Desde enero, nuevas regulaciones exigen a plataformas como Airbnb reportar datos de sus anfitriones a Hacienda. El riesgo de fiscalización y cobros retroactivos es ahora una realidad inminente.
Desde el 1.° de enero de 2025, las reglas del juego cambiaron para los miles de anfitriones que generan ingresos a través de plataformas digitales de hospedaje en Costa Rica. La implementación de un nuevo estándar internacional de la OCDE puso fin a la era de baja fiscalización para este creciente sector económico.
Bajo esta normativa, plataformas como Airbnb y Booking ahora están legalmente obligadas a suministrar al Ministerio de Hacienda información detallada de cada proveedor de servicios en el país. Estos reportes automáticos incluyen nombre completo, identificación, dirección, ingresos generados, número de reservas y los datos de las cuentas bancarias donde se reciben los pagos.
Según advierte el abogado tributario Gabriel Zamora Baudrit, las autoridades tributarias ya cuentan con los mecanismos para identificar automáticamente a los proveedores activos en estas plataformas. "El riesgo de fiscalización es real y creciente", afirmó el especialista.
Esta nueva capacidad de fiscalización trae consigo importantes repercusiones económicas para los anfitriones que no tengan su situación tributaria en regla. Quienes operan sin estar debidamente inscritos en Tributación y sin declarar sus ingresos enfrentan multas que pueden superar los tres salarios base, además del cobro de impuestos retroactivos.
Sanciones económicas
La Administración Tributaria ya inició con procesos de verificación. Los anfitriones que no hayan cumplido con sus obligaciones se exponen a dos tipos principales de cobros:
Adicionalmente, se podrán imponer multas por incumplimientos formales. "Las sanciones por omitir estas obligaciones pueden superar los tres salarios base y alcanzar hasta el 2% de los ingresos anuales, conforme al artículo 83 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios", detalló Zamora Baudrit.
¿Cómo regularizar la situación fiscal?
Ante este escenario, los especialistas recomiendan a los anfitriones que no estén al día tomar una serie de pasos para regularizar su situación y evitar sanciones mayores. El proceso incluye: