Estos dispositivos son cada vez más frecuentes en los traslados de estupefacientes; investigan si compresores ya llegaron con la sustancia o fueron adulterados en Uruguay.
La
incautación de un cargamento de hachís y anfetaminas el domingo en el barrio
Los Bulevares solo es el comienzo de una larga investigación que podría tener vinculaciones con el
crimen organizado, según indicó el equipo fiscal durante la audiencia de formalización. Investigan si la mercadería llegó desde
Estados Unidos o si fue acondicionada en Uruguay. La droga tenía
dispositivos de geolocalización, que eran monitoreados por los delincuentes a distancia.
Policías del grupo PADO se encontraban patrullando el domingo a las 11:00 por la calle
Avenida Ideario Artiguista, esquina
Luis Eduardo Pérez, cuando vieron a cuatro personas cargando cajas en un camión que usualmente se utiliza para transportar troncos. Al acercarse, notaron un comportamiento nervioso, por lo que pidieron al dueño de la casa de la que extraían las cajas para hacer un registro.
Dentro de una de ellas había un
compresor de aire adulterado, semiabierto, sin el embalaje protector y con envoltorios de plomo en su interior. Al ver esto, los funcionarios detuvieron a los cuatro hombres el dueño de la casa, el camionero y dos hombres que ayudaban a cargar y se pasó a examinar la droga.
En total eran 20 cajas con cerca de 15 kilos de hachís cada una 300 kilos en total y más de seis kilos de
anfetaminas, que estaban acondicionados en bolsas ziploc y sobres. El cargamento está valuado en cerca de US$ 3 millones, según el equipo fiscal de Flagrancia de 7
o Turno, encargado del control de detención.
Posteriormente el caso pasó a la
Fiscalía de Estupefacientes de 4
o Turno, a cargo de Angelita Romano, aunque hasta la próxima semana estará siendo subrogada por Rodrigo Morosoli.
"Pronosticamos que es el inicio de una larga investigación", comenzó diciendo Morosoli en la audiencia en la que se imputó al dueño de la casa por
depósito de sustancias estupefacientes. Deberá cumplir 180 días de
prisión preventiva.
Para los otros tres hombres no se reunieron elementos suficientes, por lo que se les impuso únicamente medidas limitativas. Esto es la fijación de domicilio, entrega documentos de viaje y prohibición de salir del país.
Localizador de droga y el mercado del hachís
El mismo día de la incautación, mientras la sustancia estaba en la
Brigada de Narcóticos, un funcionario policial vio en su celular una alerta de la aplicación "Buscar" que le avisaba de la existencia de "airtags" dispositivos de geolocalización utilizados comúnmente para rastrear pertenencias cerca de su posición.
Al darse cuenta que no eran de ninguno de sus compañeros, comenzaron la búsqueda, encontrando cinco de ellos dentro de las cajas con droga. De esta forma, llegaron a la certeza de que las sustancias estaban siendo monitoreadas a la distancia por delincuentes.
Esta maniobra es cada vez más frecuente en el
transporte de droga, dijeron fuentes de la investigación a El País, ya que se emplea para que los involucrados en la transacción sepan con certeza dónde se encuentra la mercancía.
Conversaciones de WhatsApp entre el imputado y una persona que no ha sido identificada ayudaron a conocer detalles sobre la maniobra. "Escuchame una cosa, ¿mañana me traen la mercadería para mi casa o la tengo que ir a buscar a la dirección que me mandaste?", preguntó el imputado. "Sí. Si podés mañana levantala allá. Levantalo y pagame la log (logística)", le respondieron.
Durante la audiencia de formalización, el fiscal Morosoli explicó que la modalidad de triangulación de hachís "se está dando cada vez con más frecuencia" en Uruguay.
Recientemente se encontró un cargamento en Rocha y anteriormente se incautaron parlantes que llegaban desde
Estados Unidos con hachís en su interior para ser enviados a Brasil.
Según el fiscal, en Uruguay no hay hasta el momento un mercado en torno a esta sustancia, mientras que en Brasil sí. Se investiga en este caso si los compresores de aire llegaron a Uruguay también desde Estados Unidos, y en ese caso si lo hicieron con la droga en su interior o fueron acondicionados en Uruguay.
El destino del cargamento en este caso
Rivera hace presumir a los investigadores que cruzaría a la frontera seca para dirigirse al país norteño.
Con respecto a las anfetaminas, se aguarda por el resultado final de las pericias, ya que si bien inicialmente dieron positivo a este tipo de droga, la sustancia específica no estaba indexada en el sistema uruguayo, por lo que hasta el momento no se conoce de cuál se trata.