Es una de las películas más importantes del año por muchos motivos: la atrevida Pecadores llegó a HBO Max

Aunque no hay unanimidad, pero sí entusiamo de la crítica (hay desde elogios desmesurados a reparos serios), no parece entrar en discusión la importancia de una película como Pecadores.

Para empezar es una nueva colaboración entre el director Ryan Coogler y la estrella Michael B. Jordan, una asociación que ya ha dado cinco películas incluyendo la que los presentó al mundo (Fruitvale Nation), la resurreción de una franquicia (la de Rocky con Creed) y dos Pantera Negra.

Pecadores, que estuvo en cines y acaba de estrenarse en Max y HBO, no se parece a ninguna de esas. Es una película de vampiros ambientada en el sur de Estados Unidos a comienzos de la década de 1930. Es, básicamente, una combinación de Encrucijada (aquella de Walter Hill sobre bluseros y pactos con el diablo) con Del crepúsculo al amanecer (en la que bailaba Salma Hayek, y Clooney y Tarantino quedaban a merced de unos vampiros en un boliche). Hay aires de John Carpenter.

Es, eso sí, una película de temática, despliegue y presupuesto ambiciosos. Fue compensada con críticas entusiastas, interesante taquilla (más de 360 millones de dólares en todo el mundo), un lugar destacado entre las películas de lo que va del año y hasta una temprana mención como candidata para los próximos Oscar.

Coogler fue por todo. Es una de vampiros, sí, pero también una celebración de la cultura afroestadounidense y una reflexión sobre el racismo y la apropiación cultural. Es una de terror, sí, pero también una de amor y una épica blusera. Su ambición quizás sea su principal debillidad, aunque para otros le juega a favor

La acción transcurre en Clarksdale, Mississippi, en 1932.A ese paraje de algodoneros feudalistas, mano de obra negra y explotada y el Ku Klux Klan en la vuelta, regresan los gemelos Smoke y Stack ambos interpretados por Michael B. Jordan con el plan de armar un boliche (un juke joint, en el original) para entretener a los cansados obreros. Como atracción musical contratan a Delta Slim (Delroy Lindo), un blusero dipsómano y, principalmente al primo Sammie (el debutante Miles Caton), el buenote hijo de un predicador, que tiene una fuerza sobrenatural cuando toca la guitarra.Parece inspirado en Robert Johnson, aunque en algún momento lo interpreta el legendario BuddyGuy.

La película empieza con Sammie llegando al servicio matinal de su padre, en un estado lamentable y aferrado al mango de su guitarra. Algo le pasó al chiquilín.

De ahí en más se ve la preparación, el reencuentro de los gemelos con viejos amores (Smoke con Annie, interpretada por Wunmi Mosaku, y Stack con Mary, Hailee Steinfeld) un par de personajes secundarios y, principalmente, la irrupción de un trío de blancos que quieren colarse a la fiesta y resultan ser tremendos vampiros. Eso explica el estado calamitoso con el que empieza el pobre Sammie y coreografías vampirescas.

Coogler acumula escenas e ideas incluso dentro y más allá de los créditos finales y eso amaga con hacer zozobrar el emprendimiento. Está diciendo cosas importantes y está claro que este es un proyecto caro para el director, pero su desmedida tiene contraindicaciones y algunas virtudes.

Las últimas están en la música del sueco Ludwig Göransson (que ganó Oscar por Pantera Negra y Oppenheimer y es de los pocos caucásicos del proyecto) y la fotografía de Autumn Durald Arkapaw, quien ya trabajó con Coogler en Pantera Negra: Wakanda Forever.

Ambos rubros se combinan magnifícamente en un número musical en el que Sammie convoca con su guitarra el presente, el pasado y el futuro de la música negra. Seguramente sea la escena por la que va a ser recordada Pecadores.

Su fuerza se va diluyendo cuando abandona a su suerte algunas ideas y personajes o, pensarán algunos, en los excesos gore del final, donde revela su verdadera esencia de película de vampiros.

Coogler es un narrador eficiente que sabe explotar la tensión, crear una llamativa puesta en escena y una experiencia cinematográfica atrevida, que parece hablar de cosas serias que se pierden en la espesura de intenciones. Era un riesgo.

Pecadores [* * * * ]
Título original: Sinners. Director, guion: Ryan Coogler. Directora de fotografía: Autumn Durald Arkapaw. Música: Ludwig Göransson. Con: Michael B. Jordan, Hailee Steinfeld, Miles Caton, Jack O'Connell, Wunmi Mosaku, Jayme Lawson, Omar Miller, Li Jun Li, Delroy Lindo. Duración: 138 minutos.
¿Dónde verla? Max y HBO.