Leyendas y compañeros de gira: Graciela Pal y Rodolfo Ranni hablan de obra que traerán a Uruguay

Graciela Pal y Rodolfo Ranni han hecho tanto cine, teatro, televisión. Han participado, por ejemplo, en algunos de los programas más rupturistas o exitosos; y a veces la dos cosas simultáneamente.

Ese trabajo que está mezclado por un cariño del público los ha mantenido en activo aún a los más de medio siglo de carrera. Ranni tiene 87 años y Pal, lo dice orgullosa, 78.

Ahora, en la tradición de las compañías que recuperan el espíritu de ambulante del teatro, están a punto de iniciar una pequeña gira nacional con La noche de la basura, comedia de Beto Gianola, en versión dirigida por el propio Ranni.

El viernes 6, la representarán en el Cine Helvético de Nueva Helvecia y el sábado en el Teatro Artigas de Trinidad. El domingo, a las 18.00 y a las 20.00 en el montevideano Teatro Stella, donde solo quedan entradas (en RedTickets) para la de las 18.00, la otra está agotada.

Esa expectativa generan sus nombres.

La obra se limita a la charla de un matrimonio, la noche del casamiento de su hijo. Mientras esperan que los llamen para decir que llegaron bien, la pareja empieza a revelar recelos, resentimiento y amor.

Además a ambos se los puede ver hoy en la cartelera de cine:Ranni está en Mazel Tov, la comedia de Adrián Suar y Pal en Mensaje en una botella con Benjamín Vicuña y Luisiana Lopilato.

Sobre la obra, su vida, el mundo del espectáculo y algo más, Pal y Ranni charlaron con El País.

Usted Ranni vino hace poco con Divino divorcio con Jessica Schultz...

Ranni: ¿Con Jessica? Puede ser sí. Es que la hice con tres actrices, Jessica fue la anteúltima; la última Esther Goris.

Pal: Como verás, él siempre se rodea de mujeres bellas.

Pero usted, Pal, si mal no recuerdo, la última vez que vino fue en 2011, con Cuando Harry conoció a Sally.

Pal: Sí. ¡Qué bien lo pasamos con Araceli (González), con Raúl (Taibo)! ¡Pasik! ¡Qué lindo!

Los dos han tenido temporadas increíbles...

Pal: Tengo muy buenos recuerdos...

Ranni: La vez pasada me encontré con Graciela Borges. Hacía 40 años que no nos veíamos. Trabajas con alguien y después no te ves.

Pal: Pero te ves y el cariño está intacto.

Ustedes trabajaron juntos en teatro en Los Martes Orquídeas pero, ¿cuándo se conocieron?

Ranni: De muy jóvenes. Ella es más joven que yo. Cuando llegaste de España, ¿vos qué edad tenías? ¿Veinte años?

Pal: 24...

Ranni: Desde esa época nos conocemos así que imaginate, Yo tengo 10 años más que ella así que hace que nos conocemos hace 60 años.

Pal: Yo tengo 78 años.

¿Cómo era esa época?

Ranni: Era otra cosa pero también tiene que ver con el momento de uno, con la edad, con lo que estás haciendo. Era una época donde había mucho trabajo, los actores estaban todos contentos porque hacíamos mucha televisión, cine, teatro y cosas, e ibas y salías. Buenos Aires en un momento fue una fiesta.Salías del teatro y las parrillas funcionaban hasta las siete de la mañana. Había bohemia, poetas, buen tango

¿Era más inocente?

Pal: Siempre hay de todo. Siempre hay gente que es genuina, inocente o más ingenua: somos los mismos, lo que cambian son los tiempos.

Ranni: Lo que pasa es que nosotros éramos jóvenes y tuvimos la fortuna de trabajar con nuestros referentes. Estaban Armando Discépolo, Luis Arata, Milagros de la Vega, Tita Merelo, Hugo del Carril, el padre de Graciela (el actor Pablo Palitos).

Pal: Hice mucha carrera al lado de mi papá en España.

Trabajaron con todos.

Ranni: Debuté en 1957 junto con Graciela Borges, quien vino a reemplazar a María Vaner en El bosque petrificado que hacíamos en el TeatroCandilejas. Graciela decía que tenía 17 pero tenía 14. Y mi segunda película fue conSandrini.

Pal: Todo era tan distinto.

Ranni: Me acuerdo que yo le decía a Pedro Quartucci cuando me contaba sus historias que cómo me hubiese gustado vivir en la época de ellos. Había una mística muy particular.

Pal: Yo lo viví en mi casa y era muy mágico.

¿Era inevitable para usted ser artista?

Pal: Inevitable. Los hermanos de papá eran bailarines, mi tía fue la profesora de danza de Antonio Gades. Y así crecí, no podía haber sido otra cosa.

Ranni: El padre no quería que fuera actriz.

Pal: Me llevó a España para que trabajara con él porque era la más la más chiquita, la más caprichosa, la más contenida, la más cuidada de sus tres niñas.

¿Y esos recelos paternos tenían fundamento? ¿Era peligroso el ambiente?

Pal: Eran miedos de padre, porque al ambiente nunca lo vi peligroso. Nunca tuve ningún disgusto, ningún ataque sexual, ninguna violencia.

Ranni: La gente fantasea. Trabajé en una compañía de seguros antes de vivir de mi profesión y lo que veía ahí, te digo que era bravísimo y no tenía nada que ver con nuestro ambiente. La gente cree que uno va de smoking al chino de la esquina. Tengo una chacra donde vivo hace años y una vez fui a la almacén con las alpargatas sucias de bosta de vaca y con una remera y delante mío había dos señoras muy paquetas. Y una dice "Mirá a Ranni" y la otra se da vuelta me mira de arriba a abajo y dice"Qué va a ser Ranni".

La noche de la basura es una obra a la que usted,Ranni siempre vuelve.

Ranni: ¡La hicimos hace 25 años con Ana Costa! Es una obra que a mí siempre me gustó mucho y para los productores es una obra cómoda porque son dos personas nada más. Y hoy en día se están cuidando mucho los costos. Pero fundamentalmente por el texto. Es una comedia neorealista italiana. Habla de los sentimientos, de los desencuentros de la pareja. La gente se identifica muchísimo con la obra y nosotros lo vemos, lo sentimos desde el escenario.

¿Y por qué con Graciela?

Ranni: Siempre que nos encontrábamos le decía que me gustaría hacer La noche de la basura con ella. Y por suerte se dio.

¿Cómo viven esto salir de gira?

Pal: La vivo rara pero muy contenta porque esta vez es con Rodolfo, somos amigos y nos reímos mucho. Eso es tan bueno para la vida, para la salud. Lo estoy viviendo muy lindo pero no siempre me gustan las giras. Soy muy de mi casa, de estar encerradita en mi casa. Pero estoy feliz.

¿Es cansador?

Ranni: Muy cansador, sí. Pero a mí me gusta mucho la gira. Te mantiene en movimiento. Uno va a pueblos, en los que hay gente que no ha salido nunca de allí y nunca soñó ni siquiera con ir a Buenos Aires a ver teatro. Entonces que vos le lleves el teatro a la vuelta de la casa es de un agradecimiento gigante.