El equipo dirigido por Pablo Peirano goleó 3-0 al de Raúl Salazar en el Parque Saroldi con goles de Julián Millán, Maximiliano Gómez y Nicolás "Diente" López.
El cruce entre River Plate y Nacional en el Parque Saroldi tuvo todos los condimentos. Desde la fiesta de las hinchadas a las discusiones entre jugadores en pleno transcurso del partido. Agustín Vera, el más destacado del Darsenero, tuvo un diálogo subido de tono con Christian Oliva, uno de los referentes del tricolor. De hecho, recorrieron varios metros charlando muy de cerca visiblemente molestos.
En determinado momento el propio Andrés Matonte advirtió la situación y les habló para calmar las aguas, lo que permitió la continuidad del juego sin impedimentos.
Sin embargo, no fue el único duelo de alto voltaje. Desde que el altoparlante anunció el ingreso de Nicolás Schiappacasse por Juan Quintana a los 64', bajaron silbidos desde la tribuna visitante, e incluso minutos después comenzaron a entonar una canción con críticas hacia Peñarol, el equipo del que es hincha el atacante. A su vez, cada vez que tocaba la pelota lo abucheaban con énfasis y, a pesar de eso, el 11 pidió la pelota cada vez que pudo e hizo diagonales.
Por su parte, los fanáticos del anfitrión, que está en zona de descenso y muy complicado para salvar la categoría, en ningún momento dejaron de aplaudir el esfuerzo hecho por su plantel.
"¡Bien, paraguayo, bien!", le gritaron a Matías Alfonso cuando se fue reemplazado por Maximiliano Moreira como una muestra de aprecio hacia su desempeño personal como lateral izquierdo.
Dentro de la cancha, Diego Romero quedó muy cerca de Exequiel Mereles cuando se produjo su ingreso y aprovechó para hacerle una seña a la distancia remarcando la intensidad con la que debía explotar la banda izquierda.
Al finalizar el encuentro sucedió algo peculiar. Lejos de recriminarle al plantel la goleada sufrida en un momento clave de la temporada, un grupo de unos 60 hinchas se quedaron cantando en la tribuna a puro bombo y platillo, como desentendiéndose del resultado y apoyando en un momento tan adverso.
En tanto, Pablo Peirano habló en rueda de prensa y se fue a pura sonrisa del Prado. Incluso despejó cualquier tipo de rumor sobre un conflicto con Gonzalo Carneiro y dejó claro que en la interna de Nacional siempre es "necesaria" una victoria. El otro que se fue muy a gusto fue el extremo Lucas Villalba, que en la fila de retirada del estadio saludó con mucha alegría a los periodistas después de repetir titularidad.
El País, Uruguay
31 de agosto de 2025
