China logra reducir emisiones de CO {-2} con fuerte impulso a energías solar y eólica
Es la primera vez que una disminución se asocia exclusivamente con la expansión de fuentes limpias, que comienzan a reemplazar la generación basada en combustibles fósiles.
Por décadas, China ha sido el mayor contaminante mundial, responsable de alrededor del 30% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO {-2} ).
Sin embargo, un informe del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por su acrónimo en inglés) reveló que en el primer trimestre del año, las emisiones de CO {-2} del país cayeron 1,6%, pese a que el gigante asiático tuvo un aumento de 2,5% en la demanda de electricidad en el mismo período.
El estudio señala que lo anterior se explica, principalmente, por la masiva expansión de los parques solares y eólicos en China, que comienzan a ganar terreno frente a la generación basada en combustibles fósiles.
"En 2024, el gigante asiático instaló más paneles fotovoltaicos que toda la Unión Europea junta, lo que habla del impulso económico y la apuesta que se está haciendo", dice Eduardo Espinosa, investigador del Centro de Energía de la U. Católica de la Santísima Concepción.
Este cambio en China se ha dado principalmente en los últimos cinco años, tras décadas utilizando grandes cantidades de energía fósil para solventar un fuerte crecimiento industrial.
Reducción sin precedentes
A diferencia de otras ocasiones en que las emisiones de CO {-2} descendieron por razones coyunturales -como la caída en la actividad económica durante el covid-19-, esta baja ocurre mientras la economía y la demanda energética siguen al alza.
"El crecimiento de la producción de electricidad limpia superó por primera vez al aumento de la demanda, lo que permitió -incluso- reducir el uso de carbón y otros combustibles fósiles", señala el informe del CREA. Esto representa un punto de inflexión en la transición energética del país, que hasta hoy tenía dificultades para desacoplar el crecimiento económico de las emisiones contaminantes.
Luis Cifuentes, investigador del Centro Cambio Global UC, afirma que "esto es una buena noticia, porque China se comprometió a llegar al máximo de emisiones (de gases de efecto invernadero) para 2030, lo que significa que a partir de ahí comenzará a reducirlas".
Bajo ese contexto, el gobierno chino se ha fijado como meta lograr la carbononeutralidad en 2060. Para cumplirla, se han destinado miles de millones de dólares en inversiones para extender su capacidad de generación eléctrica renovable, así como en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, redes inteligentes y eficiencia energética.
A juicio de Espinosa, "los chinos serán muy agresivos en cuanto a la instalación de energías renovables. No obstante, tienen claro que no lograrán una matriz energética 100% renovable mientras no tengan un aseguramiento de la energía. Por tanto, tendrán un mix energético el tiempo que sea necesario".