Dura primaria oficialista
Junto con acercarse las primarias del oficialismo, el tono de la campaña ha escalado a niveles inimaginados
Junto con acercarse las primarias del oficialismo, el tono de la campaña ha escalado a niveles inimaginados. Lo que empezó como una contienda deslavada se ha transformado en un enfrentamiento directo, particularmente en los debates de la última semana, donde Carolina Tohá -inicial favorita, hoy fuertemente amagada por Jeannette Jara, la postulante del PC- ha arremetido con fuerza contra sus contendores.
En efecto, la exministra del Interior y candidata del Socialismo Democrático ha endurecido su discurso, en especial contra Jara, a quien acusó -por cierto, certeramente- de representar a un sector que "donde ha gobernado en el mundo, ha cundido la pobreza". Esto, en el debate del lunes, organizado por The Clinic y radio Pauta. El mensaje no solo busca marcar diferencias ideológicas, sino también advertir que si Jara gana la primaria, podrían fortalecerse las opciones de los candidatos de oposición. Así por lo demás lo explicita una minuta del comando de la extitular de Interior, en la que se instruye promover la idea del voto útil, bajo la consigna de "si gana Jara, gana la derecha".
Por su parte, la abanderada comunista, quien llevaba semanas cuestionando los resultados de este gobierno en seguridad pública -una forma indirecta de atacar a Tohá-, ayer, en el debate de radio Cooperativa, insistió en ello, pero de forma menos sibilina, criticando ahora directamente el tono "autocomplaciente" de la extitular de Interior. Esta le recordó que ambas fueron ministras del mismo gabinete, por lo que no corresponde hablar "como si viniéramos llegando de Marte".
Gonzalo Winter, cuya campaña ha retomado las antiguas banderas frenteamplistas de críticas a la antigua Concertación y sus figuras, tampoco ha escapado a los dardos de Tohá: lo acusó de inmadurez política, criticando su diagnóstico en seguridad y su uso "caricaturesco" del legado concertacionista. Pero incluso Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, fue blanco de las críticas de la exministra, quien cuestionó su coherencia ideológica, recordando sus sucesivos cambios de militancia.
El nuevo tono asumido por Tohá es tanto una respuesta a los ataques previamente recibidos de parte de sus contendores como una muestra del nuevo estado de la carrera oficialista: si antes ella, como favorita, apostaba a reducir la intensidad de la confrontación, de modo de no generar heridas que pudieran afectar la unidad del sector en los comicios de noviembre, ahora, cuando el resultado se ha vuelto incierto, abraza la competencia abierta, aun a riesgo de acrecentar las tensiones en el oficialismo.
No está claro si el nuevo estilo le resultará eficaz, pero debe valorarse el que esta campaña, anodina como inicialmente se presentaba, esté hoy permitiendo conocer al menos parte de las profundas diferencias existentes entre los sectores que conforman la actual coalición de gobierno. Ello, aunque es probable que este sinceramiento lleve a muchos a preguntarse si existe realmente algo que una a estas distintas y enfrentadas fuerzas más allá del confesado miedo de perder el poder a manos de la derecha.
¿Qué une realmente a estas distintas y enfrentadas fuerzas?