Dos jóvenes promesas se robaron los reflectores en una noche de tensión, drama y gloria entre Alajuelense y Saprissa.
Un giro inesperado marcó la previa de la vuelta en la final de segunda fase del Torneo Clausura 2025. Un virus estomacal dejó fuera al volante manudo Diego Campos, obligando a Óscar Ramírez a hacer un ajuste de última hora. El elegido fue Isaac Badilla, el "cachorro" de apenas 16 años, quien ya había mostrado su talento en el partido de ida al ingresar de cambio por Carlos Martínez.
En la acera del frente, Kenay Myrie, una de las joyas jóvenes de Saprissa, también recibió la confianza del técnico Paulo Wanchope y salió como titular, respaldado por sus destacadas actuaciones en los encuentros previos. Así se gestó un duelo indirecto pero emocionante, que ofreció un vistazo al futuro del clásico nacional... si es que las ofertas del exterior no llegan muy pronto.
Durante el primer tiempo, Myrie generó peligro con un cabezazo al minuto 45+2′, pero Washington Ortega salvó a la Liga con una gran intervención. El arquero rojinegro volvió a ser figura minutos después al detener un remate de Sebastián Acuña, cuando Saprissa presionaba fuerte antes del descanso.
Kenay fue sustituido al minuto 60′ por Gino Vivi, tras cumplir con una labor ofensiva constante. En tanto, Badilla mantuvo su temple hasta el final del encuentro, mostrando una madurez que sorprendió a propios y extraños.
Alajuelense clasificó y ahora enfrentará en el Morera Soto al Club Sport Herediano en la gran final del Clausura 2025.
El duelo entre Isaac Badilla y Kenay Myrie no solo fue una nota del partido, sino una señal de que el futuro del fútbol costarricense ya está aquí y promete emociones de sobra.