El senador, secretario general del Partido Colorado y excandidato a la Presidencia por este partido, sostiene que en 2030, para las próximas municipales, la alianza con el Partido Nacional debe ser en todos los departamentos o en ninguno; reconoce que existen dudas sobre la conveniencia de un lama único en 2029; y habla de la designación de Ache como embajadoraCarlos
Protagonizó la
campaña más disruptiva, y sostiene que el tono de esta tuvo que ver con comprender que existe una "renovación". En este sentido, advierte que el FA ganó porque tiene bien posicionada su "marca", y que este camino es el que debe llevar adelante la
Coalición Republicana. Y adelanta que en las departamentales 2030 debe haber coalición en todos los departamentos o en ninguno.
-Con las municipales se puso fin al período electoral y con el Partido Colorado se pueden sacar algunas conclusiones: mantiene Rivera, es parte de la Coalición Republicana que gana en Salto, tuvo una magra votación en Montevideo -logró solo un edil- y en Artigas sacó menos votos que Cabildo Abierto. ¿Era lo que esperaban?-Esto es caso a caso. La evaluación hay que hacerla por departamento. Lo que sí está claro es que cuando vamos en coalición el resultado es mejor para todo el bloque. En Canelones, por ejemplo, sin haber votado globalmente tanto más, el hecho de ir en coalición nos reportó más lugares, pasando de uno a tres ediles; y conseguimos alcaldes, que no teníamos y que no hubiéramos tenido al ir solos. Entonces, empieza a haber aprendizajes, de los buenos y de los malos. Creo que nunca más Lavalleja va a ir a una elección departamental sin Coalición Republicana, porque está quemado con leche. Lo mismo Río Negro. Pero hay que ir más lejos: hay que hablar ya de un
acuerdo nacional. Entiendo que en la primera línea del Partido Nacional están todos de acuerdo en que debe ser así. Lo tuvimos que aprender de la forma más dura, sufriendo resultados que no deberíamos haber tenido. Esta generación es la que va a decidir si cambiamos o seguimos como estamos. Esa es la bisagra de nuestro tiempo.
-Hay dos decisiones para tomar, por lo menos: una es si la coalición va unida, con lema único, en 2029, en las nacionales; y la otra es cómo comparece en 2030 en las departamentales. ¿Esto se debe discutir todo junto?-No, porque 2030 es algo en lo que ya estamos todos de acuerdo.
-¿Quiénes son "todos"?-La enorme mayoría del partido.
-Sin embargo, en el Partido Nacional parece haber más de una posición al respecto, sobre todo por las diferencias planteadas por intendentes.-Eso es algo que hay que solucionar. En el período pasado fue
Tabaré Viera quien nos representó en la discusión, y lo hizo poniendo sobre la mesa una intendencia que ya parecía tener ganada, la de Rivera.
-Es cierto, pero una cosa es poner una intendencia arriba de la mesa y otra es el caso del Partido Nacional que debía poner unas 15.-Bueno, pero es la única que tenemos, y entiendo que fue un acto de generosidad grande. Viera y Adrián Peña fueron juntos y propusieron: "Cerquemos al Frente Amplio". Y es lo que hubiera pasado en Lavalleja y Río Negro si no íbamos separados.
-¿Esto es "arreglamos en todos los departamentos o en ninguno"?-Sí, acá no hay caso a caso.
-¿Tampoco en Montevideo?-Tampoco. Y volver para atrás en Salto, también. Porque las sociedades no pueden ser para lo que le conviene a un socio y no para lo que nos conviene a todos. Las reglas de juego no se aplican selectivamente. En 2030 hacemos Coalición Republicana en todo el país o en ningún lado, y asumimos todos los costos. Nosotros no podemos volver a tener, como hace 25 años tenemos, la discusión en cuanto a si algunos compañeros votan con el Partido Nacional en una coalición de hecho para evitar que gane el Frente Amplio.
-¿Lo ha hablado con dirigentes de primera línea del Partido Nacional?-Sí, y están todos de acuerdo.
-¿Luis Lacalle Pou también?-No voy a entrar en detalles de quién sí y quién no, pero lo he hablado con dirigentes de primera línea. Es que nunca estuvo ahí la negativa, sino en algunos intendentes. Pienso que el recambio generacional que se produjo en algunas intendencias va a permitir una mirada de futuro. Esta es una generación que vio al Frente Amplio (a nivel nacional) perder solo una vez, por un punto y en la hora. Es evidente que hay una situación que atender.
-También a nivel nacional...-Es que lo que hay que entender es que nosotros, desde los partidos, lo que tenemos que hacer es potenciar la marca Coalición Republicana. Y lo puedo decir acá sentado, con un cuadro de Batlle atrás mío. No son cosas contrapuestas. A mí no me hace menos batllista y menos colorado apostar a una coalición. Al contrario, me hace más colorado, porque la ética de la responsabilidad que nos define nos hace pensar en cómo volver al gobierno y cómo poder hacer cosas para la gente, y no estar condenados a una oposición, mirando al Frente Amplio hacer un desastre detrás de otro y seguir ganando, como pasa en Montevideo. Hay una frase de
Javier Milei que me gusta y que tiene que ver con esto. En Uruguay el gobierno que salió tenía casi un 60% de aprobación de cara al balotaje, y perdió. En Montevideo, el FA con el 35% de aprobación, ganó por 10 puntos. Lo que dice Milei es, señores, hace muchísimo tiempo que las gestiones no determinan el voto. El nuevo paradigma nos muestra que hacer las cosas bien, o muy bien, no te garantiza volver.
-Y tomando cómo válido este razonamiento, ¿cuál entiende que es la razón de que esto pase?-Una identidad, una referencia, un vínculo emocional de la gente con una marca, o con un concepto, como lo puede ser el Frente Amplio. Por eso yo entiendo que nosotros tenemos que potenciar el concepto Coalición Republicana, manteniendo las identidades internas igual de fuertes. Como pasa en el Frente Amplio, que tiene identidades internas bien diferentes: MPP, comunistas, socialistas. Todos sabemos quién es quién, y cómo se dan todos los días, pero puertas adentro; para afuera, juntos.
-No obstante, a la interna de su partido, Pedro Bordaberry ha planteado dudas en cuanto a conformar una Coalición Republicana a nivel nacional para competir en 2029, por entender que por separado la oferta puede ser más atractiva.-Pero esto va más allá de eso. Yo entiendo los reparos que se plantean en cuanto a 2029. Todo lo que se pueda decir al respecto tiene sus pros y sus contras, y son sumamente atendibles. Pero a la hora de gobernar, con o sin lema, es en coalición.
-Pero eso la gente ya lo sabe, es así desde que existe balotaje.-Pero
no está suficientemente potenciada la marca, el concepto. La Coalición Republicana tiene que tener una coordinación, una reunión semanal, o quincenal, con las cabezas de los partidos políticos sentándose a conversar. Estoy mirando muy de cerca la discusión dentro del Partido Nacional en cuanto al directorio, porque una vez se elija un presidente, es necesario ya empezar a trabajar. En principio no será vinculante, pero antes de decir nada, antes de votar nada, nos podemos decir las cosas entre nosotros.
-Habla de un concepto y de una marca, ¿pero cuáles son las ideas?-Me refiero, por ejemplo, a la identidad que se empezó a gestar en aquella reunión que tuvo antes de las internas de 2019 Sanguinetti con Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, y que creció con la idea de libertad que atravesó al anterior gobierno. Todos somos republicanos; claro que podemos tener nuestros matices, pero no es lo mismo que lo que pasa del otro lado, en el que no son todos republicanos y no todos creen en la libertad. Acá creemos todos. Si no no pueden estar acá. Hay valores que nos unen y que nos permiten gobernar juntos. Y esto funcionó muy bien en el gobierno pasado, y por eso hay un gobierno que se fue con una muy alta aprobación. Lamento que eso no haya llevado a un voto de la gente. Tenemos que entender que el Frente Amplio es muy bueno para juntar votos, aunque no lo sea para gobernar, por eso hemos tenido 100 días que han sido para el olvido. Si pido a alguien que me diga los mojones, me dirá que han sido todos problemas, todos escándalos.
-¿Más allá de los partidos, o mejor dicho de los bloques, no venimos de alguna manera acumulando escándalos? Marset, Astesiano, Penadés, antes lo que sucedió con el exministro colorado Germán Cardoso... ¿Estos elementos no tienen que ver, también, con la derrota de la coalición?-Creo que no. En cinco años es imposible no tener algo que genere un movimiento público, el tema es cómo reaccionás. Una cosa son cinco años y otra es que en 100 días se te caigan cuatro jerarcas y uno, Rodrigo Arim, lo tengas ahí temblequeando. Y a eso sumás la ausencia de rumbo. (Yamandú) Orsi dice en cuanto a la Caja de Profesionales que es razonable que no lo pague todo el mundo, pero después dice que todos tienen que poner algo. ¿En qué quedamos? En un momento esto se tiene que terminar. En un momento tenemos que hacer A o B. No creo que perdiéramos por lo que pasó, perdimos por no potenciar la marca.
-¿Pero entonces no debería haber una autocrítica, es solo un tema de marca?-Yo no digo que uno no pueda revisar lo que pasó, pero tampoco creo que haya que autoflagelarse. Hay cosas que quizá se podrían haber hecho diferente, pero no creo que hayan sido relevantes para el resultado, porque la gente valoró la gestión de la mejor manera. La prueba está en Montevideo. No importa quién es el candidato, no importa qué va a hacer; importa en qué cuadro juega, porque la gente se pone en modo hincha.
-¿Así no se subestima un poco al votante? Aquí estamos rodeados de cuadros y bustos de Batlle. Hay conceptos, por ejemplo, el papel del Estado en una sociedad, que quizá...-No, no, yo creo que eso no es algo masivo. Hay un público informado, un círculo rojo, pero no supera al 10% de la población. Ese es el que puede hacer ese razonamiento. El otro 90% no está en esa jugada. Tenemos que hablarle a ese 90%, y no al 10% que lee todo, y del que somos parte.
-Usted diseñó su campaña así.-Sí, porque entiendo que la política cambió.
-Pero tuvo éxito a nivel interno y no tanto a nivel nacional. E incluso a nivel de sectores, el otro sector, el de Bordaberry, consiguió mayor representación parlamentaria.-El de octubre para nosotros fue un gran triunfo. Subimos cuatro puntos con respecto a la pasada elección, pero además hay que tener en cuenta que cuando largamos en 2023 el partido lograba un 3%. Votamos 16% y no votamos más porque nos faltó estructura territorial.
-Pero alguna vez usted me dijo, en alguna entrevista, que la estructura territorial ya no era importante.-Es verdad. Fue así. Y aún creo que está perdiendo importancia, de hecho en la interna no la tuvo, ahora sí es cierto que las candidaturas locales al Parlamento, pesan. En Durazno, en octubre, la elección local de Diputados se definió por tres votos. Hubo una competencia puerta a puerta hasta los últimos días. El candidato nacional gravita menos cuando hay situaciones así. Pero es claro que logramos algo que nadie preveía para el Partido Colorado. Y acá hay un cambio: hoy es el tiempo de nuestra generación, y también es el tiempo de cuidar la renovación que pudimos conquistar.
-¿Frente a quién?-Frente al sistema, que quiere volver a lo de siempre.
-¿Bordaberry es el sistema?-No, yo no hablo de nadie en particular. De hecho yo hablo de esto desde antes que Bordaberry anunciara su regreso. La renovación ha sido la clave de mi campaña, en lo que respecta al partido y a la política uruguaya. Hay que asumir que los tiempos de hoy no son los tiempos de antes.
-Bordaberry, sin embargo, consiguió más representación parlamentaria...-La renovación ganó en votos en las internas y en octubre, después el reparto de bancas tiene que ver con otras cosas. La coalición republicana consiguió menos bancas que el Frente Amplio, pero unida votó más. Es lo mismo. No es un tema de votos. Es un tema de liga y de cómo se reparte.