¿Quiere asustarse? Lanzan colección de cuentos de terror animal
"Bestiario del miedo" reúne siete historias de autores anglosajones de fines del siglo XIX, donde los seres que dan miedo pueden ser un gato, un mono o un perro.
Cuando cae la noche, los murciélagos son vampiros; los lobos se convierten en hombres-lobos; el gato negro acompaña a las brujas, y un mastín oscuro trae desgracia, de seguro. Como lo recuerda la escritora argentina Mariana Enríquez (1973) en el prólogo de "Bestiario del miedo" (Minotauro, $18.900), desde siempre hemos tenido una relación de espanto con los animales, que se ha traducido en una literatura y cine de terror en los que un gato, un perro, un tiburón -por nombrar solo algunos- se identifican con ese miedo a lo desconocido.
Este libro reúne una selección de siete cuentos de escritores anglosajones nacidos en el siglo XIX. El más antiguo es el estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849), con su clásico "El cuervo". A él se suman su compatriota Ambrose Bierce (1842-1914), con "Aceite de perro"; el irlandés Bram Stoker (1847-1912), con "La squaw"; la australiana Rosa Campbell Praed (1851-1935), autora de "El bunyip", y los ingleses William Wymark Jacobs (1863-1943), con otro clásico del género, "La pata de mono"; Edward Frederic Benson (1867-1940), con "La gata", y William Hope Hodgson (1877-1918), con "La criatura de las algas".
Los relatos son diversos; hay desde lo íntimo y psicológico hasta lo mítico y sobrenatural: gatos vengativos, criaturas marinas, objetos malditos y leyendas indígenas. Ilustraciones de la chilena Irma Sepúlveda colaboran con las sensaciones.
Enríquez agrega en su prólogo que estos cuentos "hablan de alguna manera, de tiempos más inocentes, cuando todavía dañar a nuestros compañeros en el mundo despertaba un terror religioso, el de saber que se estaba atentando contra la naturaleza, la casa, un planeta hoy en llamas".
La periodista cultural argentina Lala Toutonian (1970) eligió los cuentos y los tradujo. Trabajó de la mano con el editor Juan Manuel Silva y con Enríquez, ambos amigos de largo tiempo y con los que discutió a qué autores incluir y las dificultades de la traducción.
Desde un Londres que le recuerda los paisajes de alguno de los cuentos, Toutonian explica que quiso elegir "autores más desconocidos, ¿sabés? No sé si desconocidos es la palabra, pero que quizás no sean tan populares, y de acercar de este modo, no sé, o de contagiar la pasión por la lectura y presentar a los autores".
Sobre la traducción, señala que varias veces tuvo que discernir sobre cómo traer al presente historias que hoy son políticamente incorrectas, pero sin traicionar lo que quiso decir el autor. "Por ejemplo, en 'La squaw', el cuento de Bram Stoker, el americano que se suma era un ser típico de la época, supongo, pero que hoy día no lo podemos digerir, por su postura machista, por todo lo que habla de la esposa, de un modo condescendiente y hasta despectivo. Ahí me planteé mucho tiempo cómo traer eso a hoy, no quería quitárselo, porque esa era la realidad, pero sí quería poner el contexto de la época", comenta Toutonian.
Hoy, la novela de terror con seres fantásticos o bestias parece estar pasada de moda. En Mariana Enríquez, una cultora del género, no hay, pero Toutonian ve una nueva realidad. "Hoy está más presente este género que es la ficción rara, el weird fiction , donde lo que da miedo no es el fantasma, lo que da miedo es el cambio climático, las cuestiones sociales, el capitalismo. Por ejemplo, Mariana tiene este cuento donde las chicas se queman", añade la traductora, recordando la noticia de las tres adolescentes torturadas y asesinadas en su país para mostrar que no está tan alejada de la realidad esa "ficción rara".