Nuevas entregas de la escritora colombiana Piedad Bonnett

Poeta, novelista, dramaturga y crítica literaria, Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951) ha publicado una decena de libros de poemas y otros tantos volúmenes en prosa. Es prolífica y versátil. Y su obra es de excelencia, y se ha convertido en una de las autoras latinoamericanas más leídas en España. Su trayectoria fue reconocida en 2024 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
En narrativa, su título más reciente es "La mujer incierta"(Alfaguara, 2024), texto autobiográfico que estremece, pues rompe tabúes, explora y cuenta lo innombrable desde su propia experiencia como mujer y escritora. Acerca de este volumen, la periodista y novelista española Rosa Montero dijo: "Es un libro abrasador, valiente hasta la violencia, extraordinario, Piedad escribe desde el abismo e ilumina las sombras con un texto penetrante e imprescindible".
Lenguaje esencial
La prestigiosa editorial Visor, en tanto, acaba de publicar su nuevo poemario, "Los hombres de mi vida", sobre el cual señala en esta entrevista: "Fue un libro de poemas que concebí, extrañamente, desde el título. Este pretende ser un poco irónico, jugar con el cliché que encierra. En parte, se trata de un acercamiento incisivo al tema de lo masculino, pero también hay en él poemas que hablan de hombres entrañables para mí, como mi padre o mi hijo, o reminiscencias de algunos de esos amores antiguos que quedan para siempre engavetados en la memoria. Al final hay un grupo pequeño que denominé 'Poemas pandémicos'".
-¿Cómo logra conjugar la escritura de poesía, novela y ensayo?
"Uso lenguajes distintos porque cada uno me permite decir cosas distintas. El más esencial es el de la poesía, porque su condición metafórica permite ir a un lugar al que el lenguaje cotidiano jamás puede llegar y porque es capaz de ahondar mucho con muy pocas palabras. La novela, al contrario, se desarrolla in extenso , y de ella me gusta que me permite crear un armazón, a la vez que me exige un esfuerzo continuado para que este no se derrumbe. Me lleva a una deriva de meses y meses en que nado en una realidad 'otra', en un mundo ficticio que me obliga a imaginar dinámicas y conflictos ajenos pero que me atañen. Es fácil hacer el paso de la novela a los textos autobiográficos, porque estos se construyen con elementos muy similares, pero aquí el esfuerzo es otro: hay que dar sentido colectivo a lo íntimo, a lo personal. Y la confesión siempre da miedo".
"Finalmente -agrega-: no soy una ensayista pero quisiera serlo, porque me gusta pensar la realidad y afinar frente a ella mi mirada y mi juicio. Hasta ahora, ese género solo ha aflorado en textos muy cortos: en mis columnas y en algunas conferencias".
"No hay cicatriz, por brutal que parezca / que no encierre belleza. / Una historia puntual se cuenta en ella, / algún dolor" apuntó Piedad Bonnett en su poema Las cicatrices. Y sobre el dolor y el duelo profundizó en "Lo que no tiene nombre" (Alfaguara, 2013).
"La escritura de 'Lo que no tiene nombre' fue un esfuerzo por entender de qué magnitud fue el dolor que llevó a mi hijo al suicidio, por reflexionar en el tema del destino, que ya inquietaba a los griegos, y por dar una última vida a Daniel, valiéndome de la memoria. Pero también fue una declaración de principios sobre la dignidad del suicidio y de la enfermedad mental y una indagación sobre cómo se tramita un duelo".
Testimonio y ensayo
Sobre "La mujer incierta" dijo en una entrevista reciente que "no es un libro cronológico, sino que obedece a los vaivenes de la memoria". Sin duda, tiene un marcado carácter autobiográfico, pero la escritora puntualiza: "Yo creo que 'La mujer incierta' no es una autobiografía sino un libro que desde lo autobiográfico intenta penetrar en muchos aspectos de la realidad de mujeres de mi generación, y de las que me antecedieron y las que me siguen. Parto de plantear el conflicto entre la libertad y nuestros condicionamientos: clase social, educación, lugar de origen, tiempo que nos tocó vivir, pero siempre a través de temas como el matrimonio, el amor, el trabajo, la vocación, la relación con lo masculino, la escritura, la enfermedad y la muerte. Yo diría que es literatura testimonial con un componente ensayístico".
-¿Qué le parece que muchas y diversas mujeres se sientan retratadas en "La mujer incierta"?
"Mis lectoras, incluso algunas muy jóvenes, me han expresado que se han sentido tocadas por muchos de los temas que trato en este libro. Pero, aunque parezca raro, algunos hombres me han manifestado lo mismo. Yo no escribo para un determinado género. Aspiro a que lo que hago interese a cualquier lector, porque finalmente lo que intento es penetrar una época, una cultura, unas mentalidades".