Laboratorio incubado en la ORT apuesta a un campo inexplorado en Uruguay: la medicina regenerativa veterinaria
Hasta hace unos meses, hablar de terapias regenerativas veterinarias en Uruguay sonaba lejano, casi exclusivo de países con mayor tradición en biotecnología. Sin embargo, un emprendimiento incubado en el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE) de la Universidad ORT busca cambiar ese panorama. Se trata de CellX, el primer laboratorio uruguayo especializado en este tipo de soluciones, creado por la veterinaria Yael Filipiak con el objetivo de ofrecer alternativas a animales con patologías crónicas y degenerativas.
Filipiak, docente e investigadora de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República, acumula más de una década de experiencia en medicina reproductiva y terapias celulares. Durante su formación, observó de cerca el desarrollo de la biotecnología aplicada a la salud animal y decidió dar un paso más: trasladar esas herramientas al medio local.
Los primeros pasos de CellX no se dieron en un moderno laboratorio, sino en un apartamento vacío. Allí, con equipos reciclados y sin apoyo económico externo, Filipiak comenzó a trabajar "a pulmón". Con la ayuda de alguna máquina sobrante y su experiencia de laboratorio, produjo las primeras muestras de derivados plaquetarios y las entregó a veterinarios de confianza. Los resultados iniciales fueron alentadores, y eso impulsó a la investigadora a formalizar el proyecto.
En ese proceso conoció a Alexander Von Rappard, estudiante de biotecnología de la ORT que trabajaba en el CIE. Al ver el potencial de la iniciativa, decidió sumarse como socio en el área comercial. "El proyecto surge de parte de mi compañera, Yael, que estaba investigando las terapias regenerativas y vio que podían permitir algo muy innovador para los animales", apuntó Von Rappard.
Hoy, CellX funciona como un emprendimiento incubado, con protocolos de bioseguridad y control de calidad adaptados a las necesidades de la práctica veterinaria. Su foco inicial está en el desarrollo de derivados plasmáticos y plaquetarios listos para usar en inyectables y en gotas oftalmológicas, un diferencial que evita procedimientos invasivos en los animales tratados.
Se apunta a un amplio abanico de enfermedades degenerativas y lesiones crónicas: "Desde artrosis a úlceras de córnea, fisuras que no sueldan bien, roturas de ligamento, daños en músculos y articulaciones", detalló Von Rappard en diálogo con El País.
La línea actual incluye plasma rico en plaquetas (PRP), un concentrado con factores de crecimiento que estimulan la reparación tisular; lisado plaquetario (LP), una formulación más avanzada con fuerte efecto antiinflamatorio y regenerativo; y soluciones oftálmicas a base de plasma con distintas concentraciones de plaquetas, utilizadas en casos de úlceras de córnea, queratitis y conjuntivitis, entre otros problemas oculares.
Los productos son de origen equino, algo que el equipo considera clave. "La gracia que tiene es que se puede aplicar a todo tipo de animales, no es restrictivo, se puede aplicar a perro, gato, caballo mismo, sin ninguna contraindicación. Eso es lo innovador de lo que tenemos, porque nos permite aplicar la terapia sin tener que sacar la sangre de un perro chico, algo que puede ser muy peligroso e invasivo", explicó Von Rappard.
El uso de caballos donantes responde a una lógica de bienestar animal: por el volumen de sangre que pueden aportar, el procedimiento es menos invasivo y no afecta su salud. Según el asesor comercial de CellX, "realmente no es algo que le provoque un gran malestar ni dolor al caballo. Está chequeado por Facultad de Veterinaria y se hace cada mucho tiempo, para no explotar al animal ni que pase mal por el hecho de producir este producto".
Las terapias se presentan en dos formatos principales: inyectables, aplicados en músculos, ligamentos, huesos y articulaciones, y gotas oftálmicas, que los propios tutores pueden administrar en el hogar. Los ámbitos de aplicación abarcan la cirugía, la traumatología, la oftalmología, la odontología y la reproducción veterinaria.
El equipo sigue de cerca los tratamientos junto a los veterinarios y mantiene contacto directo con los tutores. "Tratamos de seguir muy de cerca el avance de cada paciente y estamos viendo resultados positivos en muchos de ellos. Hablamos con los dueños para que nos manden fotos, tenemos materiales que muestran cómo evolucionan las lesiones", agregó.
Para Von Rappard, la experiencia también refleja un cambio cultural entre los profesionales: "Vemos que los médicos se animan cada vez más a confiar en este tipo de terapias. Hay gente que le genera miedo probar cosas nuevas y salir de lo de siempre, pero por suerte vemos una tendencia a que los veterinarios estén más abiertos a este tipo de innovaciones".
Próximos pasos.
El horizonte de CellX no se limita a los derivados plaquetarios. El equipo trabaja en el desarrollo de terapias con células madre mesenquimales, obtenidas de tejido adiposo (autólogo) y de tejidos placentarios (alogénico). Este tipo de tratamientos, más complejos y duraderos, se utilizan para enfrentar patologías severas.
"Pensamos poder aplicar en torno a cuatro meses la primera terapia con células madre. Es una terapia que tiene un impacto mucho más grande, mucho más duradero y para combatir patologías más graves que una simple lesión", adelantó Von Rappard.
Para sostener ese crecimiento, el equipo planea incorporar nuevos integrantes, primero en el área de investigación y luego en el sector comercial. A su vez, la reciente adjudicación del Fondo Capital Semilla de ANDE les permitirá ampliar la llegada de sus productos al interior del país.
En un mercado donde las alternativas suelen limitarse a fármacos convencionales o cirugías invasivas, la posibilidad de contar con terapias regenerativas plantea, a juicio de los miembros de CellX, un cambio significativo. Como resume Von Rappard, "ofrecemos terapias súper avanzadas, efectivas, con resultados directos y muchos menos efectos secundarios".
Para animales con osteoartritis, lesiones crónicas oculares o roturas de ligamentos, esa diferencia puede significar volver a caminar sin dolor o recuperar la vista.