La nominada para liderar la embajada en Rusia ya estuvo al frente de otros destinos como China y Vietnam. Es una persona de confianza de Lucía Topolansky y cuya venia en 2018 no votó la oposición
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó ayer 12 designaciones para embajadas y organismos internacionales cuyas venias serán puestas a consideración del Parlamento. Entre ellas, la de María del Rosario Portell para que lidere la sede diplomática uruguaya en Rusia.
Su nombre ya ha generado polémica en períodos anteriores en los que el gobierno estuvo en manos del Frente Amplio. Tanto con la oposición como con funcionarios de carrera de la Cancillería.
En 2018 Portell, mujer de confianza de la ex vicepresidenta Lucía Topolansky, fue designada embajadora en Vietnam. Anteriormente durante el gobierno de José Mujicahabía liderado la representación diplomática en China.
En ese momento, cuando se trató su nombramiento en Vietnam, fue la única designación cuya venia la oposición de ese momento no votó. "Se trata de una embajadora no profesional", dijo previo a que se aprobara su venia el entonces senador del Partido Independiente, Pablo Mieres.
Portell que ingresó a la Cancillería en 2005 como subdirectora de Asuntos Económicos y que no cuenta con una carrera en Servicio Exterior fue cesada dos veces bajo administraciones del expresidente Tabaré Vázquez. Primero, en 2008, dudas sobre presuntas irregularidades en la feria de Zaragoza con el visado de participantes del stand uruguayo llevaron al entonces canciller, Gonzalo Fernández, a cesarla. Luego, en 2015, al asumir su segundo mandato Vázquez, decidió que regresara a Uruguay y dejara de ser embajadora en China.
Portell es una reconocida militante frenteamplista y en particular del Movimiento de Participación Popular (MPP) que si bien no ha participado de su actividad orgánica sí ha formado parte de diversos grupos de discusión sobre política exterior.
A poco de asumir la vicepresidencia en 2018 -luego de que renunciara Raúl Sendic- Topolansky le sugirió a Vázquez el nombre de Portell para cubrir la vacante que existía en Vietnam. En ese entonces, con un escenario político debilitado para el gobierno el entonces presidente tomó la recomendación de Topolansky y la nominó pese a que en dos oportunidades él mismo había firmado su cese.