El tricolor se perdió en el embudo que le propuso Wanderers, los cambios del DT no ayudaron y el empate en el Prado se transformó en un clima pesado en la interna de cara a la definición.
Fue una tarde-noche particular la de ayer en el Parque Viera. Muchos hinchas de Nacional llegaron temprano para buscar los mejores lugares en la segunda bandeja de la tribuna Varela que se inauguró en el escenario de Wanderers. Los tricolores llegaban ilusionados con cerrar definitivamente la Tabla Anual tras la derrota del sábado de Peñarol, más teniendo en cuenta el contexto, de que el equipo se enfrentaba al peor rival del Clausura, con nueve bajas -siete de ellas que estando bien son titulares-, con solo cinco goles a favor en el semestre y que venía de ser goleado contra los Carboneros, dejándolo contras las cuerdas en el descenso.
Nacional no pudo con ese Wanderers que, con un plantel limitado, sacó a relucir lo más íntimo que tiene un futbolista: la actitud y amor propio. Así Emiliano García no estando todavía al 100% fue la figura, Bruno Veglio se corrió todo y se fue del Viera rengueando y al pibe Guillermo Wagner no le pesó su primera titularidad del año y sus apenas 78 minutos jugados en 10 meses del 2025.
https://www.youtube.com/watch?v=8E8-FQ84d8Q Maxi Gómez falló un mano a mano en el primer tiempo (impropio de él) y Da Silva le ahogó el grito de gol al sanducero sobre el final, de igual forma que a Ebere después de una peinada de Coates, que terminó jugando como tercer "9". A Nacional le costó generar situaciones claras, y se fue metiendo solo en el embudo que le provocó el Bohemio, en una situación bien estudiada por Daniel Carreño, que pretendía que le tiraran pelotas en largo a Gómez para que se lucieran García y Leandro Zazpe en lo mejor que saben hacer. El DT de Wanderers jugó su carta en la semana al decir adrede que su equipo "estaba a la deriva", y también ayer, al poner un 4-4-2, sin carrileros, y con dos líneas bien plantadas.
En lugar de buscar abrir la cancha, Pablo Peirano falló en el procedimiento, sacó a Lucas Villalba cuando no debía hacerlo y puso un equipo lento y predecible en la izquierda, con Otero y Lodeiro. Es una de las fuertes críticas que se le hace al DT: sus replanteos durante los juegos. Y no cerrar partidos importantes, algo que es clave para el análisis que hará la directiva hoy a las 10, ya que hay quien opina adentro de Nacional que "con Peirano es difícil que podamos ganar las finales".
El DT fue el más insultado en la partida del plantel del Viera, así como varios jugadores que fueron expuestos por los fanáticos al grito de "dejen la noche", "paren con las fotitos para redes", "están jugando en Nacional" y "pongan huevos que esto es Nacional". En un día de mucho sol, la tormenta se la creó Nacional y su DT está con un pie afuera.