El zaguero formado en la residencia mirasol y el volante campeón del mundo Sub 20 pasaron de estar relegados en la consideración del DT a ser piezas indiscutidas en el once que visitará a Bulo Bulo.
El fútbol tiene poco de memoria y mucho de dinamismo. Ignacio Sosa y Nahuel Herrera estaban casi descartados hace algunos meses, pero hoy son pilares del Peñarol de Diego Aguirre. Al comienzo de la temporada los planes parecían estar claros para el entrenador, que en la línea defensiva confiaba en la dupla integrada por Javier Méndez y Leo Coelho. La irregularidad en cuanto a resultados lo llevó a cambiar y darle lugar al propio Juan Rodríguez mientras esperaba por la recuperación de Gastón Silva.
De ser la cuarta opción y jugar en Tercera División, Herrera pasó a ser una pieza indiscutida del aurinegro a base de rendimientos. Y los números así lo evidencian. Lleva ocho partidos jugados en la temporada y ha marcado un gol.
Destaca por su precisión en los pases (81%) y promedia un total de siete recuperaciones por partido, que se suman a otros cinco despejes. En el Franzini tuvo una prueba maestra ante Maxi Gómez y sacó pecho en momentos complejos, sobre todo tras la expulsión de Coelho. Por su parte, Sosa hoy es sinónimo de constancia en Peñarol. En su momento fue la quinta opción en el puesto por detrás de Eduardo Darias, Rodrigo Pérez, Eric Remedi y Tomas Olase, pero hoy resulta difícil imaginar un Peñarol visitando a San Antonio Bulo Bulo sin él ocupando el eje. Promedia 10 recuperaciones por partido, un 81% en pases precisos y lleva ganados el 48% de los duelos en cancha, según estadísticas de SofaScore. El Mirasol encontró confianza en los pies de un juvenil formado en su residencia, y en un volante de 21 años.
El País, Uruguay
4 de mayo de 2025
