Alejandro Tabilo corona su semana mágica con un título en Chengdú
Gracias a una victoria que Chile no tenía hace un cuarto de siglo, derrotando a un top ten en una final, el zurdo sumó su tercer cetro ATP en el año más agridulce de toda su vida.
A lejandro Tabilo (72º desde hoy) se lanza al piso con una mirada de incredulidad. La sonrisa se alarga por todo su rostro y, luego de saludar al juez de silla y a su oponente, el italiano Lorenzo Musetti (9º), hace vehementes gestos llamando a su novia, Malena di Lorenzo, y a su entrenador, Horacio Matta, a quienes abraza efusivamente dentro del court central del ATP de Chengdú.
El zurdo acaba de ganar su tercer título ATP, el primero del año, y lo celebra como niño. Como si fuera el primero.
Es el epílogo de una historia que tuvo lesiones, dolores y renuncias.
"Es una locura", repite Tabilo en la premiación. Porque lo fue. Porque jugó un tenis preciso, apretando las teclas justas para superar a un top ten como el italiano. El chileno tuvo apenas un punto de quiebre en todo el partido y lo concretó. Y aunque tuvo menos tiros ganadores y más errores no forzados, y aunque Musetti ganó más puntos en total, logró volcar el marcador a su favor luego de levantar dos puntos de partido sacando en el duodécimo game . Y también porque jugó un tie break imperial en la definición, atacando siempre, subiendo a la malla e intentando dictar los puntos, acallando una de las críticas que siempre recibía.
6-3, 2-6 y 7-6 (5) dice el marcador, mientras Tabilo recibe una copa de vidrio y un peluche de panda, que ahora podrá poner al lado de las copas de Auckland y Mallorca, que obtuvo en 2024.
"Mantuvo la templanza en momentos dificilísimos. Al final, un gran jugador se cataloga por lo bien que juega los puntos difíciles y no por lo bien que le pega a la pelotita", destaca el experimentado entrenador Horacio de la Peña.
Hitos inolvidables
La victoria de Tabilo dejó una serie de hitos: es recién el segundo tenista en el año que alza un torneo arrancando desde las clasificaciones, hito que consiguió por segunda vez, luego de hacerlo en Auckland el año pasado. El otro fue el estadounidense Jenson Brooksby, que lo logró en abril en Houston.
El norteamericano es, además, el único jugador de peor ranking (era 507º al momento de ser campeón) que se titula en la temporada.
No solo eso, porque hay que remontarse a 1998, con Marcelo Ríos venciendo a Andre Agassi (8º) en la Grand Slam Cup de Múnich para hallar a un chileno imponiéndose en una final ante un rival ubicado dentro del top ten .
"Tiene una mano y un talento de locos. Su arma principal es el saque, más allá del talento que tiene con el revés y los drop shots , consigue muchos puntos gratis con el servicio. Cuando está en 'la zona', se vuelve intratable y eso está pasando ahora", explica De la Peña.
En un año demasiado complicado, con resultados que no llegaban, plagado de lesiones (sufrió un edema óseo, también un desgarro abdominal y recientemente molestias en el tobillo) y con problemas familiares fuera de la cancha, que su padre filtró a través de redes sociales, Tabilo vivía una temporada para el olvido, que logra recomponer con dos semanas brillantes en Lejano Oriente.
3
victorias sobre top ten registra Tabilo. Esta es la primera sobre pista dura, pues las otras dos fueron sobre Novak Djokovic en arcilla.
2002la anterior vez que un chileno fue campeón levantando puntos de partido en la final: fue Nicolás Massú en Palermo, ante Paul Henri Mathieu.