Fentanilo mortal: la caída de un imperio que disfrutó de los vínculos políticos y judiciales
Detuvieron a Diego García Furfaro
La historia de los García Furfaro empezó a cambiar cuando la diligencia de un profesional del Hospital Italiano de La Plata comenzó a detectar algún patrón similar en algunas muertes que no se explicaban
Detuvieron a Diego García Furfaro
La historia de los García Furfaro empezó a cambiar cuando la diligencia de un profesional del Hospital Italiano de La Plata comenzó a detectar algún patrón similar en algunas muertes que no se explicaban. Todas habían sido medicadas con fentanilo de HLB Pharma. Pasaron más de 100 muertes y la Justicia decidió la detención de los dueños del laboratorio, entre ellos Ariel García Furfaro.
La caída de este imperio conformado por HLB, Laboratorios Ramallo y la droguería Alfarma significa mucho más que la detención de los responsables de producir la sustancia. Lo que ha sucedido es que esos gestores de la salud perdieron la protección judicial y política con la que llegaron hasta acá.
Es verdad que la detención de los Furfaro era algo que muchos descontaban dada la magnitud del caso, pero no menos cierto es que nadie llega donde ellos lo hicieron, a manejar millones, a expandir sus negocios en otros rubros y a ser proveedores predilectos de muchas administraciones públicas sin un fuerte sistema de emergencias y sin una red de vínculos que le permitan operar de manera sospechosa.
No es posible hacer negocios en un mercado regulado al extremo, como el de los medicamentos, sin tener aceitado el engranaje de las firmas que autorizan. Es decir, está bien que el que produjo la sustancia sea culpado, pero los grados de responsabilidad en los que los dejaron operar también se deben investigar.
Esa red de miradas cómplices se posaba, puntualmente, en Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) , un organismo descentralizado que se encuentra dentro del ámbito del Ministerio de Salud de la Nación. El organismo, autárquico y con jurisdicción en todo el país, es quien dejó que el fentanilo llegara a cada terapia intensiva a la que llego. Alguien, o varios, tuvieron alguna mirada nublada cuando controlaron a los laboratorios de García Furfaro.
Además, cuando las primeras víctimas aparecieron, no hubo la diligencia debida ni tampoco la comunicación necesaria como para que el opioide mortal no sea individualizado inmediatamente.
El agua siguió su curso hasta que un centenar de muertes movilizaron a una opinión pública que miraba las primeras decenas de muertes con total indiferencia. Cuando el tema se hizo tema central en la conversación argentina, pues vinieron las detenciones. Una encuesta realizada por Poliarquía , y publicada por LA NACION el domingo, dio cuenta que una amplia mayoría cree que los laboratorios que produjeron fentanilo adulterado contaron con protección política para operar sin controles. El el 68% considera "muy probable" que tuvieran esta protección, mientras que el 16% lo ve "posible" y solo 12% no cree que existiera tal situación.
Eso no es todo. Hubo una pregunta concreta sobre la actividad del laboratorio. " ¿Cree que hay vínculos entre los laboratorios involucrados y redes de narcotráfico o crimen organizado?" , preguntó Poliarquía. "Sí", contestó el 68%, y no, apenas el 14%.
Se abre, detrás del escándalo de las muertes por fentanilo, la duda sobre los vínculos de los laboratorios con el narcotráfico. Por ahora está claro qué producían y a quiénes les vendían. Gobernadores e intendentes tienen en sus tesorerías decenas de órdenes de compras a este laboratorio. El país le compraba a los Furfaro que producían a valores muy inferiores a los del mercado ¿Cómo lo hacían? Gambeteadores profesionales de la regulación, los controles, los impuestos y la competencia. Amigos en el poder y una vara de escrúpulos muy cerca del piso.
Pero, más allá de estas causas, pues la red que los lleva a las puertas de los narcotraficantes no es posible dejarla pasar sin investigarla. El fentanilo es la nueva epidemia de este tiempo en el mundo . Según un informe del Gobierno de Estados Unidos, para graficar el poder de la droga utilizó una comparación. La describen como la morfina por 90.
Ese mismo informe dice que con 2 miligramos de droga es posible encontrar la muerte, al punto de que un kilo de droga tiene el potencial de matar a 500.000 personas. El laboratorio HLB aún no puede explicar el faltante de poco más de cinco kilos de fentanilo.
En estos meses que sucedieron desde los primeros casos, los García Furfaro tuvieron tiempo para ocultar pruebas, moverse sin limitaciones, hacer desaparecer evidencias y hasta desviar la investigación con operaciones cruzadas.
Durante el tiempo de la expansión, el clan García Furfaro enlazó vínculos que ahora constituyen una red necesaria para entender el entramado de protección. Ariel García se valió de todo para acercarse al poder. En Catamarca prometió construir una planta farmacéuticas en Catamarca; en Chubut hizo lo propio con un tendido eléctrico con otra de sus empresas, Cables Epuyén, y así llegó a entablar relaciones con los gobernadores Raúl Jalil e Ignacio Torres.
La actividad hípica de los hermanos, era el stud con más carreras corridas en San Isidro en 2024, los llevó a estar cerca de Alfredo "Fredy" Lijo , hermano del excandidato a la Corte, Ariel, a quien le preveía fentanilo para uso veterinario.
Entre su camino estableció cercanía con Lázaro Báez y hasta compartieron el domicilio en algunas sociedades, todas con sede en la casa de la madre de los Furfaro, en un departamento en Caballito.
Llegaron a Paraguay y no anduvieron con vueltas. Fotos con el expresidente Horacio Cartes en su casa y sociedad con el hombre que estaba nominado a ser el embajador paraguayo en Estados Unidos.
Organizó viajes a Estados Unidos para jueces y fiscales y allá los agasajó en grande y dio fiestas de cumpleaños con invitados elegidos. Iban empresarios, jueces, sindicalistas y por supuesto, los políticos que le compraban productos. Fue cercano al poderoso barón del conurbano Mario Ishi y defendió a dos de los narcotraficantes más importantes de la argentina. Y si al álbum le faltaba una foto, la consiguió el año pasado en el Instituto Patria . Allí inmortalizó el momento con Cristina Kirchner , cuando todavía no existían los debates sobre la tobillera.