Martes, 14 de Octubre de 2025

La calvicie no es solo genética

ColombiaEl Tiempo, Colombia 14 de octubre de 2025

Perder el cabello suele asociarse con un problema estético, pero cada vez más especialistas insisten en que también puede ser un aviso temprano de desbalances hormonales, estrés, deficiencias nutricionales o incluso enfermedades autoinmunes

Perder el cabello suele asociarse con un problema estético, pero cada vez más especialistas insisten en que también puede ser un aviso temprano de desbalances hormonales, estrés, deficiencias nutricionales o incluso enfermedades autoinmunes. El médico cirujano capilar y estético facial Martín Castillo asegura que el error más común de los pacientes es esperar a que el problema avance antes de consultar. "Si lo detectamos a tiempo, en la mayoría de los casos podemos revertirlo. Pero si dejamos pasar los signos, las soluciones tienden a ser más costosas, extensas o incluso imposibles", afirma. La caída capilar, explica el experto, tiene múltiples orígenes. En los hombres, el más frecuente es la alopecia androgenética, una condición hereditaria que afecta a siete de cada diez varones entre los 20 y 40 años. Este tipo de calvicie está vinculado a la acción de la hormona dihidrotestosterona (DHT), que debilita progresivamente los folículos pilosos hasta cerrarlos por completo. "Cuando el folículo se cicatriza, no hay vuelta atrás. Allí ya no sirven ni las vitaminas ni los tratamientos tópicos. La única solución es el injerto capilar", advierte. Más allá de la genética, el estrés se ha convertido en una de las causas más visibles de pérdida de cabello en la última década. La llamada alopecia areata aparece después de episodios de alta tensión emocional, como un divorcio, la muerte de un ser querido o un conflicto laboral intenso. En estos casos, el sistema inmunológico produce un exceso de anticuerpos que terminan atacando los folículos, generando parches circulares de calvicie en la cabeza, la barba o incluso las cejas. Si no se trata, puede evolucionar hacia la alopecia universal, es decir, pérdida total del pelo. La alimentación también juega un papel determinante. Según Castillo, una dieta sin suficiente proteína animal puede afectar la producción de queratina, la proteína que compone el 90 por ciento del cabello. Aunque las fuentes vegetales son válidas, no siempre aportan los aminoácidos esenciales para mantener un pelo fuerte. "Sin la materia prima adecuada, el pelo se vuelve más fino, quebradizo y cae con facilidad", subraya. Por eso, las personas que siguen dietas veganas o vegetarianas deben prestar especial atención a la calidad de su ingesta proteica, recurriendo a combinaciones de alimentos o suplementos nutricionales.
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