Sábado, 05 de Julio de 2025

Un acuerdo para proteger a la niñez

ColombiaEl Tiempo, Colombia 5 de julio de 2025

Nadie quisiera estar en el lugar del niño, niña o adolescente que sufre o que es usado para causar daño, que vive en un hogar con violencia, sin oportunidades

Nadie quisiera estar en el lugar del niño, niña o adolescente que sufre o que es usado para causar daño, que vive en un hogar con violencia, sin oportunidades. Muchos niños y niñas en Colombia nacen y crecen en entornos hostiles que les niegan a diario sus derechos fundamentales. Ese simple hecho debería movilizar la indignación nacional y ser detonador de un gran acuerdo para su protección. Ningún niño o niña nace para la violencia, pero aun así vemos cómo la niñez sigue siendo reclutada o utilizada por grupos armados, violentada de múltiples formas; cómo sus escuelas son atacadas o usadas como escudo o resguardo en medio de combates; o cómo se ven obligados a separarse de sus familias y abandonar sus territorios por el miedo. El último informe anual del secretario general de las Naciones Unidas sobre niñez y conflictos armados, publicado hace unos días, que cubre el periodo 2024, documenta 646 graves violaciones contra la niñez en Colombia, lo que evidencia un incremento en más del 40 % entre 2023 y 2024, tendencia que sigue al alza este 2025. Este informe contiene las cifras verificadas por Naciones Unidas de seis graves violaciones que ocurren en medio del conflicto armado colombiano, lo que no abarca la violencia cometida por bandas criminales u otros actores. El reclutamiento y utilización de la niñez es la violación más prevalente y la que mostró el mayor aumento: más del 60 %, con 450 casos verificados en 2024 de una tendencia que viene al alza desde 2019. Las cifras también evidencian un aumento del 18 % en la violencia sexual con 33 casos verificados; de 16 % en casos de asesinatos y mutilaciones con 78 casos; del 55 % en los ataques a escuelas y hospitales con 42 casos, y del 94 % en el uso de escuelas con fines militares, con 35 casos verificados en 2024. Sabemos que detrás de estas cifras, en especial las de reclutamiento, hay miles de infancias perdidas en la guerra, como lo señaló la Jurisdicción Especial para la Paz en su Caso 07, donde, además, quedó evidenciado que el reclutamiento y utilización es solo el primer crimen que se comete contra la niñez: una vez son parte de las estructuras armadas, sufren amenazas, torturas, malos tratos, violencia sexual y otros crímenes, sin la posibilidad de salir, de huir. La guerra los atrapa, afectando para siempre sus vidas. A esto se suma la angustia de familias que esperan, sin saber la suerte que corrieron sus hijos e hijas. Para ser reclutados o usados por grupos armados, con frecuencia, los niños y las niñas ya vienen de sufrir una vulneración previa de sus derechos en las familias o comunidades: violencia doméstica, pérdida del hogar, deserción escolar, entre otras. Todo ello sumado a una presencia limitada del Estado y a pocas oportunidades en sus territorios. Un acuerdo nacional en torno a la niñez implicaría el compromiso de múltiples actores para trabajar en su protección: de los grupos armados, que tienen que tomar las medidas necesarias para poner fin al reclutamiento y utilización de menores de 18 años y desvincular a aquellos que ya están en sus filas; del Estado, para fortalecer los mecanismos de protección en los municipios, aumentar su presencia y oferta institucional, e intervenir a tiempo en casos de riesgo; del sector privado, para crear y promover oportunidades de formación y laborales dignas a jóvenes de los territorios en riesgo; de los medios de comunicación, para propiciar debates informados, visibilizar las causas y consecuencias detrás del reclutamiento y el uso; de las familias y comunidades, para garantizar una crianza sin violencia, basada en el diálogo y el respeto mutuos. Sabemos que la solución no es solo punitiva. Lo que necesitan los niños, niñas y adolescentes, incluso aquellos que incurren en delitos -además de asumir las consecuencias de sus actos-, es protección, justicia restaurativa y oportunidades. Un acuerdo nacional por la niñez, con acciones concretas como las mencionadas, debería fundamentarse en el respeto a la Convención de los Derechos del Niño y del Código de Infancia y Adolescencia, pero también en un principio de humanidad: todos los niños y las niñas deberían ser protegidos como propios, y su sufrimiento, ser visto como colectivo: ¿cuándo el sufrimiento de la niñez nos va a indignar y llevar a actuar? * Representante de Unicef en Colombia
Acciones concretas
Tanya Chapuisat*
El reclutamiento es solo el primer crimen que se comete contra la niñez: una vez son parte de las estructuras armadas, sufren torturas, violencia sexual y otros crímenes.
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