Tras un exitoso paso por Asia, la comparsa de los Silva abre su Casa Cultural para un festival de teatro infantil en vacaciones de julio. Celebran llevar el candombe al mundo y evalúan volver al Concurso Oficial.
Desde el aeropuerto de Osaka, prontos para emprender un largo regreso a casa tras participar en la Expo Osaka 2025, los hermanos Silva (Mathías, Wellington y Guillermo) siguen maravillados por la recepción del público japonés. Entre valijas y tambores, repasan esta inolvidable experiencia, que incluyó talleres decandombe, una gira con el Quinteto Barrio Sur que completan Hugo Fattoruso y Albana Barrocas y la formación de una cuerda de tambores asiática. Mientras aguardan el despegue, discuten qué camino tomará Cuareim 1080, la comparsa familiar, en el Carnaval 2026.
Ganas sobran, pero son conscientes de que el Concurso Oficial demanda un esfuerzo inmenso que quieren encarar con compromiso y responsabilidad. "Por suerte somos tres hermanos, entonces gana la mayoría. Estamos en esa discusión, viendo presupuestos. Queremos presentar un espectáculo de calidad", asegura a El País Mathías Silva, director de Cuareim 1080.
Invitados por Uruguay XXI, presentaron un espectáculo interactivo de media hora en el Día de Uruguay, celebrado el pasado 17 de junio. El show, que combinó pantallas, música y danza a cargo de las bailarinas Liz Aguirre y Naomi Kronberg, narró la historia de dos patrimonios inmateriales de nuestra cultura: el tango y el candombe.
"El público fue muy respetuoso y atento. Ellos tocan el taiko, tienen cultura de percusión, pero el candombe los sorprendió. Tiene un patrón musical, pero se toca con el corazón", dice. Los nipones se dejaron llevar por el ritmo y bailaron sin parar en cada presentación. No fue una sola: recorrieron varias ciudades en una gira junto a Yahiro Tomohiro, que integra el dúo Dos Orientales junto a Fattoruso.
También ofrecieron talleres y uno de los momentos más emotivos del viaje fue la creación de una cuerda de tambores con 15 japoneses que aprendieron los toques básicos del candombe en apenas tres clases.
"Nos sorprendió lo meticulosos que son. Estudian al detalle. Te preguntan, te piden que repitas, ensayan, practican", afirma sobre esta cuerda que bautizaron Cuareim 1080 Asia.
No es la primera vez que expanden el legado familiar: en Estados Unidos ya existe Cuareim 1080 Norte. Pero lo vivido en Japón promete no quedar ahí.
Cuareim 1080 Asia, La Cuerda De Tambores De Nipones "Hay planes dando vuelta que ojalá se concreten. A ellos les encantaría vivir la experiencia del Desfile de Llamadas", expresa. Hay antecedentes: la exembajadora de Japón Keiko Tanaka desfiló con Cuareim en un par de ocasiones, al igual que algunos de sus asistentes. "En una cena, el nuevo embajador, Okada Kenichi, nos dijo que quiere aprender a tocar", agrega.
De regreso en Montevideo, la comparsa también se prepara para abrir las puertas de su Casa Cultural ubicada en Carlos Gardel 1194 con una programación especial pensada para las vacaciones de julio (entradas en Redtickets). El 5 de julio harán un festibaile en Sala Show con música en vivo, y tienen una gira con el Quinteto Barrio Sur por Argentina.
Como si fuera poco, el viernes lanzaron su nuevo disco, El Embajador, en homenaje a Waldemar "Cachila" Silva, su histórico director. "Así le decían a mi padre, por llevar el género fuera de fronteras", explica Mathías sobre este álbum que recopila temas de los últimos dos años de la comparsa en Carnaval, con colaboraciones de artistas como Edú "Pitufo" Lombardo, Paola Dalto, Facundo Balta, Emiliano Brancciari, Hugo Fattoruso y Marcel Keoroglian.
"Todos amigos que fuimos cruzando en estos años y se sumaron de onda a este proyecto, producido por Juan Stainer", agrega.
Vacaciones de invierno a puro tambor y teatro
Cuareim 1080 vivirá unas vacaciones de invierno diferentes. Cederán su Casa Cultural esa que su madre, Margarita Barrios, soñó y concretó en 2012 para que el grupo Festi Peques realice un ciclo de teatro infantil del 1º al 4 de julio, con una obra distinta cada día: El videojuego mágico el martes, AlaClownddin el miércoles, Canciones: En busca de la canción perfecta el jueves y Una hormiga valiente el viernes.
"El tambor es la excusa para que el centro social se mueva", dice Silva sobre este espacio que también aloja talleres, una olla popular y un merendero.
En la previa a cada función, quienes visiten el espacio podrán recorrer una muestra con vestuario, trofeos e historia de la comparsa. En la entrada, además, habrá tambores disponibles para que los más curiosos puedan tocar mientras esperan.
Esta propuesta reavivó un sueño que tienen latente: sacar un Cuareim 1080 Junior, inspirado en aquella Morenada Junior que impulsó su abuelo. Será cuestión de tiempo.
El legado, la audacia y traspasar fronteras
Mathías Silva está convencido de que la esencia de Cuareim 1080 es la audacia, y que eso viene de su madre, Margarita Barrios, a quien define como una mujer innovadora. En los 90 fue pionera en crear canciones, vestuarios y puestas en escena para la comparsa, aunque en su momento no fue reconocida. "Nos transmitió la astucia", dice.
En 2004, motivados por los cineastas Sebastián Bednarik y Andrés Varela, que trabajaban en Contrafarsa, presentaron un espectáculo circense en el Teatro de Verano que marcó un antes y un después en la categoría. "Demostró que las comparsas podíamos elevar el nivel del espectáculo", sostiene.
Se sienten afortunados de poder viajar y ser embajadores de la cultura, un legado que viene de su padre, Cachila Silva. La clave del éxito del candombe, incluso en rincones insólitos como Japón, está en lo contagioso del ritmo: "Lo escuchás y tenés que moverte. No hay que explicarlo: invita a bailar y compartir", opina.
El candombe crece a paso firme, y Cuareim 1080 celebra no estar solos en esta expansión. Destaca el fenómeno de la Rueda de Candombe, que además de convocar multitudes, ha tenido gestos solidarios: "En un par de fechas pidieron que el público llevara alimentos para las ollas populares, incluida la nuestra. Se han portado tremendo".
Que el tambor siga abriendo caminos y cruzando fronteras les confirma que van por el buen camino. "Nos alegra que todas las aristas del candombe sigan explotando", resume, con pertenencia, orgullo y visión a futuro.