La estrategia de la U para defenderse en la Conmebol

Luego de lo ocurrido la noche del miércoles en Avellaneda, ahora la disputa entre Independiente y Universidad de Chile será en los tribunales de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Al igual que los argentinos en la víspera, ayer una delegación del cuadro nacional acudió a la sede del organismo en Asunción, Paraguay, para enterarse de primera mano del expediente disciplinario que se abrió para investigar lo ocurrido y establecer sanciones. El asesor del club Mauricio Etcheverry está en tierras paraguayas junto con el abogado local Gerardo Acosta, quien lleva un tiempo trabajando con el club.
La tesis azul apunta a la responsabilidad de Independiente como organizador, algo que se sustenta en el informe del delegado paraguayo Michael Sánchez y los oficiales de seguridad Fabio Marcel (Brasil) y Nicolay Salazar (Colombia), quienes dieron cuenta de fallas en el operativo tanto de la policía argentina como del club rojo.
Las autoridades de la Conmebol critican la negativa de la policía a intervenir en el entretiempo, cuando había lanzamiento de proyectiles entre ambas hinchadas, "argumentando que el ingreso de la fuerza pública provocaría una tragedia y que dicha acción estaba descartada".
El delegado consigna que "la voz del estadio, sin instrucción mía, emitió una orden de desalojo de la bandeja superior (...) Minutos después, hinchas locales ingresaron a la bandeja superior, donde aún quedaban algunos hinchas visitantes rezagados, iniciándose una serie de agresiones con alto nivel de peligrosidad". Y profundiza que tras la suspensión, la policía explicó que su negativa a ingresar a la tribuna "era de ellos, cumpliendo protocolos internos de seguridad, a fin de impedir males mayores".
Sobre esto, las autoridades de la Conmebol puntualizan que "en la reunión de seguridad del día previo al partido, la policía local nunca dio a conocer el mencionado protocolo". Asistentes a esa cita indican que la presentación del plan de partido del club de Avellaneda "fue muy débil, poco concreta, sin demasiada información precisa".
En un aspecto que puede ser clave en la determinación de sanciones, el delegado indica que antes del compromiso se le pidió a Independiente que no hubiera hinchas locales en la tribuna inferior, pero que como las entradas ya estaban vendidas, "las autoridades locales y el propio club local se comprometían a reforzar la seguridad con guardias privados en la zona sur alta. No obstante, lo anterior no se cumplió".
Con todo esto, la Conmebol le atribuye a Independiente infracciones a distintos artículos y prácticamente los mismos cargos que se le formularon a Colo Colo en el partido ante Fortaleza, que terminó perdiendo 3-0 por secretaría, recordando que los clubes son responsables del comportamiento de sus hinchas y de las medidas de seguridad cuando son locales, en su calidad de organizador.
"Aquí, se diga lo que se diga, hubo y existió de parte del club organizador una mala planificación y ejecución de los planes del partido, así como una clara ausencia de guardias de seguridad y de policías", sostuvo Michael Clark, presidente de Azul Azul.
Eso sí, la U no queda exenta de culpas. La Conmebol investiga al club por el comportamiento de sus hinchas, lanzamiento de objetos, encender bengalas, uso de pirotecnia, agresiones, riñas, tumultos y otras faltas.
Pero lo más complicado es que el expediente menciona el artículo 27, referente a la reincidencia, lo cual puede agravar cualquier castigo que se le aplique al club nacional. Sin ir más lejos, hay otro expediente abierto por incidentes en el partido de ida y este año ya recibió multas durante la fase de grupos de la Copa Libertadores.
En otro plano, la ANFP accedió a la petición de los azules de suspender el partido de mañana ante Everton.