¿En qué consiste la tregua de un año entre EE. UU. y China?
EE
EE. UU. y China han entrado en una nueva fase de su prolongado pulso comercial tras la tregua de un año alcanzada por los presidentes Donald Trump y Xi Jinping. El acuerdo, cerrado el jueves durante su reunión en Busan, Corea del Sur, busca reducir la tensión mediante rebajas arancelarias, suspensión de controles a exportaciones estratégicas y relanzamiento del comercio agrícola. El entendimiento se consolidó tras la última ronda de negociaciones celebrada en Kuala Lumpur, donde ambas potencias lograron destrabar varios de los temas más sensibles de la disputa iniciada en 2025. Washington anunció una reducción de los aranceles a productos chinos del 57% al 47% y la rebaja del 20% al 10% de los gravámenes vinculados al tráfico de fentanilo. Trump confirmó además que los ‘aranceles recíprocos’ del 24% sobre bienes procedentes de China permanecerán suspendidos por un año. El Ministerio de Comercio chino informó que Pekín realizará los "ajustes correspondientes" a sus contramedidas, que hasta ahora incluían tasas del 10 al 15% sobre productos agrícolas y energéticos estadounidenses, como pollo, lácteos, soya, maíz, trigo y petróleo. También se acordó mantener ciertas "excepciones arancelarias", sin precisar su alcance. Otro avance relevante fue la pausa en los controles a exportaciones y tierras raras. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, explicó que su país aplazará un año la aplicación de restricciones a empresas chinas incluidas en las listas negras de seguridad nacional. A cambio, China suspenderá las medidas de control sobre la exportación de tierras raras y materiales estratégicos, insumos esenciales para la industria tecnológica. Trump calificó este gesto como la "resolución definitiva del conflicto" en ese ámbito. Ambos países acordaron además el fin temporal de las tasas portuarias, que se habían impuesto desde octubre sobre buques y servicios marítimos. La suspensión, válida por doce meses, abarca tanto las sanciones estadounidenses aplicadas bajo la Sección 301 como las represalias equivalentes adoptadas por Pekín. En materia antidrogas, Trump anunció la reducción de aranceles asociados al fentanilo tras obtener de Xi el compromiso de reforzar los controles sobre los precursores químicos usados en el narcotráfico. Los dos gobiernos calificaron el pacto como un "consenso de cooperación", sin ofrecer detalles sobre su ejecución. China, por su parte, reanuda las compras de soja estadounidense, suspendidas en mayo, con la adquisición de 12 millones de toneladas antes de enero y 25 millones anuales hasta 2028, según el Tesoro estadounidense. El comunicado conjunto concluyó con la intención de "gestionar adecuadamente los asuntos relacionados con TikTok" y el anuncio de un nuevo encuentro entre Trump y Xi en abril de 2026, con el propósito de consolidar una etapa de mayor estabilidad comercial.
El gobierno chino afirmó, el pasado jueves, que suspenderá durante un año la aplicación de las medidas de control adoptadas el pasado 9 de octubre a la exportación de tierras raras y otros materiales estratégicos, esenciales en las tecnologías civiles y militares, cuya producción y exportación monopoliza gigante asiático "Ya no hay más restricciones a las tierras raras", señaló el presidente Donald Trump, tras la reunión del pasado jueves con su par chino, Xi Jinping, marcada por las señales de apertura entre ambos líderes y en la que el magnate neoyorquino calificó a su homólogo de ser un "negociador muy duro". En el marco de la escalada arancelaria con Estados Unidos, Pekín había impuesto un nuevo régimen de licencias que obligaba a las firmas extranjeras a solicitar permisos para exportar 7 de los 17 minerales del grupo de tierras raras (samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio) e imanes derivados, aduciendo motivos de seguridad nacional. El gigante asiático posee un 49% de las tierras raras del planeta -unos 44 millones de toneladas- y controla más del 70% de la producción mundial y casi el 90% de su procesamiento.