Una delegación empresarial uruguaya participó de un foro en Indonesia, un país con una economía pujante al que le ven mucho potencial para hacer negocios.
Desde Indonesia El rezo musulmán se expande entre el intenso calor y la humedad de Yakarta. Las mezquitas están próximas entre sí y los parlantes no dejan de reverberar el llamado a la oración varias veces al día, al que acuden la gran mayoría de los indonesios. No obstante, también católicos e hindúes conviven en esta gran urbe, en la que prevalece la tolerancia religiosa y cultural y donde Uruguay busca estrechar lazos comerciales.
Indonesia es un archipiélago con 17.000 islas y muchos de sus paradisíacos lugares han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En la isla Bali, acaba de tener lugar el "Agribusiness Forum", donde una misión comercial organizada por las empresas Tafirel y Barraca Erro (del sector agrícola), con apoyo de la Embajada de Uruguay en Indonesia y la Cámara de Comercio de este país, Kadin, busca nuevos negocios.
Empresarios uruguayos que han formado parte de la delegación que llegó a Indonesia señalaron a El País que ven oportunidades de negocios, aunque reconocen las dificultades de las burocracias de ambos países.
Varios empresarios han llegado por primera vez a este destino exótico para Uruguay y admiten que el comercio es algo que lleva tiempo y varias visitas.
Recordaron que algo similar ocurrió con China, que de ser un "destino imposible", pasó a ser el principal socio comercial de Uruguay.
La economía de Indonesia
Por un lado, la economía de Indonesia viene en expansión y se estima que este año crecerá entre 4% y 5% es decir, por bastante por encima del promedio mundial, que se ubica en el orden del 2%, según organismos internacionales y cuenta además con una población mayoritariamente joven y muy dada a las nuevas tecnologías.
Por lo lado, esto contrasta con una pobreza fuertemente extendida, acompañada por una baja educación que, a pesar del fuerte crecimiento económico que vive el país, no ha logrado despegar.
En Yakarta, muchas personas humildes viven de la venta de comidas elaboradas por ellas mismas y de adornos típicos en los mercados. En el campo se suele trabajar en cultivos de arroz, organizados con frecuencia en sistemas cooperativistas en los que distribuyen las ganancias entre sí.
"La colaboración por encima de todo", dijo un indonesio que trabaja en unos cultivos de arroz en Bali, que El País recorrió junto con la misión comercial proveniente de Uruguay y Paraguay.
"Con el equivalente a US$ 500 se puede vivir en Yakarta. Es ajustado, pero más que duplica el sueldo mínimo, el cual varía de ciudad en ciudad", dijo a El País un joven de 28 años, nacido en el este de esa ciudad y que se ha mudado al sur, que es una zona donde están ubicadas las oficinas gubernamentales y públicas.
La desigualdad y la distribución de la riqueza es uno de los grandes desafíos del gobierno de Prabowo Subianto, quien se ha propuesto luchar contra el problema alimentario que aqueja a los más pobres, especialmente a los niños.
La política de mantenerse neutral
Indonesia cuenta generalmente con una participación bastante alta y voluntaria en sus elecciones presidenciales y una gran cantidad de partidos políticos.
Los candidatos suelen ganarse a los jóvenes votantes con intensas campañas a través de las redes sociales, en las que las promesas de mejoras son la constante. ´
Este país del sudeste asiático ha procurado mantenerse neutral ante los grandes conflictos mundiales, como la guerra entre Rusia y Ucrania y la escalada bélica desatada entre Israel e Irán, sintiendo cómo las grandes potencias tratan de llevarla para su lado.
"Indonesia sabe que tiene que ser neutral políticamente. Históricamente, su fortaleza ha sido mantener un balance en sus relaciones con los distintos países", comentó un integrante del gobierno a El País, en referencia también a la guerra comercial entre Estados Unidos y China que les preocupa.
La relación de Uruguay e Indonesia
Actualmente, los gobiernos de Uruguay y de Indonesia hacen esfuerzos para que las poblaciones de ambos países se acerquen desde el punto de vista cultural, artístico, científico y comercial.
Muchos uruguayos conocen Bali, Yakarta, Sumatra, pero aún es un destino atípico para el país.
En ese marco, Indonesia ha decidido facilitar el otorgamiento de sus visas y espera de una medida espejo por parte de Uruguay. Además, buscará desarrollar programas de intercambio de universitarios con Uruguay, los cuales ya ha puesto en vigor con éxito con Argentina. Así lo adelantaron a El País funcionarios del gobierno de Indonesia.
Uruguay tiene interés en aumentar el vínculo comercial con Indonesia, ya que hay mucho potencial. Actualmente el país exporta productos derivados de la madera, crustáceos, cueros, pero se busca que sea un mercado para carne y celulosa, los dos principales rubros de exportación del país.
A su vez, Uruguay compra del país asiático: calzado, aceite de coco, aceites de palma, plásticos, vehículos, autopartes, aceite para vehículos y llantas.
En enero de este año se dio un hito clave, ya que Uruguay obtuvo la Certificación Halal del gobierno de Indonesia, lo que le permitirá exportar productos alimenticios, en especial carne y lácteos.
Este certificado es un requisito comercial de las naciones musulmanas, ya que da certeza que el país exportador, en este caso Uruguay, respeta los símbolos islámicos y hace un uso correcto de sus recursos para la producción que exporta.
De todas maneras, faltan aún algunos otros trámites para que el país esté habilitado, lo que se estima será sobre finales de este año, según había dicho a El País el embajador de Indonesia (concurrente) en Uruguay, Sulaiman Syarif.
Una vez culminado el proceso, las empresas importadoras estatales indonesias podrán comprar productos alimenticios uruguayos y venderlos a las compañías privadas de su país.
Por otro lado, Indonesia y Mercosur iniciaron la negociación de la "Asociación Económica Integral" (M-CEPA, por su sigla en inglés) en 2021.
"Indonesia está lista para iniciar la primera ronda de negociaciones de ese acuerdo y alentamos a las autoridades de los países del Mercosur a tener nuestra misma visión para impulsar esa negociación. Somos complementarios en el comercio, no competimos, eso es bueno", había señalado Syarif.