Luz Marina Livingston
"Su muerte, inesperada y silenciosa, dejó un vacío que aún se siente en las calles de South West Bay
"Su muerte, inesperada y silenciosa, dejó un vacío que aún se siente en las calles de South West Bay. Pero su legado vive en cada niño que se lanza al mar sin miedo, en cada red tejida con paciencia, en cada canción que los ancianos cantan al atardecer". Estas palabras, emotivas y sentidas -que tomamos de un texto en Cambio- fueron escritas por la periodista y escritora Luz Marina Livingston Bernard, sobre la muerte del joven Kendrik Britton Henry, en Providencia. Hoy, por esas vueltas del destino, podrían ser perfectamente para ella, quien también dejó un vacío que hoy se siente en Providencia, en Santa Catalina, en Colombia y donde quiera que se reconozca la bondad y la vocación de servicio a los demás. Esta activista raizal acaba de morir, este 9 de octubre, a sus 52 años de edad. Su cuerpo fue hallado sin vida en el mar, su mar, con el que se conocían desde cuando ella era niña. Y al que quiso y defendió, porque era una lideresa defensora de los derechos humanos, pero también una activista ambiental. Ante los duros impactos de los huracanes Iota y Eta, en 2020, que afectaron el archipiélago, Luz Marina mostró fortaleza y solidaridad al dedicarse a tareas de limpieza, de apoyo logístico, de recuperación social y a ofrecer palabras de aliento. Tanto mérito le valió ser reconocida como ‘Mujer Cafam de San Andrés 2022’. Y es que les había ofrecido su mano amiga a unas 3.000 personas, en especial raizales. La tristeza es grande en San Andrés y Providencia. Como se ha dicho, la extrañarán con pesar los pescadores y pescadoras artesanales de Old Providence y Ketlina, los agricultores, los jóvenes profesionales, deportistas y músicos, la comunidad toda. Hoy, aparte de esperar que se esclarezcan las causas de su muerte, es fundamental seguir su ejemplo. Nada menos que una vida dedicada a hacer mejor las de los demás. Como ella escribió: "su legado vive". editorial@eltiempo.com