Algunos legisladores del Partido Colorado, críticos con el proyecto del gobierno y afirmaciones del ministro de Economía, propondrán que su partido no apoye la iniciativa.
Nadie en el sistema político maneja hoy como posibilidad cierta, más allá del tono crítico de la oposición que ha subido en las últimas horas, que el gobierno de Yamandú Orsi pueda quedarse sin Presupuesto Nacional. Pero sí es una definición extendida entre blancos y colorados que se buscará cambiar gran parte del articulado que este viernes, durante varias horas, defendió el ministro Gabriel Oddone ante los diputados de la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda.
"Entendemos que en esta situación, en estos tiempos que corren, con el panorama y con el mapa político que tiene el Parlamento, nuestro país debe tener ley de presupuesto", remarcó ese día el diputado blanco Sebastián Andújar, que como todo el mundo hizo mención al pasar de la necesidad del oficialismo de buscar los dos votos que le faltan en la Cámara de Representantes para aprobar la iniciativa -y que varios dan por sentado que se conseguirán con Cabildo Abierto, partido que ya ha dado algunas señales en este sentido.
"Y voy a abrir un paréntesis, no lo tome a mal -siguió Andújar-: también estamos ayudando a que el ministro siga en su actividad, porque dijo que si no había presupuesto, iba a renunciar". La referencia, en este caso, fue al claro mensaje que pasó Oddone a la oposición el pasado 28 de agosto, luego de presentar los lineamientos del articulado al gabinete de Yamandú Orsi: sin ley, no hay ministro.
Esto no quita que, en la oposición, y especialmente en el Partido Colorado, no haya diputados analizando -debido al tenor de su rechazo a varias de las disposiciones del articulado y a algunas afirmaciones del propio Oddone el viernes pasado- "no votar en general" el proyecto.
En la reunión de bancada bicameral que los colorados tendrán este lunes a las 19 horas, de hecho, habrá legisladores que propondrán que el partido siga esa línea, una postura que en principio "gusta" en la cúpula de esta fuerza política, señalaron a El País fuentes de esta colectividad.
Aunque esta postura está lejos de ser un consenso partidario, en filas nacionalistas ya están al tanto de esa intención de ciertos colorados, y están a la expectativa de la definición que tomarán sus socios.
"Creo que, más allá de artículos específicos que siempre se acompañan, porque tienen que ver con la estructuración de ministerios y organismos, hay artículos muy complicados y muy graves", sintetizó en diálogo con el país el diputado Conrado Rodríguez, coordinador de la bancada colorada.
Ahora bien, tanto en el Partido Nacional como en el Colorado esperan que el oficialismo muestre voluntad para acordar "los temas importantes", dijo por su parte el diputado Pablo Abdala, para quien lo crucial no pasa por si la iniciativa se aprueba o no en general, sino en la votación que obtengan luego los artículos. "Lo importante es si el Presupuesto tiene contenidos o termina siendo una cáscara vacía", puntualizó el nacionalista.
Principales críticas
Los cuestionamientos de los colorados y de los blancos pueden resumirse, en estas horas, en dos ejes. El primero remite a este pasaje del ministro Oddone el viernes pasado: "Yo dije en campaña que los ingresos tributarios, que la presión fiscal no iba a aumentar, y la presión fiscal está aumentando. Eso está ocurriendo. Yo me hago cargo de eso. Yo dije que no iba a ocurrir y está ocurriendo. Y está ocurriendo porque en el escenario al que nos enfrentamos -uno toma las decisiones cuando las tiene que tomar-, entre todos los males, el ser incoherente con lo que dije era lo que menos me preocupaba".
Este reconocimiento fue comentado puertas adentro de la comisión, como por ejemplo hizo el diputado blanco Álvaro Rodríguez Hunter, quien lamentó que luego sean los propios políticos lo que protestan por el "descreimiento en la política", cuando una vez "culminadas las campañas electorales, al momento de debatir las ideas, las propuestas, los conceptos, las cosas no se cumplen".
El otro punto tiene que ver con el levantamiento del secreto bancario, y la habilitación a la DGI de acceder a información financiera de privados, lo que al decir del propio Oddone -como destacó el senador Javier García en su cuenta de X- "efectivamente esto supone una resignación de soberanía" para Uruguay que el gobierno está dispuesto "a asumir" dado que "el costo-beneficio -porque en estas cosas el costo-beneficio funciona- vale la pena".
Para la oposición, dijo también García, esta propuesta es "muy grave" porque vulnera "las garantía" individuales.
Delegaciones
El tratamiento del proyecto comenzará este lunes con la visita de las primeras delegaciones: asistirán el Ministerio de Defensa Nacional y la Universidad Tecnológica.
El martes, de acuerdo a la programación a la que accedió El País, será el turno del Ministerio de Salud Pública y luego de la Fiscalía General de la Nación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y el Congreso de Intendentes comparecerán el miércoles.
Y la semana la cerrarán la Organización Nacional de Servicio Civil, la Corte Electoral y el Ministerio de Trabajo y seguridad social (jueves) y el Ministerio del Interior y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, que asistirán el viernes.
Oddone y el "paraíso fiscal" que Uruguay ya dejó de ser
Gran parte de la exposición de Gabriel Oddone el viernes pasado, ante los legisladores de la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, tuvo que ver con las modificaciones tributarias, ya que ese es uno de los aspectos "más fáciles" de criticar a la iniciativa presupuestal, tal como había dicho días atrás.
Para fundamentar algunos de los cambios en este tema, y en especial el relativo al Impuesto Mínimo Global, Oddone se refirió dos veces al "paraíso fiscal" que Uruguay dejó de ser desde "hace mucho tiempo". Recalcó que en esa línea debe mantenerse el país, pero sin ser "tonto"; por eso el planteo de quedarse con ingresos de tributos "que ya se pagan" en otro lado. "Yo lo los quiero localizar en territorio uruguayo para hacer cosas en Uruguay, sobre todo porque tengo una situación fiscal compleja", volvió a reconocer el ministro.
Se refirió a lo mismo y subrayó también que "Uruguay es un país serio" y de "grado de desarrollo alto" al mencionar lo cambios con "las normas antiabuso", con las que buscan "gravar la venta de empresas o de inmuebles localizados en Uruguay que, por alguna razón, se hacen mediante sociedades que no quedan comprendidas". "Quiero ser muy cuidadoso en los ejemplos. Nosotros no somos la Toscana, pero tampoco somos el último orejón del tarro -dirá más adelante-. Entonces, hay adecuaciones tributarias para ese mundo de los negocios que son justificables, defendibles, controversiales, pero que hacen que Uruguay avance hacia ser un país como lo que es, un país de US$ 30.000 de ingresos per cápita, al que nos queremos aproximar. No podemos tener un tratamiento tributario como cuando éramos un país que se las revolvía en el marco de un gran desorden. Ya no somos eso".
Por todo esto, y a modo de cierre de este razonamiento, Oddone aseguró: "Lo que estamos haciendo es proponer una estructura tributaria que va en la dirección del mundo, que tiene el cuidado de la inversión, pero que al mismo tiempo introduce equidad".