Werner Herzog, el maestro más loco del cine con películas imposibles, peleas legendarias y una gran carrera

Cineasta de excesos, a veces con rodajes dantescos, y a la búsqueda insaciable de imágenes inéditas, Werner Herzog recibió el León de Oro a la Trayectoria en el Festival de Venecia.

Otro maestro del cine, Francis Ford Coppola, le entregó el galardón honorífico durante la ceremonia de apertura de la 82ª Mostra de Venecia.

Coppola recordó la relación de medio siglo que lo une a Herzog, y contó que fue gracias a él que el director alemán conoció a su actual esposa, Lena.

Según comentó, en una charla hace décadas en San Francisco, hablando de Herzog, dijo: "Si Werner tiene algún límite, yo no sé dónde".

Al subir al escenario, el alemán se dijo "emocionado" y afirmó que "no se lo esperaba".

"Yo quería ser un buen soldado del cine, y eso significa perseverancia, lealtad, valentía y sentido del deber", señaló, asegurando que siempre trabajó para poder llevar a la pantalla "algo trascendental".

El director de Aguirre, la irade Dios (1972), rodada en la selva peruana, resucitó el cine alemán con Volker Schlöndorff y Wim Wenders. Durante más de medio siglo, ha dirigido unas 70 películas entre ficciones y documentales.

Actor, escritor y director de óperas, Herzog, un heredero del romanticismo alemán, quería filmar los excesos de la creación y el caos que habita el corazón de los hombres.

Excampeón de salto de esquí, ha recorrido el planeta y a veces hasta puso en riesgo su vida para explorar volcanes o incluso para filmar una película: hizo que elevaran un barco de 300 toneladas por encima de una montaña en Fitzcarraldo. O que sus actores actuaran hipnotizados en Corazón de cristal (1976) o rodeados de ratas (Nosferatu, 1978) e incluso se comió sus zapatos -tras hervirlos por cinco horas- por haber perdido una apuesta.

Pero la más salvaje de sus aventuras seguirá siendo su relación con Klaus Kinski, un actor demencial, de carácter explosivo, con quien rodó cinco películas. Además de Aguirre y Fitzcarraldo (Mejor Dirección en Cannes en 1982) y F hicieron juntos Nosferatu, Woyzeck (1979) y Cobra Verde (1987).

"Nuestra confrontación alcanzaba niveles insostenibles, pero era productiva en la pantalla. Yo también hubiera podido morir por él", declaró Herzog en el documental Mi enemigo más querido, dedicado a su sulfurosa relación.

Herzog nació el 5 de setiembre de 1942 en Múnich. Dos semanas después, un bombardeo obligó a su familia a mudarse a las montañas de Baviera. Creció sin padre -desaparecido después de que lo hicieran prisionero de guerra- y en una pobreza extrema.

Con 12 años regresó a Múnich, con el convencimiento de que algún día sería cineasta: se formó solo, con un pequeño manual de director. A los 15 rodó su primer cortometraje con una cámara robada.

Su primer largo,Signos de vida (1968), fue premiado con el Oso de Plata en Berlín. En su historia, la de un soldado alemán que se volvió loco a fuerza de vigilar un depósito de armas en Grecia, la crítica Lotte Eisner vio una "renovación del cine alemán".

Dos años después estrenó También los enanos empezaron pequeños y en 1971, El país del silencio y la oscuridad, sobre una mujer sorda y ciega. Con El enigma Kaspar Hauser ("Cada uno por su lado y Dios contra todos"), hizo un retrato de un hombre analfabeto que apenas sabía hablar al que conoció en Nuremberg, y ganó el Gran Premio de Cannes (1975). Dos años más tarde, siguió los pasos de un enfermo mental, en La balada de Bruno S.

Tras la década con Klaus Kinski, empezó una segunda carrera en Estados Unidos rodando documentales.

En Grizzly Man (2005), estudió a Timothy Treadwell, que pasó 13 veranos filmando osos , hasta que murió devorado. Continuó explorando al ser humano con un condenado a muerte en Into the Abyss (2011)

También colaboró con estrellas como Christian Bale en Rescate al amanecer (2006) y Nicolas Cage en Un maldito policía en Nueva York (2015). Tuvo, además, un papel en la serie The Mandalorian.