Homenchenko: el jugador místico que se despidió sin deudas de su madre y palpita el duelo ante Real Madrid

"El desafío que tenía Pachuca era tal vez una vez en la vida". Eso fue lo que pasó por la cabeza de Santiago Homenchenko al momento de dejar España y arribar al equipo mexicano con el que, a partir del próximo 18 de junio, disputará el Mundial de Clubes 2025.


El estreno (19:00) será ante Salzburgo de Austria y cerrará ante Al Hilal de Arabia Saudita el 26 de junio (22:00), pero en el medio tanto el volante uruguayo como todo el plantel de los Tuzos vivirá una jornada inolvidable: enfrentar al Real Madrid.

El 22 de junio, cuando sean las 16:00 en Uruguay, la pelota comenzará a rodar en el Bank of America Stadium de Charlotte y allí estará Homenchenko para vivir un partido que ya se juega en su cabeza: "Es una emoción porque a veces no dimensiono lo que estoy jugando porque como la vida del futbolista es de mucha intensidad, no te da el tiempo para pensar lo que vas a hacer y contra quién vas a jugar", le dijo a Ovación.

"Hace poco disfrutaba del Mundial Sub 20, de la Copa Libertadores Sub 20, de Peñarol, con el tiempo le das más valor a las cosas. Por todo lo que genera en la gente, en tu familia, saber que vas a marcar a personas que mirabas por la tele, es todo positivo, si bien son rivales difíciles, estar en el primer Mundial de Clubes de la historia es increíble y sabés que tu nombre va a quedar ahí", agregó.

De hecho, Homenchenko ya planeó una estrategia para llevarse un recuerdo: "Antes de que arranque el partido le voy a decir a Valverde que me cambie la camiseta. No me gusta ser pesado, ni escribir antes, pero ahí le digo".

"Serás eterna", fue el mensaje que publicó Santiago Homenchenko el pasado 17 de abril en sus redes sociales, acompañado de tres imágenes junto a su madre que pocas horas antes había fallecido tras padecer cáncer durante mucho tiempo, como él mismo confesó.

"Yo siento que las personas que fallecen se van a un lugar mejor, entonces estoy tranquilo de no vivir eso de entrar a una sala de emergencias y ver a mi madre intubada como siempre me pasaba", reflexionó desde México.

Homenchenko se sinceró y afirmó: "Yo crecí haciendo el duelo y en estos 20 años sabía que cualquier mes no estaba más, no lo hice después que falleció, entonces cuando pasó yo ya sabía qué iba a pasar y que también era importante que no sufra. Le mandé un audio la noche anterior a fallecer porque quería que la vaya a ver, pero también quería que jugara. Me mandó un mensaje para el partido y al otro día no despertó".

"Yo hablaba con mi psicóloga, que de alguna manera arranqué ahora a vivir mi vida. Estoy tranquilo de todo lo que hice y cómo la peleamos todos estos años buscando sacar a flote algo que no tenía vuelta. Sé que no tengo ninguna deuda con ella, pero a medida que pasan los días, uno mira una foto y extraña. No tenemos nada que reclamarnos porque siempre fue amor puro y sano. Era duro verla todos los días con dolor desde chico, verla haciendo la quimioterapia y cómo se la bancaba, pero es un legado lindo que dejó para la familia de seguir creyendo hasta el final y así fue", sostuvo el mediocampista.

"Yo a veces me confundía y sentía como si fuera una persona grande y estoy equivocado porque soy chico y recién ahora lo estoy asumiendo. Con todo lo que viví con mi mamá, yo me sentía otra persona, tenía otra visión de la vida", confesó quien, pese a todo lo vivido, apenas tiene 21 años.

A esa edad, también, logró más de un título en su carrera porque alzó el Torneo Apertura con Plaza Colonia y Peñarol, la Copa Libertadores Sub 20 con el aurinegro y el Mundial Sub 20 con Uruguay. Y a eso hay que sumarle el título de Tercera División con el Patablanca y los títulos de Sub 19 con el Mirasol.

Es por todo eso que su madre siempre lo definió como "un jugador místico". "Soy una persona que trabaja mucho cuando nadie lo ve y siento que ahí sumo. Siempre he tenido esa buena suerte o merecimiento para salir campeón", afirmó.

Eso sí, tiene un pendiente en su lista y anhela tacharlo en un futuro: ser campeón del Uruguayo con la Primera División de Peñarol.

El 16 de diciembre de 2023 fue el último partido de Homenchenko en Peñarol y ahí cambió mucho más que lo deportivo para él. Se fue a España, defendió al Real Oviedo y al Mirandés y aunque sostiene que los uruguayos tenemos algo que es envidiable y que lo destaca todo el mundo, afirma: "Jugar en España me aportó desde lo táctico", También le cambió la vida porque por primera vez fue el encargado de las tareas en su hogar: "Soy muy histérico, me gusta que esté todo limpio, no contrato ni limpiadora, ni cocinera. La mano la tengo, es otro legado que me dejó mi madre".

"Cuando me fui a España me fui con mi expareja que era la novia que tuve toda mi vida, desde los 15, pero me hizo cambiar mucho porque era mi primera vez en todo. Cuando llegué a Peñarol, mis representantes tenían una casita y yo vivía ahí con otros jugadores. Yo no me quería ir porque además me servía para mostrarles el ejemplo a ellos de qué hacer para llegar a Primera y mismo cuando estaba en el plantel principal de Peñarol yo seguí viviendo ahí y cuando me fui a España fue la primera vez viviendo solo. Irte al extranjero te cambia. Destaco siempre el trabajo que hice con mi psicóloga, estando lejos de mi familia, para el período de adaptación".

"Hoy tengo muchos más conceptos, en Peñarol jugaba con el corazón. Mismo en México el fútbol es diferente y lo bueno que tengo es que haber estado en otros países me aportó mucho y agarro un poquito de todo al momento de jugar", afirmó el futbolista que puede ser volante central, pero que también se desempeña como zaguero.

"Me siento más cómodo delante de la línea de cuatro y de central aprendí a sentirme cómodo después del pasaje por la selección Sub 23, son los dos puestos fuertes que tengo", analizó e hizo hincapié en cómo lo ayudó ese torneo en el que fue dirigido por Marcelo Bielsa.

"Me llevó a un nivel hasta de compostura física que nunca había tenido, de agilidad que nunca había alcanzado. Bielsa es un estudioso del fútbol, te puede relajar pero con un fundamento, nunca de mala leche. Siempre busca sacarte lo mejor. Es una persona especial, pero lo hace por el hambre de victoria que tiene, cuando me fui para España le agradecí que me haya dado consejos y era un abuelo más como todos los abuelos", afirmó entre risas.

Con la ilusión de llegar algún día a la selección mayor de Uruguay, Homenchenko sabe que tiene que seguir trabajando para alcanzar esa meta, pero confía en que lo hecho en la Sub 20 y en la Sub 23 puede jugarle a favor a futuro.

Se fueron varios, pero llegó uno. La camada uruguaya del Pachuca se redujo cuando se concretó la salida de Guillermo Almada y de su cuerpo técnico en las últimas semanas lo que llevó al arribo de Jaime Lozano, pero en las últimas horas también se concretó la llegada del zaguero Federico Pereira al plantel y para Homenchenko eso siempre suma.

"Fue triste y raro, pero es parte de esto. Me movió por el lado de que Guille es uruguayo, su cuerpo técnico también, él me había llamado, me acompañó con lo de mi mamá, pero las relaciones profesionales no cambian las personales. Hay gente que opinó que no queríamos entrenar o que nos peleábamos con Guille y nada que ver, es un señor. Ahora con Jaime nos estamos conociendo y vamos a agarrar la idea de juego", afirmó.

Sobre el objetivo que está por delante del Mundial de Clubes sostuvo: "Nosotros vamos a competir. El grupo lo tiene implantando, lo demostraron en la Copa Intercontinental (donde los Tuzos vencieron a Botafogo y Al Ahly de Egipto). Acá la idea es ir a competirle al que venga porque el fútbol de hoy es tan cambiante que las diferencias son mínimas y el que plantee mejor el partido puede ganar". De paso afirmó que el partido recomendado para ver por Directv es el que los enfrentará ante Real Madrid, pero "si nos tienen fe", que también miren los otros.