Sábado, 16 de Agosto de 2025

Fue figura de Canal 12, el humor la ayudó a transitar un duelo y asumirá un nuevo desafío en el Carnaval 2026

UruguayEl País, Uruguay 16 de agosto de 2025

Encontró el arte en un taller de stand up al que llegó a los 34 años, y fue su salvavidas en momentos críticos. Se metió en la tele y Carnaval, y ahora se probará en humoristas. De todo eso habló con El País.

Tiene la lágrima fácil y una sensibilidad extrema. Este Carnaval, Leticia Cohen lloró más de la cuenta cuando supo que Marixa Balli se había ofendido porque Los Muchachos la trataban de mufa en la parodia de El Potro Rodrigo, donde Cohen interpretaba a Beatriz Olave, madre del Potro. Prefirió no mirar LAM (América TV) porque le hacía "daño".

No va a terapia porque le da pudor "contar cosas reales", pero la risa ha sido su método de sanación. Termina a las carcajadas después de un llanto ahogado de tristeza. Un curso de stand up al que una compañera de trabajo la inscribió tras notar su talento marcó el inicio de su carrera como comediante a los 34 años. En esas clases encontró su vocación y, en el proceso, fue sanando la pérdida de su madre.


"Dormir y reír es lo que más me gusta. Ver que alegrás a alguien con algo que escribiste es hermoso", dice a El País mientras acaricia a un gato igual a Garfield, que pertenece a su vecina, Malena Muyala, pero pasa tanto tiempo en su casa que ya es familia.

Cohen está convencida de que fue su mamá quien le envió ese taller para rescatarla en el momento más crítico y hacer más llevadero el duelo, aunque todavía llore al nombrarla y conserve mucha de su ropa llena de recuerdos.

Su nombre sonó fuerte a fines de mayo, cuando decidió bajarse de Los Muchachos, el conjunto donde debutó con gloria en el Carnaval 2023: ganaron, ella salió Revelación a los 42 años y compartió el escenario con Lucía Rodríguez y Denise Casaux, a quienes conoció en La culpa es de Colón (Teledoce). Las tres se volvieron inseparables.

Dio un paso al costado porque estaba exhausta del ritmo ajetreado del Carnaval. En el medio, "pasaron cosas", dice para justificar su marcha atrás: la llamó Julio "Bicho" Yuane para invitarla a Los Chobys y no pudo negarse. "Soy fan. Fue un honor. Estoy cansada, pero, ¿y si no me vuelven a invitar? Descanso el año que viene, o no...", comenta, dejando ver una de sus señas típicas: la inseguridad.

Además, está por estrenar Amor en terapia intensiva, una comedia de Ignacio Novo, junto a Analaura Barreto y Sebastián González, que irá los viernes de setiembre y octubre en El Tinglado. Eso la tiene feliz aunque nerviosa: es la primera vez que no escribe y se sube al escenario sin las colonas.


Con ese quinteto de mujeres que completan Luciana Acuña y Cata Ferrand dice estar igual de cómoda sobre las tablas que cuando se juntan a chusmear. Sus amigas la sostienen y le hacen sentir que todo va a estar bien cuando piensa que quedó en blanco antes de subirse al Teatro de Verano. "¿Cómo no vas a saber la letra si hicimos más de 100 tablados?", le dice Denise; "no te preocupes, yo me la acuerdo", le comenta Lucía.

"Una te da la seguridad y la otra te dice que te salva. Todos los elencos te cubren, pero a ellas no me da vergüenza decirles: 'estoy tan nerviosa que me olvidé de todo'", se sincera.

Del desafío para el Carnaval 2026, el humor como antídoto, la nostalgia por La culpa es de Colón y más va estar charla con El País.

Te anotaste en la Facultad de Ciencias Económicas y no llegaste a terminar tercero, ¿hiciste algún otro curso o taller?
Hice de stand up y al terminar, uno de improvisación, porque sentía que necesitaba soltarme más, y ahí conocí a mi novio, Nacho Talavera. Hice un curso de Excel avanzado y no sé nada, y otro de maquilladora porque quería hacer máscaras como las de Agarrate Catalina en 2008. Hice maquillaje social, cuando llegué al artístico eran tres años y dejé. Me gustaría saber las cosas sin estudiar. Soy muy vaga.

¿El stand up te ayudó a sanar la pérdida de tu mamá?
Capaz que sí. Nunca lo pensé y me cuesta explicarlo. Siento que lo hice para salir de ese momento tan triste que estaba transitando. Estaba tratando de hacer algo que me distrajera y me llevó a encontrar lo que realmente me gusta, me divierte y me hace bien. Siento que era lo que tenía que decirme mi mamá: es por acá, te va a hacer bien.

Diste el salto a La culpa es de Colón y con la tele vino la propuesta de Los Muchachos, ¿fue un sí de entrada?
Llamaron a Denise primero y ella se juntó con el Vela Yern (dueño del conjunto, fallecido en 2024). A los pocos días me llama el Vela y me dice: "Me gustaría que escribas". Me junté y cuando terminamos la reunión, me dijo: "Me caíste bien, quiero que salgas". Nunca había pensado en salir en Carnaval, pero dije que sí porque siempre digo que sí y después pienso, "ay, cómo voy a hacer". Pero nunca me bajo. Además, estaban Denise y Lucía, me iba a divertir.

Contaste que lloraste mucho por la polémica con Marixa Balli, ¿tan mal la pasaste?
Estábamos en el club antes de la Liguilla, me empezaron a caer mensajes sobre lo que pasaba en LAM y no entendía nada. No vi los programas donde hablaron de nosotros porque me hace daño, soy muy sensible. Lo que hicimos fue recrear una época en la que se decía que daba mala suerte. Se llevó al extremo y me sentí re mal porque la gente te escribe cualquier cosa. Cuando empecé en Carnaval no leía los comentarios y cuando terminó, los vi e hice un show hablando de eso. Capaz que ahora podría ver los programas.

Y podrías hacer otro show...
No, pobre Marixa. Además soy fan. Cuando viajo a Buenos Aires voy a Avellaneda a ver si la veo en su local Xurama. Está en una esquina, tiene zapatos de colores. He ido los sábados y para mí que no va esos días.

Denise y vos se bajaron de Los Muchachos a la vez, ¿fue una decisión conjunta?
No, pero incide lo que haga la otra. Antes de bajarme hablé con ella y le dije: "si te morís por salir en Carnaval yo salgo", y ella hace lo mismo por mí.

¿Por qué te bajaste?
Me di cuenta de que estoy muy cansada porque empecé grande. No me tomo licencia en mi trabajo para hacer Carnaval. Pego la licencia a Turismo y me voy tres semanas a desenchufarme. El primer año era todo nuevo, el segundo me cansé más y este era: "no puedo más". Dije que quería descansar, pero no para siempre.

¿Qué pasó para que te convencieran Los Chobys?
Llamó el Bicho Yuane y yo soy fan. No podes decirles que no. Son muy graciosos. A nadie le pueden caer mal.

¿Fue un sí inmediato?
Lo pensé un mes y el mensaje empezaba: "Te juro que quiero descansar. Les digo que sí porque los amo y no me lo quiero perder porque capaz que no hay otra oportunidad". Estoy cansada, pero si no me vuelven a invitar... Tengo entendido que ensayan un poquito menos (se ríe).


¿Te tentaron de otros conjuntos?
Me preguntaron de un par, uno medio soslayado, el otro directo. Yo que soy muy insegura, que me digan que me quieren de tal lado ya me deja contenta.

Noche de amigas ha sido un éxito, ¿qué significa mantener ese grupo de las colonas activo, a pesar de no tener pantalla?
Tenemos una conexión re fuerte. Es increíble cómo siendo tan diferentes y con vidas tan distintas, siempre encontramos la forma de juntarnos, para viajar, chusmear o trabajar.

¿Las volvieron a tentar para hacer TV?
No, nos llamaron para ir juntas a filmar The Balls y fue muy divertido.

El ciclo de hombres sigue al aire, ¿te duele eso?
Vas entendiendo que es un trabajo y un negocio. Si las marcas prefieren más a los varones, siguen ellos. Me duele porque bajaron al grupo de mujeres. Pero para nosotras sigue siendo mucho más difícil. Se nos juzga mucho más por cómo nos vemos, lo que decimos. No veo nunca un comentario hacia un hombre que diga: "¿Cómo se puso eso que le marca la pancita?". Tenés que pasar muchos filtros. Es cansador, pero se puede. De hecho, cuando terminó el programa e hicimos la obra, se abrió el telón y parecía que se caía el estadio.

Estuviste en Fuego Sagrado, hacés teatro, shows... ¿Te gustaría vivir del arte?
Por el pasado de mis padres como feriantes, que si llueve una semana no tenés un peso, me pone nerviosa no tener un ingreso fijo. Por eso también sigo trabajando en una oficina, pero me encantaría vivir del arte.

¿Te animarías a dar el salto?
Creo que no. Somos muy pocos. El público es acotado, no hay mercado. Los programas son una temporada y quién sabe. Con tanta gente talentosa, no hay lugar para todos. Es difícil mantenerse.

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