En su discurso por el Bicentenario de la Independencia, donde varios actores del oficialismo saludaron a sus adversarios, el presidente pidió "consideración por el que piensa distinto" y evitar la "tendencia mundial" de la descalificación.
Que el relacionamiento actual entre el gobierno de Yamandú Orsi-y la bancada oficialista- y la oposición -o "las oposiciones", como repiten en el Frente Amplio- atraviesa tal vez su peor momento desde el inicio de este periodo es un problema que no escapa a nadie en ambos bandos, y que es seguido con atención en la Torre Ejecutiva -pues se está a las puertas del tratamiento parlamentario del Presupuesto Quinquenal.
De alguna manera, y aunque se evite reconocerlo directamente, algunos de los énfasis que Orsi eligió para su discurso protocolar en Florida ayer 25 de agosto, en la celebración del Bicentenario de la Independencia, fueron interpretados en el sistema político como alusiones al menos indirectas al embrollo. Y la actividad institucional -que como todos los años se hizo al pie del puente de la ciudad, en Piedra Alta- también sirvió como instancia de saludos formales entre los principales actores del gobierno y los de la oposición, representada ayer por el expresidente Luis Lacalle Pou, por el senador colorado Andrés Ojeda (secretario general de su partido), los nacionalistas Javier García y Álvaro Delgado (presidente de los blancos) y el cabildante Guido Manini Ríos, además de varios legisladores.
Además de Orsi, por el gobierno participó la plana mayor: estaban gran parte de los ministros -Mario Lubetkin (Cancillería), Carlos Negro (Interior), Cristina Lustemberg (Salud Pública), Sandra Lazo (Defensa), Alfredo Fratti (Ganadería), Fernanda Cardona (Industria), Tamara Paseyro (Vivienda) y Lucía Etcheverry (Transporte)- y el secretario y prosecretario de Presidencia, Alejandro Sánchez y Jorge Díaz, respectivamente.
Con lo que hubo oportunidad de intercambios informales varios, y estrechamientos de mano a los que el gobierno prestó atención, como el de Díaz -que últimamente se ha encargado de la vocería del oficialismo para cuestionar el estado de situación fiscal heredado del gobierno blanco- a los expresidentes Lacalle Pou y Julio María Sanguinetti.
"Hoy, en un mundo complejo y desafiante, los orientales necesitamos estar más unidos que nunca", había escrito el prosecretario en su cuenta de X, minutos antes de ese momento.
Mensajes
La referencia a la calidad de la democracia uruguaya, un cliché en los discursos reflexivos y autorreferentes de la política local, fue de algún modo la tónica o el mensaje central de las dos exposiciones de ayer de mañana. El intendente de Florida, Carlos Enciso -que invitó otra vez al gobierno a aprovechar la infraestructura nacional y participar de la exportación de gas natural que Argentina busca enviar a Brasil- destacó, así, la "libertad" de un país que permite, por ejemplo, que un activista tome un micrófono para espetar consignas contra la Agenda 2030, como en ese momento lo estaba haciendo un hombre que ocupó el rol que hasta el año pasado asumía -y sin falta- el hoy diputado Gustavo Salle.
Y Orsi haría lo propio, aunque, en su caso, al aludir las fortalezas institucionales y políticas de un Estado que comenzó a funcionar como tal hace 195 años. Pero para mantener la democracia tal y como es respetada en todo el mundo, advirtió, hace falta el "compromiso" de valorarla y fortalecerla "todos los días". "Y para eso tenemos tarea -dijo el presidente-. La primera, por supuesto, en una democracia, es promover la tolerancia". Reconoció que, a veces, el umbral que la sostiene "baja un poco y eso dificulta mucho" el diálogo. "Que podamos escucharnos", agregó.
Por eso el llamado a bajar la pelota al piso: "Nosotros, quienes tenemos las tareas que tenemos, y desde la política, debemos promover con el ejemplo el respeto y la consideración por el que piensa distinto".
Esto ocurre en momentos en que el Parlamento analiza aplicar sanciones cruzadas, o directamente la suspensión -a pedido del oficialismo contra la oposición, y viceversa-, para los senadores Nicolás Viera (Frente Amplio) y Sebastián Da Silva (Partido Nacional), luego de protagonizar el fuerte altercado que interrumpió días atrás la interpelación al ministro Fratti. "No es gritando más fuerte, no es hablando de la persona, sino defendiendo ideas, con contundencia, con convicción" como deberían llevarse adelante las discusiones políticas, dijo Orsi casi como si se hubiera referido al episodio. "Debemos abandonar esa tentación que es de carácter mundial, de caer en calificar a las personas o en el exceso de adjetivos, o tan simple como el no querer escuchar lo que me quieren decir los otros", pidió.
La búsqueda de un diálogo sincero que lleve a entendimientos es una obsesión del primer mandatario. Pero lo cierto es que, más allá de las intenciones, el relacionamiento con blancos y colorados en el Parlamento hoy está casi cortado, sobre todo en el Senado, donde los partidos tradicionales se retiraron del ámbito de coordinación.
Consultado en rueda de prensa, luego de recorrer el museo Ernesto Alexandro junto con Enciso, Orsi afirmó que había "más de dos" maneras de buscar la vinculación con la oposición, además de las de la bancada y la Torre Ejecutiva. "Hay muchas más de lo que imaginamos, por suerte", dijo sonriendo y guiñando un ojo. Asamblea General - 100 años Palacio Legislativo | 25/08/2025 | República Oriental del Uruguay
Expresidentes
El acto patrio contó con la presencia de no solo decenas de dirigentes de todos los partidos, sino también de los expresidentes Luis Lacalle Pou y Julio María Sanguinetti, quienes posaron juntos con el actual primer mandatario, Yamandú Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse, y recibieron todos ellos una medalla de obsequio entregada por el intendente de Florida, Carlos Enciso. Estaba previsto que también participara el exmandatario Luis Alberto Lacalle Herrera, pero el martes pasado fue sometido a una operación en Buenos Aires y aún no recibió el alta médica, señalaron desde su entorno.
Himno Nacional durante festejos por los 100 años del Palacio Legislativo