Aunque productores manifestaron la intención de mantener la cooperativa en funcionamiento, el negocio "quedó trunco" porque "las voluntades eran totalmente distintas", señaló el presidente del Instituto Nacional de la Leche.
Luego de varios meses de negociaciones e idas y vueltas con el inversor argentino y exdirectivo de Boca Juniors, Osvaldo Spataro, el negocio para adquirir la planta industrial de la Cooperativa de Lechería de Melo (Coleme) "quedó trunco", dijo a El País el presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Ricardo de Izaguirre. Spataro esperaba cerrar el negocio para adquirir la planta industrial de Coleme enCerro Largo, que no pudo concretarse ya que según resaltó de Izaguirre, "las voluntades eran totalmente distintas".
Por este motivo, el Inale le solicitó a la cooperativa "un plan concreto" para seguir funcionando pese a que la semana pasada se mantuvo una reunión con los productores de la cooperativa en la que los integrantes plantearon la voluntad de continuar buscando una solución para evitar el cierre.
Spataro señaló a El País que el negocio quedó sin efecto "porque no hubo más comunicación" con integrantes de la cooperativa. El empresario lamentó no haber concretado la propuesta y consideró que "era un lindo proyecto".
De Izaguirre señaló que varios productores pequeños buscan remitir materia prima a otras cooperativas. El País se comunicó con integrantes del directorio de Colemey los productores de la cooperativa, aunque no obtuvo respuesta por parte de ninguno de ellos.
El negocio
"Tengo mucha experiencia en gestión de empresas, sobre todo con problemas como los que tiene Coleme" así se definió el posible principal inversor de la planta industrial en entrevista con El País. Spataro también destacó su vínculo con las marcas argentinas Sancor y La Serenísima para el asesoramiento del sector gerencial.
En julio de este año, agentes vinculados al negocio, habían señalado a El País que se había firmado una carta intención por unanimidad en la asamblea general para la venta de la planta industrial de la cooperativa láctea. El traspaso incluía la absorción de la plantilla de trabajadores (unas 30 personas), la adquisición de la planta de producción, la maquinaria instalada, la marca y los pasivos de la cooperativa.
Para continuar con la planta en funcionamiento, se necesitaba un primer desembolso de US$ 600.000 y el argentino habría ofrecido unos US$ 250.000, según comentaron a El País fuentes vinculadas a la operación.
Según había indicado Spataro, su llegada a Coleme se generó "a través de amigos" y agregó que si bien no son inversores particulares, se trata de "contactos vinculados al sector agropecuario" en Uruguay. Quien también participó de las negociaciones fue el exfutbolista argentino, Raúl Andrés César, quien formó parte del plantel de Boca durante la administración de Spataro en la tesorería del club entre 1985 y 1995.
La planta
Fuentes del sindicato de Coleme señalaron a El País que la empresa no mantiene contacto con los trabajadores, por lo que no están en conocimiento de las negociaciones. Sin embargo, sostuvieron que si bien entre los trabajadores se rumorea sobre la presunta caída del negocio, la planta industrial funciona con normalidad.
En ese sentido, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) tampoco está en conocimiento de la caída del negocio aunque dirigentes señalaron a El País que no saben si la planta se encuentra en funcionamiento.
Por otra parte, De Izaguirre señaló que Coleme adquirió hace un año una planta para producir leche UHT (conocida como leche larga vida) ubicada en el Polo Tecnológico del Cerro. Según explicó, la cooperativa habría usado fondos del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea (FRIL) para financiarlo aunque no les fueron suficientes.
En ese sentido, el presidente del Inale resaltó que la cooperativa "requiere una reestructura" que cubra las deudas y el gerenciamiento de la empresa. Una de los deudas más significativas era con el Banco República (BROU) por US$ 800.000, aunque el abogado de la cooperativa, Marcos González, dijo a El País que se deben US$ 680.000 correspondientes a préstamos y la hipoteca de la planta y agregó que no se mantienen deudas con bancos privados.
En ese sentido, en enero de este año, el directorio de Coleme anunció una "profunda reestructura" para garantizar la continuidad de la cooperativa con motivo de la crisis que atraviesa la industria láctea. Parte del proceso resultó en el despido de 11 trabajadores y la tercerización de la distribución de los productos.
Alternativas
El presidente del Inale resaltó que existe voluntad entre algunos productores por mantener la planta en funcionamiento aunque sostuvo que una de las principales deficiencias de la cooperativa es que la producción de leche está "estacionalizada" ya que concentra la mayor cantidad del volumen de leche durante la época de zafra.
De Izaguirre sostuvo que parte de las alternativas que plantea la cooperativa para mantenerse es generar alianzas con empresas mayoristas para colocar productos en otras localidades.
Además, resaltó que también se evalúa fomentar la producción de leche UHT ya que su procesamiento implica un menor desperdicio de materia prima.