Otra reforma más
Camilo Pérez-Álvarez
En los 20 años que llevo como analista económico, me ha tocado analizar, opinar, desmenuzar y ver vivir o morir a más de diez reformas tributarias
Camilo Pérez-Álvarez
En los 20 años que llevo como analista económico, me ha tocado analizar, opinar, desmenuzar y ver vivir o morir a más de diez reformas tributarias. Es tan común el tramite de estas iniciativas en el Congreso, que hasta en paisaje se han convertido, e incluso los inversionistas que compran la deuda soberana del país y las calificadoras dan por sentado que cada dos años o menos, Colombia propone cambios a su estatuto tributario para que las cuentas fiscales cuadren. Algo que debería ser simple, eficiente y estable en el tiempo, no lo puede ser si cambia de manera tan recurrente. Las famosas reglas de juego no son claras y eso afecta las decisiones de los hogares y las empresas, y en últimas dificulta la tarea de la autoridad tributaria. Hoy más que nunca desde finales de los años noventa, un ajuste fiscal es necesario y prioritario, pero recargar por completo la tarea sobre los hogares y las empresas, cuando el Gobierno no está haciendo un esfuerzo del lado del gasto, luce como el principal limitante para la aprobación de la reforma, más allá de su contenido. Ajustar el estatuto tributario es una de las estrategias que debe implementarse para balancear mejor las finanzas públicas, pero seguir presionando las tarifas al alza podría estar logrando el efecto contrario, manteniendo altos los niveles de elusión y evasión, en una economía que se caracteriza por su alta informalidad. La otra estrategia, la de ajuste en el gasto público, brilla por su ausencia, y es claro que el gobierno de turno ha postergado cualquier esfuerzo en este frente hasta 2027, como se deriva del Marco Fiscal de Mediano Plazo más reciente. Pero no solo eso, para 2026 en lugar de contener el gasto, se aumenta, y la suspensión de la Regla Fiscal apunta a desequilibrios crecientes. Retomando la reforma tributaria, en su conjunto presionara al alza los precios de productos y servicios con ajustes en su tarifa de IVA, lo que en momentos de elevada inflación y expectativas que no están del todo ancladas, podría llevar al Banco de la República a actuar de manera aún más cautelosa, limitando en definitiva el espacio de bajada de las tasas de interés. Además, la reducción del ingreso disponible de los hogares y las empresas, el efecto sobre el costo del crédito por la sobretasa de renta al sector financiero y el desincentivo a ahorrar por el aumento de los impuestos al patrimonio y los dividendos, harían más restrictivas las condiciones financieras de la economía. Así, aunque el escenario central parece ser el de la no aprobación de la reforma como un todo, una salida alternativa podría ser la de los impuestos a las bebidas alcohólicas y el tabaco, que recaudarían una tercera parte de la propuesta ($8 B de los $26 B) y podrían tener beneficios sobre la salud pública. Como se ha diagnosticado repetidamente, la ampliación de la base de contribuyentes, tanto personas como empresas, es el camino, al tiempo que la autoridad tributaria refuerza sus capacidades de fiscalización. Así mismo, políticas en favor de la formalización de la economía y la simplificación del estatuto tributario, seguramente añadirían a los resultados de recaudo.
Investigaciones Economicas y Análisis de Mercados Banco de Bogotá.