Dos iniciativas del proyecto de Presupuesto levantan polémica: la que flexibiliza el secreto bancario y la aplicación de IRPF a los incrementos patrimoniales de activos de uruguayos en el exterior.
El sector financiero está preocupado por dos iniciativas incluidas en el proyecto de ley de Presupuesto: la flexibilización del secreto bancario, dando acceso a información de cuentas financieras a la Dirección General Impositiva (DGI) sin que necesite el aval de un juez como ocurre actualmente ; y la propuesta de aplicar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a los incrementos patrimoniales derivados de activos que, residentes uruguayos, tengan en el exterior del país (que hasta el momento no tributan IRPF).
El secreto bancario
Marcelo Casciotti, director ejecutivo de la Cámara de Asesores de Inversión (CAIU), habló con El País como abogado especializado en la materia (porque aclaró que la CAIUaún no ha tomado posición al respecto) y dijo que el cambio hacia una mayor flexibilidad del secreto bancario "busca fortalecer las facultades de fiscalización, aunque plantea el desafío de encontrar un equilibrio entre la eficacia recaudatoria y las garantías de los contribuyentes".
Esto surge para cumplir con los estándares del Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información con Fines Tributarios -que Uruguay integra- de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ya que establece que simplemente se podrá requerir la información a instituciones financieras sobre cuentas de personas físicas o jurídicas y establece plazos para hacerlo efectivo, cuando lo solicite un fisco extranjero.
Pero, el proyecto también incluyó que "la Dirección General Impositiva podrá requerir la misma información en iguales términos y condiciones, en el ejercicio de sus facultades de investigación y fiscalización".
En ambos casos, no se requerirá que un juez autorice el levantamiento del secreto bancario ni la notificación previa al contribuyente, como ocurre actualmente.
Casciotti recordó que "el artículo 635 (del proyecto de ley de Presupuesto)elimina esas condiciones y habilita que, mediante una resolución del director general de Rentas, el Banco Central deba entregar los datos solicitados" a las instituciones financieras.
Los bancos lamentan el cambio que propone el gobierno, según dijeron ejecutivos a El País.
Que como ocurre actualmente "pase por un proceso judicial, es una garantía importante para el contribuyente, sobre todo ante la voracidad fiscal de la DGI", dijo una fuente del sector. A entender de uno de ellos, más que querer seguir una tendencia mundial, lo que se juega en este proyecto de ley es simplemente recaudar más.
En cambio, Ángel Urraburu, presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, no se sorprendió con la medida. "Nos estamos alineando a lo que está pasando en el mundo. Ya Uruguay tiene intercambio de información con la mayoría de los países. Ya secreto no hay en ningún lado, así que no creo que tenga incidencia en ningún sector, tampoco en la bolsa. Ya estamos en intercambios con Brasil, Argentina, EE.UU., España, prácticamente todos los meses", afirmó a El País.
"Esto nuevo no será un paso hacia atrás", reafirmó.
Extensión de impuesto
El proyecto de aplicar el IRPF a los incrementos patrimoniales derivados de activos de residentes uruguayos situados en el exterior, levanta más reacciones, en gran parte por lo sorpresivo.
Casciotti opinó que la ampliación del alcance territorial del IRPF (hasta ahora se gravaban únicamente los rendimientos de capital mobiliario en el exterior y, a partir de la nueva norma, también se incluyen los incrementos patrimoniales), busca dar "coherencia" al sistema.
"Pero delega gran parte de su instrumentación a la reglamentación que deberá emitir el Poder Ejecutivo. Esa etapa será decisiva para evitar incertidumbre y dotar de previsibilidad a los contribuyentes", agregó.
A su entender, un punto importante será asegurar la opción de tributar sobre base real y base ficta, porque de lo contrario se podría generar una carga excesiva en la compra-venta de activos financieros.
"La determinación del costo fiscal merece especial atención. Si se mantiene el criterio histórico de compra, muchos contribuyentes se verán obligados a vender y recomprar activos antes de fin de año, lo cual no siempre es viable. Una alternativa sensata sería fijar como costo el valor a la fecha de vigencia de la norma, evitando así distorsiones y costos innecesarios para los inversores", señaló.
En definitiva, "el espíritu de la norma apunta a reforzar la base imponible, pero su éxito dependerá de una reglamentación clara y equilibrada. El desafío no está solo en recaudar más, sino en hacerlo sin generar inseguridad jurídica ni distorsiones que terminen desincentivando la inversión", redondeó.
Urraburu fue precavido al no querer opinar sobre el proyecto de ley de la extensión del IRPF hasta que esté reglamentado. Según sus estimaciones, "si se cobra a través de un ficto con un agente de retención en el medio, en la bolsa podemos quedar perjudicados. ¿Por qué tenemos que hacernos cargo y ser agentes de retención de impuestos? Para mi gusto, el responsable último debe ser el tenedor, el residente, quien debería hacer los pagos y cálculos de lo que tiene que pagar", dijo.
Otras fuentes del sector, señalaron que la preocupación sobre este tema viene por el lado de los asesores y gestores de inversión, no tanto de los bancos y los corredores de bolsa, que ya son agentes de retención.
Para los bancos, también genera inquietud ya que con el nuevo alcance del IRPF, muchos clientes residentes y no residentes pueden verse incentivados a optar por tener un asesor directo en EE.UU. y no pasar su dinero por Uruguay. El riesgo está, entonces, afirmaron en que los clientes que pueden arbitrar entre jurisdicciones, se vayan.
Otro tema que genera duda en el mercado es que dicho impuesto sería cobrado sobre la ganancia del capital, pero ¿qué pasa en los años donde hay pérdidas (porque por ejemplo una acción que tiene el inversor cae de precio)?, se preguntaron.
Además, hubo cierta coincidencia en que la implementación del impuesto con su nuevo alcance será compleja. Actualmente "el dinero tributa por intereses y dividendos, pero si se va, se pierde la tributación", advirtió uno de ellos.
En conclusión, en el sector financiero consideran que es "lógico" que el gobierno quiera equilibrar el tributo (dentro y fuera del país), pero comentaron que no se ha implementado antes en el país justamente por sus riesgos y dificultades.
"Esperamos que la normativa y reglamentación, sea lo más justa y razonable posible", afirmó Casciotti.