El nuevo hit sentimental de Marcos Carnevale llega a Netflix con estrellas y fórmula conocida

No hay quien le pida profundidad a una película de Marcos Carnevale, el más prolífico y popular de los directores argentinos y, aunque su cine no sea carne de festivales, el más internacional de los cineastas de su país.

Si alguien le exige a Carnevale que se apegue menos a los clisés, Corazón delator, su nueva película (¡la cuarta en tres años!), no le va a cumplir el reclamo: es pura fórmula.

Es una historia ya vista, contada en las tradiciones formales del cine comercial argentino, lo que no es necesariamente un mérito. Es una producción de Sony para Netflix, que la estrena hoy, y seguramente sea el plan de fin de semana de mucha gente. Y rápidamente se convertirá en lo más visto de la plataforma.

En esa categoría entra, precisamente, toda la carrera de Carnevale desde Elsa y Fred, la película que lo hizo notar. Desde entonces ha dirigido un montón de fenómenos de ese porte que, en general, se venden como pan caliente transformadas en franquicias globales.

Así, de Elsa y Fred (la historia de amor otoñal con China Zorrilla) se hizo una versión angloparlante con Shirley McLaine y Christopher Plummer. Corazón de León (la de Guillermo Francella chiquito) existe en el mundo como Amor sem medida, Mi pequeño gran hombre y Un homme à la hauteur. El propio Carnevale dirigiría una versión en Hollywood con Woody Harrelson como el galán de corta estatura.

Hasta El fútbol y yo, su comedia con Adrián Suar y Julieta Díaz, tiene una versión mexicana, Eres mi pasión.

Eso revela que Carnevale es muy sabio a la hora de convocar un sentir popular y universal. Su conflicto y su tono son de los que, por alguna razón, el público siempre anda buscando.

Como para sustentar eso, una filmografía más completa de sus grandes éxitos debería incluir Inseparables con Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna, Corazón loco (con Suar y Soledad Villamil y Gabriela Toscano), Más respeto que soy tu madre (un espanto con Florencia Peña y Diego Peretti) y sus dos anteriores películas para Netflix, Granizo y Goyo, de las que, para bien y para mal, se habló un montón cuando su estreno.

Se convirtieron en fenómenos regionales de la plataforma. Hay quienes las odiaron.

Muchas veces el fervor que despiertan las películas de Carnevale genera la reacción adversa del recelo. O el franco desdén de cinéfilos, snobs y superados que desprecian esta clase de películas cuando vienen de Argentina, pero las consumen cuando tienen otros acentos.

Carnevale nació en Inriville, una pequeña localidad cordobesa, en 1963. Su primera fascinación con el cine sería a través de Fellini, a quien, ha contado, enviaba cartas de fanático y de quien reprodujo la escena de la Fontana di Trevi de La Dolce Vita en Elsa y Fred. La influencia del maestro italiano en su cine está un poco velada.

Empezó trabajando en publicidad. Escribió guiones para televisión de éxitos como 099 Central, Padre Coraje y Soy gitano, y había debutado como director de películas con Noche de ronda, en 1997. Desde entonces, no ha parado de trabajar en cine, televisión y teatro.

Corazón delator es un Carnevale en estado de absoluta pureza, así que no va a conquistar nuevos adeptos, ni espantar a los de siempre.


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Ya la sinopsis oficial habla de las pretensiones de una película que "narra un amor que trasciende la muerte" y gira alrededor de Juan Manuel (Benjamín Vicuña), el prototípico yuppie de esta clase de películas: tirando a egoísta, competitivo, un poco obsesionado con el trabajo y que tiene una novia linda que lo quiere bien e interpreta la uruguaya Annasofía Facello.

Tras un infarto, recibe el corazón de Pedro, buen hombre y buen vecino de un barrio trabajador amenazado por una impiadosa gentrificación que pretende desalojar la zona para un emprendimiento frío y comercial. ¡Y que dirige el propio Juan Manuel!

Siguiendo el rastro de su donante, conoce a Valeria (Julieta Díaz), la viuda de Pedro y -a que no lo adivina-, se enamora de ella.

"Ocultando su identidad, lucha por salvar el barrio de Pedro, sin revelar que en su pecho late su corazón", dice el resumen enviado por Netflix.

Como es característica de este cine, hay muchas caras conocidas en el elenco: en papeles secundarios presentados con trazos gruesos están Peto Menahem, Gloria Carrá, Yayo Guridi y Bicho Gómez.

En Corazón delator pasa lo que solo pasa en las películas, sí, pero más en las películas de Carnevale, que tiende a combinar melodrama, algo de comedia y, para el caso, conciencia social. Alguien la resumió por ahí como "transplante, barrio y redención". Y es una buena definición de Corazón delator.