. Ahí tenemos al candidato colorado (Walter Cervini) impulsando el proyecto que puso sobre la mesa Adrián Peña en su momento, y al Partido Nacional que no lo viene acompañando. Tendrán que zanjar de alguna manera esa diferencia en la interna.
-Usted fue secretario general en la administración de Orsi en la intendencia. Acompañó los dos períodos de su gestión. El hoy presidente se retiró con altos niveles de aprobación. ¿Cree que corre con el caballo del comisario? ¿Cuánto habrá de continuidad y cuánto de cambio en su gestión, en caso de ganar?-Aprendí mucho de Yamandú y de
Marcos Carámbula. La vara está altísima. Venimos de dos intendentes con una muy buena aprobación. Yamandú se fue con un 65%, pero también venía con una aprendizaje como secretario general de Marcos. Fueron años de poner la casa en orden, hasta poder ver el crecimiento desplegado en el territorio. Aprendí mucho de ambos, y pretendemos volcar esa experiencia en la próxima gestión. Sobre todo esa cualidad, que tienen los dos, de formar equipos y darles confianza. Hay relevo, hay memoria institucional y hay con qué transitar una buena gestión. No sé si definirlo como el caballo del comisario. Sí entiendo que hay una continuidad y un aprendizaje natural de todo lo que se dio durante estos veinte años.
-¿Orsi en la intendencia tenía el mismo estilo o la manera de gestionar que muestra hoy en el gobierno nacional? Incluso en el Frente Amplio hay una percepción de muy pocas concreciones.-Van dos meses de gobierno. Lo que pasa es que empezaron a reclamarle resultados en los primeros cinco días. Ya se le planteaban soluciones para temas que llevarían un período solucionarlos, o que incluso trascienden un período de gobierno. A nosotros, en Canelones, se nos multiplicó por cinco la
gente en situación de calle en el último quinquenio. Revertir eso llevará tiempo. Además, tiene que ser a través de políticas nacionales, con la intendencia complementándolas. No se puede exigir resultados en sesenta días. Hay que dar tiempo. Es muy aventurado sacar conclusiones ahora. Tengo toda la confianza de que Yamandú va a hacer una gran presidencia, porque así lo hizo gobernando un departamento muy complejo. La confianza es total en que cerrará el quinquenio con una gran gestión.
-¿Se imagina recorrer el mismo camino que llevó adelante Orsi: secretario general, intendente, y después...?-No, no. Nunca oculté que quería ser intendente de Canelones. Lo sueño desde que tenía 15 años. Y hoy mi objetivo está en tener la mejor votación el 11 de mayo para obtener por quinta vez el gobierno departamental, la mayor cantidad de municipios en el departamento y hacer una buena gestión para tener en 2030 un departamento mejor aún que el que tenemos en 2025. Hasta allí llego.
-Mencionó el problema de la gente que está en situación de calle. La intendenta Gabriela Garrido recientemente ha tomado determinadas acciones, como la aplicación de la ley de faltas y el desalojo de "campamentos". ¿Piensa seguir por esa vía?-Hubo que tener un abordaje rápido. Tenemos 500 personas en situación de calle, según un relevamiento terminado en diciembre. El 40% reconoce que está en esa situación desde el último año. El 60% proviene de algún centro de reclusión. El 92% consume algún tipo de sustancia, principalmente pasta base. El diagnóstico es de una situación delicada, y requería un abordaje urgente. Se empezó por Las Piedras. Allí había la mayor cantidad de gente y una situación particular, como la vía. Ahora se está trabajando en Atlántida, en Pando y Canelones. En función de los resultados que se den, todas las políticas están para revisar. Por lo pronto, entendemos que en Las Piedras dieron buen resultado.
-¿Por dónde pasan las soluciones en el departamento?-Si pensamos que el 60% proviene de algún centro de reclusión, hay que dar oportunidades de reinserción. Mayor cantidad de refugios.
-¿La idea es sacarlos de la calle?-La idea es que vayan a los refugios y no estén pernoctando en la calle. Y, lógicamente, resolver el tema de la
delincuencia. Según las encuestas, lo primero que se le reclama a la Intendencia de Canelones es resolver el problema de la seguridad, que no sería una de sus competencias esenciales. Sin embargo, nos aparece como el primer reclamo desde hace tiempo. Hemos aportado con la adquisición de 1.800 cámaras de videovigilancia, un centro de monitoreo y la contratación de policías. Veo con buenos ojos retomar, con el nombre que sea, el Plan Siete Zonas. Logró bajar la criminalidad en 75%. Allí trabajaban en conjunto varios ministerios. Después, se quedó sin presupuesto. Creo que es el momento de replantearlo, dada la coyuntura que estamos viviendo hoy: gente en situación de calle y la ciudadanía reclamando que se resuelva el
tema de la seguridad.
-Los casos de Cecilia Cairo y de Rodrigo Arim ponen sobre la mesa el tema de la regulación de las viviendas. En Canelones ha sido histórico esto. ¿Se plantea alguna medida en ese sentido?-Nosotros estamos permanentemente fiscalizando, y lo vamos a seguir haciendo en este quinquenio que viene. También hacer un llamado a regularizar y que la gente tribute como tiene que tributar. Es básico. Tenemos una gran cantidad de construcciones nuevas en el departamento. Este crecimiento de población que mencionaba se expresa lógicamente en la construcción de viviendas, que tienen que ser regularizadas. Vamos a hacer una campaña en ese sentido,
incentivando a la regularización.
-¿En qué zonas se da en mayor proporción esta problemática de la falta de regularización?-Está en distintas zonas del departamento. Tenemos un equipo trabajando permanentemente en el territorio. Hicimos una intervención muy fuerte en la zona de Costa de Oro durante este quinquenio, en donde se les informó a los vecinos cómo sanear su titulación de sus inmuebles. Darles una mano en todo lo que tiene que ver con la regularización. Algún resultado ha dado, hay que seguir con ese trabajo.
-¿Cómo se imagina la noche del próximo domingo?-Me voy a levantar temprano, escuchar música y tomar un café, como todos los días. Generalmente voto acompañado de mi familia. Ese domingo no va a ser una excepción. Sí tengo planificado almorzar con Marcos (Carámbula) en Las Piedras al mediodía y después, esperar los resultados con tranquilidad y abrazarnos con la militancia al final del día, independientemente de cuáles sean esos resultados.
-¿Cuáles serán las dos primeras medidas que tomará en caso de ser electo?-A medida que fuimos viendo los datos del censo y detectando las problemáticas, las estamos abordando. Las principales medidas requieren un abordaje en conjunto con el gobierno nacional. Estamos hablando de la movilidad. Tuvimos una reunión con la ministra de Transporte, y nos pidió designar equipos técnicos para comenzar a trabajar junto a Montevideo. La idea es hacer un diagnóstico sobre cuál sería la mejor solución, y empezar a trabajar en ese sentido. También el saneamiento es una prioridad, y debe ser abordado junto al gobierno. Son temas que se imponen ante el crecimiento de la población. Siempre reiteramos que no pretendemos ningún privilegio por el hecho de que Yamandú saliera de Canelones al gobierno nacional. Pero sí vamos a reclamar cuestiones que son de estricta justicia. La coyuntura hace que las cuestiones de saneamiento, movilidad y personas en situación de calle tengan que ser abordadas, junto al gobierno nacional, de manera inmediata.
-A Canelones el gobierno de Luis Lacalle Pou lo discriminó a la hora de distribuir recursos, como denuncia la actual administración de Montevideo?-Creo que es un dato objetivo, ¿no? Se discontinuó el fondo metropolitano, que se había instrumentado con el aval del Congreso de Intendentes, para corregir las asimetrías en las transferencias del gobierno nacional. A Canelones se le habían otorgado
US$ 25 millones que iban destinados a obras. Va a ser un reclamo que va a estar planteando el gobierno de Canelones en el futuro.