La revancha de Carlos Alcaraz: vapulea a Sinner, gana el US Open y recupera el número uno
En otro capítulo de la gran rivalidad del tenis mundial, el español de 22 años venció al italiano por parciales de 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 y logró su segunda corona del certamen estadounidense, donde estuvo imparable de principio a fin: perdió apenas un set en toda la competencia. De paso, terminó con una hegemonía de 65 semanas de su antagonista en la cima del ranking ATP y se embolsó un premio de 5 millones de dólares.
"Te estoy viendo más que a mi familia", le dijo cariñosamente Carlos Alcaraz (desde hoy, 1° del ranking ATP) a Jannik Sinner (2°) tras derrotarlo en la final del US Open. Y no era para menos: el español y el italiano se encontraron por tercera vez en la temporada en la definición de un Grand Slam, algo inédito en la Era Abierta.
Alcaraz había ganado Roland Garros con una remontada épica y Sinner se había tomado revancha en Wimbledon. Además, este año se habían enfrentado en la final de los Masters 1000 de Roma y Cincinnati, ambos con triunfos para el español. Con ese antecedente, llegaron al duelo decisivo en el estadio Arthur Ashe de Flushing Meadows (Nueva York) para escribir un nuevo capítulo de una rivalidad clásica en el que, como si fuera poco, estuvo en juego el número uno del ranking mundial.
El triunfo, está dicho, fue para Alcaraz, quien fue implacable desde el inicio, cuando sorprendió a Sinner con un quiebre en el primer juego. Con gran rapidez de piernas y tiros fuertes y rápidos, volvió a quebrar en el octavo game y finalmente se quedó con el primer set por un categórico 6-2 en apenas 39 minutos.
Pero Sinner reaccionó en el segundo parcial y con un saque demoledor y mucha frialdad para aprovechar cada mínimo error de su oponente, de a poco inclinó la cancha a su favor. En el cuarto juego, quebró el servicio del hispano y con eso le bastó para ganar el set por 6-3 y emparejar el marcador global. Fue una alarma para Alcaraz, quien no había cedido un set en los 15 días de competencia.
Así llegaron a la tercera manga, que tuvo un guion inesperado: el hispano vapuleó sin contemplación al itálico y llegó a estar 5-0 arriba. Sinner salvó el game del honor y el marcador terminó con un lapidario 6-1.
Envalentonado por la solidez de sus tiros ganadores (sumó un total de 39, más del doble que su rival), Alcaraz salió al que podía ser el set definitivo a proponer un juego estratégico. Con paciencia, esperó el momento justo para golpear y quebró el servicio de Sinner en el quinto juego. Al final, tuvo dos championship points que desaprovechó, pero se repuso y terminó ganando el partido con un impecable ace . El resultado final: 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 en dos horas y 42 minutos de juego.
"Soy un afortunado de estar rodeado por la familia y equipo que tengo. Hacen un esfuerzo enorme para que mejore como tenista y como persona. Todo lo que estoy consiguiendo es gracias a ustedes. Muchas gracias a todos", dijo emocionado Alcaraz tras la obtención de su segundo título del último Grand Slam de la temporada que, de paso, le significó un premio de 5 millones de dólares, el más alto en la historia del tenis profesional. Su palmarés en los torneos más importantes incluye, además, dos Wimbledon y dos Roland Garros. Solo le falta probarse la corona del Abierto de Australia. Y todo con apenas 22 años.
"Hoy hice todo lo que pude, no pude ser más", reconoció, resignado, Sinner, quien sin embargo igual se llevó una millonaria bolsa a guisa de consuelo: US$ 2,5 millones.
El historial entre las dos mejores raquetas del mundo se estiró a favor del hispano, quien sumó su noveno triunfo contra cinco del italiano.
Intenso operativo de seguridad por Trump
El partido comenzó con un retraso de 30 minutos debido a las estrictas medidas de seguridad que tomó la organización por la presencia de Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, quien fue invitado a Flushing Meadows por un patrocinador del trofeo y provocó medidas especiales como un doble control del Servicio Secreto y otras agencias federales en las entradas del complejo.
La recepción del público fue diversa: algunos lo aplaudieron y otros lo abuchearon.