Las nuevas metas tributarias, con revolcón a los impuestos
El objetivo de recaudar $19 billones con una única reforma tributaria en 2026, planteado por el ministro de Hacienda Germán Ávila Plazas durante la socialización del Marco Fiscal de Mediano Plazo, ha reavivado el debate sobre el rumbo del sistema impositivo colombiano y los temores de que se mire hacia los más vulnerables
El objetivo de recaudar $19 billones con una única reforma tributaria en 2026, planteado por el ministro de Hacienda Germán Ávila Plazas durante la socialización del Marco Fiscal de Mediano Plazo, ha reavivado el debate sobre el rumbo del sistema impositivo colombiano y los temores de que se mire hacia los más vulnerables. Pese a las declaraciones oficiales que aseguran que no se aplicará un IVA generalizado y que se protegerá a los hogares vulnerables, expertos advierten que las metas propuestas no solo son difíciles de alcanzar, sino que implicarían un ajuste estructural profundo en el esquema tributario. Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana, dice que la meta es técnicamente alcanzable, pero depende del detalle específico de los bienes gravados y las exenciones eliminadas, y explica que "hoy los beneficios fiscales más protuberantes los reciben los consumidores de bienes exentos del IVA, y son en su mayoría personas con altos niveles de ingreso". En su concepto, si se eliminan estas exenciones o se elevan las tarifas de ciertos bienes hacia la tarifa general, el impacto sería regresivo, pero focalizado en los sectores de mayores ingresos, aunque advierte que también existe el riesgo de un aumento en la evasión y la informalidad. Gustavo Pardo Ardila, socio de la firma Holland & Knight, asegura que la pretensión de recaudar esa cifra es irreal y sentencia que "la tributación combinada en Colombia supera el 70% si se suman los impuestos nacionales, territoriales y las cargas parafiscales. En esas condiciones, nadie se animaría a crear empresa". Sostiene que elevar aún más la carga tributaria es un camino "desacertado" que puede terminar afectando la generación de empleo, al tiempo que hace un llamado y pone sobre la mesa que "los colombianos debemos prepararnos para pedir que esta reforma no se apruebe. El Congreso es nuestra última esperanza". Uno de los frentes que mira el Gobierno es el impuesto al consumo (impoconsumo), que grava con el 8% a sectores como el de alimentos y bebidas. Según lo explicado desde Hacienda, se evalúa la posibilidad de armonizarlo con la estructura del IVA; para lograr un recaudo más eficiente. Omar Cabrera, gerente de servicios tributarios de PwC Colombia, señala que cualquier incremento en la tarifa implicará un impacto directo sobre el consumo y advierte que "el impoconsumo no es deducible como el IVA, por lo que trasladar ese costo al consumidor es inevitable". Para Cabrera, la estrategia más viable no pasa por subir tarifas, sino por reestructurar el sistema para hacerlo más neutro y progresivo. Lisandro Junco, exdirector de la Dian, admite que es posible alcanzar los $19 billones si hay una reforma bien diseñada, concertada políticamente y con una economía en recuperación. Sin embargo, alerta sobre los efectos negativos que podría tener eliminar incentivos como los dirigidos a energías limpias, el turismo, las mipymes o el comercio exterior; mientras subraya que "los cambios al IVA afectarían tanto a empresas como a ciudadanos, pero las pequeñas empresas serían las más golpeadas". Así las cosas, dice que el camino debe ser simplificar el sistema, fortalecer regímenes como el Simple, e incentivar la formalización. Entre tanto, Cristian Quiñónez, exsubdirector de Fiscalización de la Dian y actual socio de la firma Clevertax, también considera que el recaudo es viable, pero bajo una condición y es tocar el IVA, ya que "aunque el ministro diga lo contrario, todo apunta a que están contemplando subir tarifas y gravar algunos productos de la canasta familiar. De otra forma, no veo cómo se alcanzaría esa cifra". Advierte que eliminar beneficios tributarios para empresas puede ser una forma disfrazada de subir impuestos, ya que el incremento de costos se traslada a los consumidores y resume su punto de vista en que "cuando hay menos beneficios, hay más precios altos y menos inversión". En esa misma línea crítica, Quiñónez recuerda que el sistema tributario colombiano ha venido perdiendo equilibrio desde la reforma de 2022 y apunta que "la reforma más eficaz es la que no se hace. Necesitamos menos impuestos, más incentivos, atraer inversión y estimular el consumo. Solo así se puede lograr mayor recaudo sin sacrificar el crecimiento".
Desde el Ministerio de Hacienda dicen que el país necesita recursos, ya sea por medio de ajustes tributarios o con deuda, que es el otro frente en el que se está moviendo. Para ellos, los compromisos heredados no están dejando sacar avante los programas del Gobierno y debido a ello, se tienen que buscar salidas. También se habla de impuestos ambientales, como los aplicados al carbono, plaguicidas o vapeadores, que buscan reducir daños ecológicos y aumentar el recaudo. Desde Esguerra JHR, Jairo Higuita coincide en que el objetivo del Gobierno es difícilmente alcanzable sin un revolcón tributario que toque los sectores excluidos y aunque admite que el país está en mora de revisar los beneficios fiscales, ve con preocupación la posibilidad de igualar el impoconsumo con el IVA. "Eso elevaría los precios de bienes y servicios esenciales como alimentos o restaurantes, afectando el costo de vida", advierte este analista.