Miércoles, 15 de Octubre de 2025

Ejército de gente normal

ColombiaEl Tiempo, Colombia 15 de octubre de 2025


Miguel Gómez Martínez
No todo en las redes sociales es malo y agresivo


Miguel Gómez Martínez
No todo en las redes sociales es malo y agresivo. A veces aparecen mensajes muy importantes. Uno de ellos me llamó poderosamente la atención. Se llama "An army of normal folks" (Un ejército de gente normal). Es una organización estadounidense que apoya, de forma distinta, a los más desfavorecidos. Me puse a revisar los mensajes y quedé emocionado. Son casos de personas normales que decidieron hacer algo por los que necesitan. En Oklahoma, uno de los estados más pobres, el 80 por ciento de niños de las escuelas públicas no tienen la capacidad de leer y entender un texto. Una persona normal consideró que la mejor prueba de que los padres no querían a los niños en ese estado era que permitían que eso sucediera. Decidió hacer un colegio gratuito en el sótano de una iglesia y hoy sus alumnos están entre los mejores del Estado. Como esta hay muchas otras iniciativas maravillosas. Claro, en Estados Unidos hay una profunda tradición de filantropía. Basta ver cómo los más ricos donan sus colosales fortunas a través de fundaciones. Pero en este caso se trata de personas sencillas y corrientes que no tienen recursos, pero tienen compasión. Se preocupan por los demás, los ayudan con cariño, generosidad y desinterés. Son la prueba real del amor por el prójimo, tan escaso en el mundo actual. La misión de esta organización se resume así: cuando ves una zona de pobreza piensas "alguien debería hacer algo por esta gente". Por lo general nuestro pensamiento recae en el Estado. Se supone que para eso pagamos impuestos, funcionarios, contratistas, asesores y toda la parafernalia del mal llamado "gasto social". Nos quedamos tranquilos pues "ya hemos hecho nuestra parte". El ejército de gente normal está conformado por personas que superaron la frase "alguien debe hacer algo" por "voy a hacer algo". Lo que esto demuestra es que, a pesar de los monumentales recursos disponibles en los Estados Unidos, pobreza, desamparo y abandono subsisten. Y lo que es peor es que mientras más crece el Estado menos se eliminan esas miserias. Lo más interesante es que este ejército se preocupa por combatir las causas de los problemas y no las consecuencias. Los subsidios ayudan a palear, de forma temporal, las consecuencias de un problema, pero no lo resuelven. Por ello hay que ponerles límites pues de lo contrario se genera una dependencia. Pero lo que es interesante es que estas iniciativas privadas, y muchas veces personales, logran sus objetivos con mucha mayor eficiencia que las pesadas y corruptas burocracias creadas por los políticos para repartir los presupuestos "sociales". En Colombia hay miles de personas que hacen cosas similares y que, sin ruido ni aplausos, hacen mucho por muchos. Un ejército de amor. *** Coletilla: cuatro pelagatos enmascarados obligan, cada vez que les da la gana, a decenas de miles a caminar kilómetros hasta sus hogares. La mayoría, víctima silenciosa de una minoría agresiva …
Consultor empresarial. migomahu@gmail.com
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