Nace el primer modelo de IA desarrollado en Chile y hay otro que viene en camino
Ayer se presentó PatagonIA, entrenada con datos nacionales y que promete que la información que procese no saldrá del país. LatamGPT es otro desarrollo con una orientación latinoamericana. Se lanzará en enero.
Conceptos como "al tiro" o "cachai", y los significados que se les dan a los nombres de animales usados en frases como "no seai sapo" o "chicotea los caracoles", son propios del habla chilena y difícilmente los entenderán a cabalidad alguien que no se haya impregnado con la cultura local.
Pero ahora una inteligencia artificial llamada PatagonIA podrá hablar y entender todos estos conceptos criollos porque fue "nacida y criada" en Chile.
Otro modelo desarrollado en el país, llamado LatamGPT, ya está "a la puerta del horno" para ser lanzado a principio de 2026, tras un desarrollo colaborativo con otros países de la región.
PatagonIA es una familia de modelos de lenguajes de inteligencia artificial entrenados íntegramente en el país, con datos chilenos. "Otros modelos que se usan masivamente han sido creados y entrenados fuera del país y no reflejan la realidad de un chileno. PatagonIA entiende expresiones propias de Chile y tiene información de contexto para que no se generen barreras culturales", dice Carla Vairetti, investigadora de la U. de los Andes y del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI).
Tras ocho meses de trabajo, PatagonIA fue presentada ayer en sociedad. En su desarrollo participaron investigadores del ISCI y de la startup brasileña WideLabs, cuya experiencia previa en el desarrollo del modelo Amazônia IA, en Brasil, fue crucial para llevar a cabo este proyecto. En tanto, la parte tecnológica (servidores con potentes unidades de procesamiento, software y bases de datos) estuvo a cargo de las empresas Nvidia y Oracle.
"Soberanía es el concepto clave tras PatagonIA", dice Leonardo Basso, director del ISCI y profesor de la U. de Chile. " No solo porque el entrenamiento se hizo con datos chilenos, sino que la soberanía tiene que ver con que no dependemos de términos y condiciones de servicios en el extranjero y, además, de que los datos van a estar siendo procesados rápidamente y a precios muy competitivos en Valparaíso y en Santiago", aclara.
"Los datos nunca salen fuera del país", insiste Basso. Esto es útil, por ejemplo, para instituciones bancarias, del área de la salud o de la justicia que manejan información privada y que se debe tratar de forma especial. "Si hay que trabajar con las fichas clínicas de chilenos, la información no saldrá del país", añade.
PatagonIA podría hacer cosas similares a lo que está haciendo Amazônia IA en Brasil, país en el que se le está utilizando, por ejemplo, como un consejero de médicos que trabajan en lugares remotos donde no hay especialistas. O en otro proyecto en que la IA ayuda a personas a seguir y entender las causas judiciales en las que están involucradas, diciéndoles cuáles son los siguientes pasos o los documentos que tienen que recopilar. "Es una forma de democratizar la justicia", aclara Basso.
"A PatagonIA no hay que verlo como un ChatGPT con el cual puedas hablar desde tu celular o pedirle que te ayude en las tareas", dice Basso. "Es para que instituciones del Estado o empresas la usen para resolver problemas que requieran de inteligencia artificial". Estas instituciones deberán pagar por implementar PatagonIA.
Junto a PatagonIA se lanzaron otras herramientas relacionadas. "Cormorán hace reconocimiento óptico de caracteres. Su función es que se emplee para digitalizar documentos o libros y que automáticamente reconozca el texto sin importar cómo está escrito", dice Vairetti.
La otra herramienta es Coipo. "Permite hacer una transcripción con una alta precisión de las distintas formas de hablar de las personas de Chile. Esto podría aplicar desde una reunión a un call center ", aclara Vairetti.
Fuerza regional
LatamGPT es otro modelo de IA creado en Chile, pero esta vez con orientación latinoamericana. El proyecto, liderado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), ha involucrado a más de 100 personas y cerca de 35 instituciones de América Latina. Su salida se retrasó y se espera que esté disponible en enero de 2026.
Este modelo es alimentado con datos de la región para que contenga la riqueza de la idiosincrasia latinoamericana. Según Álvaro Soto, director del Cenia, "cuando comenzamos a explorar la posibilidad de desarrollar LatamGPT, dijimos 'acá tenemos dos caminos; o nos quedamos fuera de esta revolución tecnológica, en términos de poder dominar la tecnología, o somos parte de ella'".
Y es que otro de los objetivos de LatamGPT es que sirva como una escuela para investigadores latinoamericanos para que puedan construir sus propios modelos de lenguaje, sin tener que depender de otros países.
"El espíritu de esto es desarrollar capacidades locales", afirma Rodrigo Durán, gerente del Cenia.
Al igual que PatagonIA, LatamGPT no está pensado para el uso masivo, es decir, para ser utilizado como una aplicación o un chat para hacerle consultas. Podrá ser usado por instituciones o universidades que quieran explorar sus capacidades y usar el modelo de IA para sus propias necesidades.
A diferencia de PatagonIA, no tiene un fin comercial. El modelo está pensado para ser de código abierto y colaborativo. "Esto es un esfuerzo para generar un bien público a escala latinoamericana", añade Durán.