pro y contra. Texto aprobado por el Congreso no es malo, pero omite mecanismos para incentivar la infraestructura en el sector, señala Ejecutivo. Norma contempla áreas que contarán con beneficios tributarios y condiciones para atraer inversiones privadas.
Por claudia inga martínez
En segunda votación y con más de 75 votos a favor, el Pleno del Congreso aprobó la nueva Ley General de Turismo, que ?según se detalla en el texto sustitutorio? busca promover, incentivar y regular el desarrollo sostenible y competitivo de la actividad turística, enfocada principalmente en el turismo y la artesanía. Esta propuesta recoge más de 10 proyectos de ley. El texto aprobado deberá ser enviado al Ejecutivo para su revisión.
Entre los puntos más destacados de la normativa se encuentra la creación de las Zonas Especiales de Desarrollo Turístico (ZEDT), que son áreas delimitadas que contarán con beneficios tributarios y condiciones especiales para atraer inversiones privadas.
En estos puntos se aplicarían reglas excepcionales en materia tributaria y aduanera. La identificación y evaluación técnica de las ZEDT recae en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
También se indica que quienes generen ingresos dentro de estas zonas tendrán beneficios del Impuesto a la Renta, los mismos que se dividirán en tres categorías de aplicación iniciando con 0% hasta el quinto año y alcanzando 15% en un plazo entre los años 10 y 15.
La ley también incorpora incentivos adicionales. Entre ellos, define la posibilidad de aplicar una depreciación acelerada de activos fijos a una tasa del 20% anual, lo que apunta a beneficiar a establecimientos de hospedaje, agencias de viaje, restaurantes y otros servicios relacionados con el turismo para reinvertir.
Así también el crédito tributario por reinversión, que permitirá a las empresas deducir hasta el 30% del monto reinvertido en la mejora de servicios turísticos, infraestructura y equipamiento.
?Puntos de vista?
De acuerdo con Juan Stoessel, gerente general de Casa Andina y vicepresidente de la Cámara de Turismo del Cusco, la ley que ha sido aprobada no es mala, pero no es lo que necesita el turismo para crecer.
?No digo que esté mal hecha porque hablamos de sostenibilidad, competitividad y descentralización. Hay algunos beneficios para pequeñas y medianas empresas como proteger áreas importantes del turismo, pero eso ya está en otras leyes?, comentó.
Destaca que en la norma se omiten temas no resueltos en este país en el sector. ?Cómo incentivar la infraestructura necesaria para atender a más turistas en puntos claves, cómo resolver el cuello de botella, en este cuasi monoproducto Machu Picchu. O cómo solucionar el manejo actual del Ministerio de Cultura y cómo realmente proteger todos los vestigios culturales, con inversión privada?, sostiene.
En contraste, Carlos Loayza, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, indica que están optimistas e ilusionados de que la ley haya podido tener luz verde y ser actualizada.
Loayza remarca que la normativa incluye temas importantes que marcarán un antes y un después como la creación de zonas especiales para el desarrollo turístico, donde hoy no existe inversión. Los beneficios tributarios que se aplicarán, agrega, permitirán que los inversionistas vean posibilidades.
Asimismo, destaca que la ley le da condición de unidad ejecutora al Mincetur, con lo que puede declarar que por interés turístico se necesitan ejecutar obras como accesos a los destinos y pedir recursos al gobierno, para que se pueda priorizar tener mayor posibilidad de que se cuente con mejores condiciones de infraestructura básica en las zonas turísticas.
EL DATO
Esta ley puede incentivar algunas pequeñas inversiones en turismo, pero se necesita más, señala Stoessel.
Loayza espera que en el reglamento de la ley se puedan precisar los aspectos laborales del sector.